¿Qué comemos?

Productos, recomendaciones, recetas de andar por casa o enlaces a recetas de verdad. ¿Te apetece?
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16 de octubre. Día Mundial de la Alimentación.  "O construimos un futuro para todos, o no habrá un futuro aceptable para todos. Seamos la generación Hambre Cero"

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Una curiosidad: Cuando comemos mejillones siempre vemos que algunos son blanquecinos y otros anaranjados ¿están los primeros estropeados? La respuesta es NO. Simplemente son machos, mientras que los anaranjados son hembras.
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¿Nunca os han servido en un restaurante o un bar unos calamares o un pescado con un sospechoso olor a amoniaco?
No os dejéis engañar. Este olor sólo tiene una explicación: no es fresco o es de mala calidad.
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¿Alimentos que recorren el mundo antes de llegar a nuestros platos? ¡Consumamos productos locales y de temporada!

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Lola me envía esta receta de flores de calabación. Muchas gracias. Tiene una pinta extraordinaria.

Te paso una receta anticrisis; Flores de Calabacín.

A la planta del calabacín le salen dos flores ( macho - hembra ), a medida que el calabacín va creciendo, la flor macho ya ha cumplido su función y sólo queda cocinarla. ( Que no cunda el ejemplo )

Ingredientes: Flores de Calabacín, un poco de leche , un poco de agua , harina y un poquito de levadura y pizca de sal. Se liga hasta tener una crema consistente;

Ponemos aceite en la sarten y una vez este caliente , incorporaremos las flores pasadas previamente por la crema. Las dejamos bien crujientes y listas para comer....

_________________________________________________________________________________Dejo dos interesantes calendarios de frutas y verduras de temporada. No sólo están más ricas, es que lo más racional es consumirlas en su momento, mejor aún si se cultivan lo más cerca posible.

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Además de pensar en lo que comemos, acordémonos de los que no pueden comer. Campaña de la FAO, Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura.
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La casualidad hizo que comprase unas berenjenas en oferta y que por la noche tuviéramos una cena familiar improvisada, así que -improvisando con lo que había- preparé unas berenjenas rellenas.

Lo primero, corté las berenjenas a lo largo y le quité la carne, que piqué y dejé que escurriera un poco. Mientras tanto metí los "cascos" de las berenjenas en el microondas para que se ablandaran un poco.
Piqué una cebolla y la puse en la sartén con un chorretón de aceite, un par de cabezas de ajo picado y la carne de las berenjenas. Dejé que se hiciera despacito, de forma que quedara tierno pero sin quemarse. Añadí un poco de cayena molida para darle un toquecito suave de picante (casi no se notaba).

Aparte preparé una bechamel, con su ralladura de nuez moscada, y le añadí taquitos de jamón. A continuación lo mezclé con el refrito y rellené las medias berenjenas. Puse por encima de cada una queso mozarella (una bolita de las del Mercadona para las cuatro berenjenas-ocho medias) y espolvoreé pan rallado por encima.

Calenté el horno y lo tuve a unos 200 ºC hasta que se fundió el queso y se tostó un poco el pan rallado.

El resultado: exquisito. Las que sobraron nos las comimos al día siguiente y estaban todavía más ricas.
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Montse me envía esta receta de Strudel de manzanas y nueces. Energía para poder subir las cuestas. ¡Muchas gracias! Ahí la receta con sus propias palabras:

Ingredientes: 

2 Láminas de masa “Brie” fresca. 

2 manzanas reinetas grandes 

200 gr. de ciruelas pasas sin hueso 

150 gr. de nueces peladas 

1 bolsa de piñones pelados 

Un vasito de ron 

Un poco de mantequilla y un poco de mermelada. 

Azúcar glas.

La repostería no es mi fuerte pero el Strudell de manzana suelo hacerlo para el día de Navidad, bien como postre, bien para media tarde con un café… si quedan ganas. 

En primer lugar extiendo una lámina de masa “brie” y con un pincel la impregno con la mantequilla que previamente hemos derretido; a continuación ponemos encima la otra lámina de “brie”untándola también con mantequilla. Hago el rollo con dos láminas por la sencilla razón de que se envuelve mejor y hay menos riesgo de que se rompa o se abra. 

