domingo, 26 de septiembre de 2021

Troumouse. Pirineos septiembre 2021

El circo de Troumouse es una de las joyas pirenaicas eclipsadas por la fama de Gavarnie. 

Se accede desde Gèdre, cerca de Luz Saint Sauver por la carretera que lleva también a Estaubé. Hasta no hace mucho tiempo esta carretera fue de peaje. Ahora se accede libremente hasta un aparcamiento desde donde se puede tomar un tren turístico (un tractor que remolca varios vagones) que lleva hasta la planicie superior, a unos 2.100 m de altitud. También se permite el acceso con turismos hasta cierta hora de la madrugada, como ocurre en los lagos de Covadonga.

La percepción de la grandeza del circo mejora notablemente si se deja el coche en la Chapelle D'Héas y se acomete el recorrido circular.

Subimos por un sendero solitario, bien señalizado y trazado, que gana altura sin prisa ni pausa por las laderas. Por el lado contrario (luego bajaremos por allí) comienzan a aparecer los picos que cierran la cuenca hacia el circo de Estaubé. A pesar de ser finales de verano, el agua cae potente por varios saltos.


La garganta junto a la que ascendemos se cierra en una barrera por donde se despeña el torrente. El camino supera el obstáculo y nos deja súbitamente en una gran planicie con vistas a un formidable espectáculo.


El circo de Troumouse sorprende por sus enormes dimensiones. Una excavación glaciar gigantesca ha dejado casi un círculo de montañas, la mayoría de las cuales son fronterizas con España. Es una muralla coronada por el pico la Munia, que tiene 11 km de longitud. El diámetro del circo es de unos 4 km.



Caminamos sobre una gran planicie ondulada llena de húmedas praderías propicias para el ganado. Hay decenas de lagos, aunque el terreno calcáreo provoca que se vean más que nada torcas o dolinas (sumideros).

Recorremos la planicie bajo la barrera montañosa. Nos entretenemos subiendo y bajando, acercándonos al mirador con una imagen de la virgen de Lourdes y una tabla de orientación. Todo es una delicia, todo invita a recrearse y a disfrutar con tranquilidad del paisaje. Las vacas y ovejas y alguna construcción ganadera ofrecen el contraste que humaniza el paisaje. 


Descendemos por el lado contrario, atravesando por los atajos la carretera hasta el albergue de Maillet y las majadas de Héas. La experiencia de la ruta es memorable. En mi opinión, uno de los lugares imprescindibles.


Pincha aquí para acceder al track de la ruta.

Pincha aquí para acceder a una colección de fotos más completa de la jornada. Incluyo algunas fotos de Luz Saint Sauveur, el puente Napoleón, habitual para prácticas de "puenting" (no me busquéis haciéndolo, ni ahora ni nunca), las termas, la cascada que se forma en un canal de suministro de agua a una central eléctrica, una de las casas agrietadas tras un corrimiento de ladera en el cercano pueblecito de Viella y alguna de las placas conmemorativas del paso del tour de Francia.


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