Contadores individuales de calefacción

La Directiva Europea de Eficiencia Energética (*1) obliga a que en todas las viviendas con calefacción central se instalen contadores individuales de consumo antes del 31 de diciembre de 2016. 

Las directivas son normativas de obligatoria transposición, es decir, cada estado tiene obligación de elaborar una Ley que consiga los objetivos generales antes de un plazo fijado por la Unión Europea. En este caso, como en otros, España ya va con retraso (la fecha tope era junio de 2014), aunque el Real Decreto ya ha sido tramitado (*2) y está a punto para ser promulgado. 

Como una primera parte ligada al ahorro energético, ya se ha aprobado el RD-Ley 8/2014 de “Medidas urgentes para el crecimiento la competitividad y la eficiencia”, donde se indica el régimen de sanciones si se incumple en la materia. Textualmente, será una infracción grave, sancionada hasta con 10.000 euros, “no cumplir con la obligación de instalar contadores de consumo (de calor, frío y/o agua caliente sanitaria) individuales…”

La solución más sencilla y barata la tienen los bloques donde cada vivienda dispone de una única entrada de calefacción. En estos, basta con instalar en la entrada un “contador de calorías” o “calorímetro” y un termostato interior que corte cuando se alcance la temperatura ambiente elegida.

Cuando el sistema de calefacción central tiene los radiadores de distintos pisos unidos verticalmente la solución es más complicada, pues deberán instalarse “medidores de calor”, en cada uno de sus radiadores. Estos medidores suman el consumo de cada vivienda y lo transmiten a una central.

La Directiva y la legislación que la desarrolla son un avance importante en el control del consumo y frente al derroche de energía. Se acabará con las ventanas abiertas y las temperaturas excesivas en el algunos pisos. Cada cual pagará por el consumo de calorías, de una forma justa, pues los “medidores de calorías” ponderan la temperatura a la que entra el fluido de calefacción en la vivienda y el volumen de paso. Esto implica que cada vecino pagará exclusivamente por lo que consuma. 

Factores como la orientación de las viviendas o el aislamiento de muros, tabiques y ventanas se tendrá mucho más en cuenta a partir de ahora. Quien quiera estar en camiseta en casa, podrá seguir haciéndolo, pero tendrá que pagarse el lujo. Quien no quiera pagar más, tendrá que bajar el termostato y ponerse más ropa, lo que a mí me parece la mejor opción.

Una vivienda con ventanas orientadas hacia las parte más soleadas siempre aprovechará más el calor en los días despejados de invierno. A cambio, tendrá más calor en verano. Cada cual deberá elegir qué prefiere en función de sus gustos, pero nadie podrá pedir que se anulen contadores o que se haga un “fondo común” con la calefacción.

Aunque nos fastidie tener que gastar dinero en contadores, es una medida de justicia y una muy buena noticia desde el punto de vista del ahorro energético.

      

(*1) Para no marearnos, recomiendo ir directamente al Artículo 9 de la normativa.

(*2) Ver el artículo 14, del que se incluye aquí lo más sustancioso:

Artículo 14. Contabilización de consumos.

Toda instalación térmica que dé servicio a más de un usuario dispondrá de algún sistema que permita el reparto de los gastos correspondientes a cada servicio (calor, frío y agua caliente sanitaria) entre los diferentes usuarios. El sistema previsto, instalado en el tramo de acometida a cada unidad de consumo, permitirá regular y medir los consumos, así como interrumpir los servicios desde el exterior de los locales. 

En los edificios existentes que cuenten con una instalación centralizada de calefacción/refrigeración o estén abastecidos por una red de calefacción urbana o por una instalación centralizada que dé servicio a varios edificios, se instalarán contadores de consumo individuales, que midan el consumo de calor o refrigeración o agua caliente de cada vivienda o cliente final. 

En el caso de la calefacción, cuando el uso de contadores de consumo individuales no sea técnicamente viable, se utilizarán repartidores de costes de calefacción para medir el consumo de calor de cada radiador. 

(...)

 En el caso de que, de entre las viviendas conectadas al mismo sistema de producción centralizada de calefacción de un edificio existente, alguna vivienda no hubiera instalado los dispositivos de contabilización o reparto de gastos de calefacción, le será de aplicación, como mínimo, el mayor ratio de consumo por metro cuadrado de superficie de los calculados entre las viviendas conectadas.