 En el centro de la masa voy colocando, primero los trozos de manzana pelada y cortada en rodajas a lo largo del rollo, voy añadiendo las ciruelas pasas previamente remojadas en el ron y cortadas a la mitad, las nueces, los piñones y termino cubriendo todo esto con otra capa de rodajas de manzana. Por último añado tres o cuatro trocitos de mantequilla del tamaño de una almendra, más o menos y la mermelada, que puede ser de naranja, melocotón… la que más os guste.

A continuación enrollo el strudel con cuidado de no romper la masa y una vez cerrado lo unto con la mantequilla derretida. 

En el horno a 220 grados, puede estar hecho en 40 minutos, pero lo mejor es observarlo de vez en cuando hasta que nos parezca que está la pasta crujiente. Una vez fuera es el momento de rociarlo con azúcar glas. El Strudel puede comerse caliente o frio. 

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Boletus edulis- Pues que nos habíamos quedado con ganas (el otro día ya comimos alguno), hemos ido a dar una vuelta a ver si veíamos alguno, y mira tú por donde, hemos encontrado. Simplemente a la plancha son deliciosas. Además compramos manzanas reinetas y golden. Vale el comentario que está abajo del todo en esta misma pestaña.

Cuidado, que nadie se confunda con esta otra, la Amanita phalloides, que como casi todo el mundo sabe, es mortal.

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Amanita cesárea- Ayer la probamos, a la plancha y un poco en carpaccio, con aceite de oliva y sal. No sé si teníamos las expectativas muy altas, pero creo que me gustan más los boletus aereus y edulis. En cualquier caso, una gozada. ¿Preguntas que dónde las cogimos? jajaj, ¡ qué bueno !
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Pimientos caramelizados con queso de cabra- Mari Jose me ha pasado esta receta para preparar unas tostas divertidas y con una pinta estupenda:  Un bote de pimientos en tiras y su jugo, lo mezclamos con 3 cucharadas de azucar, 3 de aceite y una de vinagre a fuego fuerte removiéndolo hasta que se reduzca mucho el caldito. hacemos una tosta con ellos y queso de cabra, que si lo pasamos por la sarten vuelta y vuelta gana más...y pan tostadito. Rico rico y sencillo. Hala a cenar se ha dicho.
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Carrilleras. Estos últimos días he estado más inspirado de lo normal. Aparte de un pollo de corral en pepitoria y una lengua estofada que me quedó de lujo, hoy he preparado unas carrilleras para chuparse los dedos.
Lo primero es quitarles la grasa que podamos. Luego las salpimentamos, las untamos en harina y las ponemos en una sartén con aceite bastante caliente (ya se que no hace falta decirlo, pero lo digo:"oliva virgen extra"). Se trata de "sellarlas" es decir, de crear una capa que evite que pierdan sus propios jugos, no de freirlas. Las vamos reservando en la olla

En el mismo aceite puse varios ajos enteros para que se fueran friendo y unas almendras crudas; más tarde, una cebolla picadita y un poco después un poco de pimiento verde y rojo también picado, unos granos de pimienta negra y un par de hojas de laurel. Cuando empezaba a pocharse le añadí vino (el que tenía abierto era uno de rueda, así que ese fue). Lo dejé unos momento para que perdiera algo de alcohol y luego le añadí agua para calcular que quedara la cantidad de salsa adecuada. Añadí todo a la olla y lo dejé cocer una media hora con presión. Al final de la cocción le puse un machado de ajo y perejil con un poco de sal. Me ha quedado de lujo.

Hace unos días hice otra variedad, en la que añadí al refrito zanahorias y no puse las almendras. Ese día batí la salsa; si hubiera tenido ganas la hubiera pasado por el chino, pero no las tenía. Acompañé el plato con un puré que hice con patatas cocidas al vapor, también con ajo y perejil y lo adorné con tomate y aceitunas. No tengo foto de las de hoy, así que pongo una de las del día anterior

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"Tartas de otra dimensión 2". Como ya comenté en otra ocasión (ver más abajo) las tartas que prepara la prima Clari son, pues eso, de otra dimensión: juega fuera de categoría, en otra liga. Lo que nos trajo ayer fueron estas tres:

Clafoutis de cerezas, tarta de frutos rojos y bizcocho de limón. Mmmmmmmmmmmmm.
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Riet Vell no es una marca de arroz cualquiera, es "arroz para las personas y la conservación del delta del Ebro" Se trata de un proyecto que promueve SEO/BirdLife y que trata de convertir el cultivo natural del arroz en un recurso turístico, además de ser medio de alimentación para aves y con explotación comercial para consumo humano con procedimientos sostenibles. Aquí puedes ver más información al respecto.

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Aquí dejo unas fotos de las comidas que tuvimos en Marruecos. Quien crea que se come mal, está muy equivocado. El Tajín es sano y delicioso, las verduras, frescas, el cordero, escaso, pero delicioso.

Comidas Marruecos 2013

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De mi amigo Firas "Okra stew (bamia) with braised lamb shank" (for dinner). Mmmmm. A ver si lo probamos y está tan apetitoso como parece desde aquí.

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Para que mi hermano y mi cuñada vean que me acuerdo de ellos

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Arguiñano, sin receta: 
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La ONU insta a comer insectos para combatir el hambre en el mundo.
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Un interesante reportaje del programa "Salvados" ¿Qué Comemos?
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Pasta con brócoli. Hoy me apetecía comer pasta. Será porque el sábado pasado estuvimos viendo al "Comisario Montalbano", una serie de televisión que trata sobre un comisario de policía que trabaja en Sicilia (es imprescincible verla en versión original; doblada pierde muchísimo) o porque sí, porque me encanta la pasta. El caso es que habíamos comprado brócoli, así que la ocasión era perfecta.

Lo primero, preparé el brócoli. Corté los tallos en trocitos como si fueran zanahorias. No hay más que quitarle un poco la parte exterior y se aprovechan perfectamente, además su consistencia es muy adecuada, siempre y cuando tengamos en cuenta que necesitan un poco más de cocción que los floretes. También piqué una zanahoria grande, una cebolla y un par de dientes de ajo. Por cierto, yo quito la parte central, el brote, para que no repita. En una sartén grande hice un refrito al que añadí tomate para que tuviera un poco de colorcito y tres guindillas para el punto de picante que me gusta (luego las retiré para no encontrarlas al comer).

Mientras tanto herví los floretes de brócoli, sólo en agua salada, cortados pequeñitos. Es preferible que queden duritos, porque luego los echo al refrito y siguen cociendo un poco. Añadí unos piñones y unos orejones de albaricoque cortaditos, sólo para conseguir un poco de contraste, pero que no resaltaran en exceso. Me dió el impulso y añadí además unos champiñones.

Cuando la cebolla del refrito estaba blandita y el resto "trabajado", añadí el brócoli y le dí una vueltas.

En el mismo agua en el que había cocido la verdura, cocí la pasta. Tenía unos espaguetis a medias y me parecía poco, así que puse unos pocos tagliatelle.

Cuando la pasta estaba un poco más dura que "al dente"la escurrí e incorporé a la sartén, la mezclé bien con lo anterior y al cabo de unos minutos ya estaba. El toque final fue un espolvoreado de perejil, que hace bonito.

Parecía que había pasta para toda la semana, pero me he puesto como el quico. Merece la pena el trabajo.
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Fideos con chicharro. Manolo me envía esta estupenda receta. Te aseguro que la probaré. Ingredientes para 4 personas: Un chicharro de kilo o kilo y pico, dos cebollas , dos o tres pimientos italianos verdes y rojos o sólo verdes, dos dientes de ajo, guindilla (optativa), 200 gramos de fideos finos, una zanahoria, un puerro, unas judías verdes y una hoja de laurel.    
                                
Elaboración: En la pescadería muy amablemente el pescadero quita la piel, la cabeza y las espinas para sacar los lomos del chicharro limpios y troceados. En una cazuelita con agua añado las pieles y espinas del pescado junto al puerro, zanahoria, judias, el laurel y una pizca de sal.  Dejo que hierva unos 20 minutos,  cuelo y reservo el caldo. En mi casa no se tira nada y menos en esta época. Con la verdurita del caldo le pongo una pizca de sal, un chorrito de aceite de oliva crudo y consigo un "bocado 10".

 

Seguimos con la receta. troceamos la cebolla los pimientos y un ajo. En una sartén con 3 o 4 cucharadas de aceite ponemos a dorar el ajo; cuando esté dorado añadimos la cebolla y cuando ésta empiece a sudar, añadimos los pimientos y pochamos todo el conjunto. En una sartén al fuego sin aceite doramos los fideos (en pequeños turnos y estando muy atentos porque cuando empiezan a dorar se pueden quemar rápidamente) Una vez dorados se añaden a la cazuela del pochadito y se moja con 4 o 5 cazos del caldo. Se deja hervir 2 minutos y se mete al horno a 220 grados durante 4 ó 5 minutos En una sartén se dora un diente de ajo y la guindilla. A continuación se saltean los taquitos de chicharro previamente salpimentados. Se añaden a los fideos y listo para servir y comerlos.

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Una noticia inquietante: España duplica el consumo de sal por persona que aconseja la OMS
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Delicatessen de mi hermano, arroz negro (buenísimo, delicioso, doy fé) y orejuelas (aún no las he probado pero tengo referencias de que son extraordinarias). A ver si se anima y nos da las recetas.

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Y Maribel, nos invitó a unas rosquillas igualitas a las que hacía mi madre. ¡ Qué ricas! Muchas... veces, por favor.


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Salmón en hojaldre 
Montse me pasa una receta que además tiene una presentación muy divertida. ¡Gracias!

2 Rollos de pasta de hojaldre, fresca.

2 Trozos  de salmón fresco o 2 rodajas grandes

3 Puerros grandes

1 Bandeja de champiñón fileteado

1 Huevo

4 Cucharadas de harina

Aceite

Sal.

En casa el salmón nos gusta de cualquier manera, en papillote, marinado, ahumado, en ensalada… así que para variar un poco en la presentación también lo hago en hojaldre y además en un tiempo record.

Aquí va la receta: una vez que tengo todos los ingredientes a mano, pongo una sartén al fuego con una cucharada de aceite y rehogo los champiñones fileteados hasta que empiecen a soltar agua, los aparto y escurro totalmente.

Por otro lado y en otra sartén, que tiene que ser grande, rehogo a fuego muy lento los puerros que previamente he cortado en rodajas finas. Yo aprovecho también la parte verde de los puerros para darle más cromatismo a la receta.
Ahora vamos con la parte importante, el salmón, que previamente he cortado en trozos gruesos una vez le he quitado la piel y alguna que otra espina que siempre sale por ahí: en la sartén grande, donde hemos rehogado los puerros, añado: los champiñones escurridos, los trozos de salmón, la sal y el harinasuficiente – como 4 cucharadas - para hacer una buena besamel, por lo que añado poco a poco la leche que me vaya pidiendo hasta obtener una pasta jugosita con todos los ingredientes.

Y ya el último paso consiste en estirar directamente en la fuente que tenga que ir al horno, un rollo de la pasta fresca de hojaldre - para mi gusto la del Ldl es la mejor y es muy maleable - y vierto en el centro de la masa la mezcla que he obtenido en la sartén, cubriéndola con el otro rollo con cuidado para que no se salga.

Ya en este momento enciendo el horno a 180 grados para que vaya cogiendo la temperatura, al mismo tiempo que acabo dando unos brochazos con el huevo batido a toda la empanada a la que como podéis apreciar, le doy forma de pez para que quede más apetitosa y divertida; en 20 o 25 minutos estará lista.

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Puerros a la plancha con vinagreta de pimientos y queso azul

Mi amigo Constancio también quiere mostrar sus habilidades culinarias. Esta tiene una pinta magnífica y es, según sus propias palabras "una receta muy sencilla, llena de contrastes de temperaturas y de sabores". Que aproveche. así que ahí va:

Ingredientes (2 personas):

2 puerros de buen tamaño o 4 pequeños, un trozo de pimiento verde y otro de pimiento rojo, queso azul, aceite, vinagre y sal.

Elaboración:

Limpiar bien los puerros y seleccionar la parte más tierna. Cocer en agua durante 3-5 minutos, según el grosor de los puerros con un poquito de sal. Mientras tanto, elaborar una vinagreta con el aceite, vinagre, un poquito de sal y los trozos de pimientos bien troceados.

Una vez cocidos los puerros, sacar del agua, dejar atemperar y cortar por la mitad transversalmente. Untar la sartén de asar con aceite de oliva y poner los puerros a fuego medio-fuerte. Dorar bien los puerros (se recomienda eliminar la ultima capa de los puerros, una vez asados, para quitar los restos tostados). Entretanto, picaremos en trocitos un poco de queso azul, a voluntad.Presentación: Poner los puerros en el plato, colocar el queso azul encima de los puerros, dejar que coja un poco de temperatura el queso con el calor de los puerros y posteriormente extender la vinagreta de pimientos por encima.

   

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Ayer sábado completamos la jornada reivindicativa del monte de la Genestosa con otra culinaria en casa de nuestros amigos Jose Matías y Caridad, en La Fuente de San Esteban. Va su receta, tal cual me la pasa: 

Arroz negro y brochetas de rape y sepia (con los platos en la misma comida/cena, optimizamos recursos):

1.    Descabezamos un kilogramo de langostinos crudos y reservamos las cabezas

2.    En agua abundante echamos a cocer las colas de los langostinos

3.    Cuando el agua bulla y veamos que sube la espuma, retiramos el recipiente del fuego y sacamos las colas con un colador depositándolas en otro recipiente con agua fría y bajo el grifo abierto durante 1 minuto hasta que se enfríen. Pelamos las colas y las reservamos.

4.    En el agua de la cocción ponemos la sepia a cocer durante 10 minutos, pasados los cuales la sacamos y la reservamos.

5.    Al agua restante de la cocción de las colas de los langostinos y la sepia añadimos las cabezas de langostinos y un hueso de rape y dejamos cocer durante 15-20 minutos para que se genere un buen caldo

6.    Mientras tanto, limpiamos la sepia, los mejillones y los calamares y ponemos las almejas en un recipiente con agua durante media hora al que añadimos un chorro de vinagre para que se abran y suelten la arenilla

7.    En un recipiente amplio y vado, tipo paellera, echamos a pochar en aceite una cebolla cortada y cuatro o cinco dientes de ajo laminados

8.    Una vez pasada la cebolla y el ajo le añadimos las colas de los langostinos, los calamares cortados por la mitad, los mejillones, las puntas de la sepia y las almejas, una vez pasadas por varias aguas.

9.    Mantenemos todo esto a fuego vivo pero removiendo con una cuchara de palo y añadimos la tinta de calamar y la sal al gusto.

10. Al cabo de un minuto, añadimos el caldo colado teniendo en cuenta que, aproximadamente, por cada medida de arroz se necesitarán dos medidas de caldo.

11. Estando el agua hirviendo se echa el arroz y se mantiene a fuego vivo durante 1 minuto y, a continuación, bajamos el fuego, (en una escala de 1 a 10 de una vitrocerámica le correspondería un 6).

12. Cuando el caldo esté casi sumido, retiramos del fuego y tapamos el recipiente para que repose y termine de pasarse el arroz durante unos 10 minutos.

13. Listo para servir. 

14. Mientras tanto, el resto del rape que nos habrán preparado en lomos, lo troceamos al igual que la sepia en el número necesario de trozos: cada brocheta tiene 2-3 trozos de rape y 2-3 trozos de sepia. En la punta de la brocheta se coloca el langostino o también se puede alternar con trozos de pimiento rojo grueso, incluso cebollita francesa.

15. Metemos las brochetas al horno en su bandeja a 250 grados, previamente regadas suavemente con aceite, saladas y espolvoreadas con ajo y perejil. Bajamos el fuego a 150 grados y, al cabo de 10-15 minutos, listas para servir.

16. Podemos aprovechar y preparar una salsa que nos puede servir para acompañar ambos platos: en un recipiente ponemos varios palitos de mar descongelados, dos dientes de ajo, mayonesa y varias cucharadas del caldo antes citado. Se pasa por la batidora, (la entrañable turmix, como antes se decía) y se vierte en un tazón.

De la receta no respondo, pero del resultado... estaba todo buenísimo. Y si a eso añadimos una tarde arreglando el mundo, con diferentes puntos de vista entre Constancio, Mari, Carmen, Caridad, Jose Matías y yo, entonces ya si que la cosa es para repetirla ¡que sea cuanto antes mejor!
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Crema de calabaza

Teníamos un buen trozo de calabaza, procedente de una huerta de Sanabria, así que, era el momento de atacar una crema. Utilicé además de la calabaza, un par de patatas, un puerro y una zanahoria.
Lo primero, corté las verduritas y las rehogué un poco en aceite de oliva para que tomaran un poco de colorcito, luego les eche como medio litro de agua, con sal. Lo puse a hervir y le añadí, cuando ya le faltaba poco, un machado de ajo y perejil.
Aparte, dejé un trozo de calabaza que corté en dados, les puse sal y pimienta y los freí con un poquito de aceite. Serví los dados sobre la crema ya en los platos. El contraste del picantillo de los dados con la crema quedó delicioso.

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Pudin de verduras 
He preparado una de las muchas delicias que hacía mi madre, con su receta, por supuesto, aunque con alguna variación, a mi estilo de "aprovecha lo del frigo". Es un poco laborioso (más bien, muy laborioso) pero el resultado compensa.

Las verduras que utilicé fueron en este caso media berza, un manojo de acelgas, un cuarto de zanahorias, un manojo de puerros y unas cuantas patatas, aparte del tomate natural y cebolla con el que preparé la salsa de tomate.

Éramos ocho para comer (comíamos en casa de Benito y me apetecía quitarle algo de tarea a Sebi, que siempre hace la comida los sábados para toda la familia). Lo primero preparé una salsa de tomate frito y la reservé. Luego corté la verdura en trozos y la fui cociendo, la más dura primero (zanahorias, tallos de la berza, patatas , puerros y luego lo verde). Aproveché el agua de cocer unas alcachofas que había hervido el día anterior.

Aparte preparé una bechamel espesita, con su toque de nuez moscada y con un poco de jamón picado. Como estaban por allí, pues también añadí unos piñones. Para la bechamel usé aceite de girasol.

Escurrí la verdura y la rehogué con unos ajos fritos, que retiré. Aunque sobra decirlo, insistir no es malo: con aceite de oliva virgen extra de la sierra de Gata. Luego le añadí la bechamel y un total de cuatro huevos batidos (como era mucha cantidad tuve que hacerlo en dos sartenes).

Lo puse en dos moldes engrasados (aunque debería ser con mantequilla, yo lo hice con aceite de oliva) y por encima eché pan rallado. Lo metí en el horno previamente calentado a 180 grados durante aproximadamente media hora.

Se sirve con el tomate frito y se come junto.

El resultado, como cabía esperar, fue espectacular. Un éxito.


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Rabo de toro a la cordobesa-salmantina

Esta vez le tocó a Carmen lucirse y ¡vaya si lo hizo! nos preparó un suculento rabo de vacuno, ni más ni menos que para ¡18 personas! Aquí va la receta:
Lo primero, le hizo la cirugía estética quitándole cuanta gras pudo y luego (me va dictando directamente)... Se fríen ligeramente los trozos y se reservan. Se sofríe ajo, cebolla, pimiento y zanahorias, se junta con el rabo y le añadimos sal, pimienta, laurel y azafrán. Le añadimos vino blanco, generosamente. Lo cocemos hasta aburrirnos. Cuando la carne esté tierna añadimos patatas tronchadas y dejamos cocer con la olla abierta hasta que veamos que las patatas están en su punto. Dice Carmen que originalmente las patatas van fritas, pero claro, es más calórico y además en este caso era una cantidad inviable.

 Total que quedó estupendo, para chuparse los dedos (por suerte, nos sobró algo para el día siguiente, así que lo he disfrutado dos días seguidos)

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Tartas de otra dimensión. Las tartas que prepara la prima Clari son, pues eso, de otra dimensión. Juega fuera de categoría, en otra liga. Esta vez nos sorprendió con un "flan parisien" suave, con la consistencia precisa, no demasiado dulce, una delicia y con "le parfait aux poires", bizcocho con peras y chocolate fondant por encima. Se me hace la boca agua sólo de escribirlo.

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Naranjas del murciano. Sin cera, imperfectas, desiguales, en resumen: auténticas y deliciosas. Deberíamos aprovechar cada oportunidad que tengamos de conseguir productos poco tratados y comercializados con un mínimo de intermediarios. Hoy hemos comprado en la tienda frente a la plaza de toros la bolsa de 8 kg por 5 euros.

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Rape asado con verduritas 

Casi de casualidad, como salen bien las cosas. Había comprado un rape sin cabeza, congelado y lo descongelé despacio, en el frigorífico. Simplemente preparé en una fuente para horno un lecho generoso de cebolla, con aceite de oliva, al que añadí más tarde unos trozos de calabacín y berenjena. Como tenía algo de prisa la ablandé en el microondas. Puse el rape con sal sobre las verduras y le añadí un chorro de vino blanco, un toque de pimienta y lo metí en el horno. La parte más estrecha de la cola la protegí con papel de aluminio para que no se quemara. Cuando dí la vuelta al pescado retiré el papel de aluminio. Cuando me pareció que estaba listo, le añadí un picadito de perejil. Las críticas fueron muy buenas, realmente es un pescado muy agradecido. Muy rico.

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Moros y cristianos 
Hoy me he estrenado con las alubias negrillas que compramos en Asturias. Como otras veces, la receta tiene variantes, así que es más "Moriscos y mozárabes".

Había dejado las alubias en remojo por la noche, después de lavarlas. Utilicé el mismo agua de ablandarlas para darles la primera cocción. Puse en la olla un par de zanahorias, tres dientes de ajo, un par de hojas de laurel pequeñas, un poco de sal, media cebolla entera, un poco de aceite (ya sabéis, oliva virgen extra) y un par de tomates también enteros. Cuando ya llevaba un rato en ebullición las asusté con agua fría, saqué los tomates y las dejé que volvieran a cocer, ya tapando la olla.

Mientras se cocían las judías, preparé un refrito en el que puse medio pimiento verde, y después tres puerros y un ajo, todo ello picadito. Más tarde añadí un poco de pimentón agridulce. Mientras se iba haciendo poco a poco, quité la piel a los tomates -se separa muy fácilmente- y los eche en el refrito. Lo dejé un rato más, moviéndolo para que se hiciera pero no se quemara.

Abrí la olla, calculando que no estuvieran hechas del todo y les añadí todo el refrito para que diera la última cocción todo junto; así puedo controlar la cantidad de agua para dejarlas con poca, que es lo que quiero para esta receta.

Aparte cocí arroz con media cebolla, un poco de aceite y sal. Cuando ya iba estando le puse perejil fresco picado, que le da un toque gracioso. Aunque no sea el que más me gusta, pongo arroz vaporizado, así estoy seguro de que no se va a pasar.

Lo serví poniendo en arroz en el plato con un molde (un vaso pequeño) y las negrillas alrededor. El toque final (pura profesionalidad ¿no os parece?) fueron unas ramitas de cebollino de mi tiesto, que aún aguanta los hielos.

De verdad que estaba delicioso. La pena es que casi no me haya quedado casi para mañana.

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Negrillas con arroz y senderuelas

El pasado fin de semana estuvimos en Asturias. Sólo comprar en el mercado dominical de Cangas de Onís ya justifica el viaje (aunque obviamente hay montaña, patrimonio, paisaje y mucho más, como podemos ver en el apartado "Montañas" de este blog). A todos nos dio por comprar alubias negrillas. Habrá que probarlas.

La recetilla que sigue está sacada de internet (no respondo de ella porque no la he hecho): "Lo que he hecho es simplemente cocer las alubias, previamente remojadas en agua 12 horas, con un hueso de jamón; las he tenido como 20 minutos en la olla exprés. Luego he hecho un sofrito con abundante cebolla, un tomate, un puñado de arroz y otro de senderuelas rehidratadas, ajo, perejil, pimienta y pimentón y se lo he añadido a las alubias escurridas, lo he tenido un rato guisando todo junto y han quedado buenísimas".    Otra receta "moros y cristianos"

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Verduras engalanadas

Cada año me propongo no caer en la rueda de las grandes comilonas navideñas.  Como a casi todo el mundo me gustan las reuniones con los amigos y la familia, pero no ponernos como cerdos. Disfrutar de la compañía de la gente que quieres, pero sin necesidad de arruinarse. Comer sano, pero no comer mucho.

El plato que he preparado hoy bien puede valer como alternativa a uno de esos platos tradicionalmente caros.

Tenía un florón magnífico de brócoli. Podía haberlo hecho hervido sin más, pero miré a ver cómo podía alegrarle la cara. Había en casa un calabacín, así que hice lo siguiente:

Corté la verdura en trozos pequeños. El calabacín lo dejé con sal un buen rato. Mientras tanto puse en una sartén grande, con aceite de oliva virgen extra, un par de zanahorias troceadas, luego le añadí medio pimiento rojo, media cebolla picada y un poco después un par de cabezas de ajo picaditas.  Añadí los troncos del brócoli, pelada la parte exterior y troceados (aunque los desechaba antes, no hay ningún motivo; ahora los pongo y están muy ricos). Cuando ya se iba ablandando lo anterior añadí los trozos de brócoli y un poco después los de calabacín. Lo moví un rato para que se juntara con lo anterior.

Añadí como un vaso de vino blanco bueno (en esta ocasión era “Arribeño”, un verdejo de Rueda que vale baratísimo y es estupendo para esto), un poco de agua, algo de sal y un toque de pimienta. Lo moví y dejé cocer con la tapa sin cerrar del todo y moviéndolo de cuando en cuando.

El truco es interrumpir la cocción cuando las verduras están tiernas, pero no blandas (“al dente”).

Aparte hice una bechamel blandita, a la que empecé añadiendo perejil picado en el aceite.

Puse las verduras en un plato que aguantara el horno, encima la bechamel y encima le espolvoreé pan rallado. Lo metí en el horno para que se dorase un poco y ya está.

Me ha quedado de maravilla. Un auténtico plato navideño sano, barato y sobre todo, delicioso.

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Albóndigas

La mayoría de las veces, donde esté la sencillez de lo casero, que se quite todo lo demás. Como me da la impresión de que este blog sólo lo leen mis hijas, hoy voy a escribir cómo hago las albóndigas, a ver si salen igual in The United Kingdom. Of course, según me enseño mi madre.

La carne picada, que sea buena. Parece de Perogrullo, pero está claro que cuando se usan buenos ingredientes es mucho más fácil que salga un buen plato. Está muy extendido eso de mezclar ternera con cerdo. Bueno, yo lo he hecho bastante; dicen que sale más jugoso (lógico, tiene más grasa) y al final la carne de cerdo parece que no es tan mala, aunque ya llevo tiempo que me ha dado la vena pija, así que compro carne de ternera, que pican delante de mí.

Mezclo la ternera (por ejemplo para medio kilo), con un par de huevos, perejil y ajo muy picadito, sal (si me da ese día pongo también un poco de pimienta, poco) y pan rallado “lo que nos pida”, vamos, para que no quede ni muy blando ni como hormigón. Lo mezclo bien.

En la sartén pongo el aceite, como siempre, de oliva virgen extra (español) yo uso uno de la Sierra de Gata, y echo bastante cebolla picadita, que se sofría y que vaya quedando blandita, es decir, bajando la temperatura. Retiro la cebolla a una cazuela.

Preparo las bolitas, lo cual es muy divertido, las paso por un poco de harina y las echo en el aceite. Que se frían, pero que no se torren, es decir, que cuando empiecen a tomar colorcito, se sacan y a la cazuela.

Cuezo las albóndigas con un vaso de vino blanco (vale lo dicho en el segundo párrafo con respecto a la calidad). A mi me gusta añadir una hoja de laurel y un poco de orégano del bueno.

Le pongo un poco de agua, sólo lo necesario para que no se peguen y un poco de sal.  Lo dejo cocer sacudiendo la cazuela de vez en cuando. Me gusta ver cómo se va ligando la salsa con la harina. Si queréis que ya sea la leche, echadle un machado de ajo y perejil, pero sin pasaros en la cantidad. No las dejéis caldosas, que no es una sopa. Poquita salsa y bien concentrada. Hala, ya está. Que aproveche.

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Parasoles
Nos han traído unos parasoles (Macrolepiota procera). Este año no hemos encontrado el momento para ir a buscar hongos. Es una lástima porque "buscar setas" es mucho mejor que sólo comerlas. En cualquier caso, ayer las hicimos rebozadas. Sólo hay que limpiarlas, con un cepillo o un pincel y si quieres lavarlas, mejor que sea sólo por arriba y secándolas bien. Luego simplemente las paso por el huevo batido con sal y por pan rallado y a la sartén, con bastante aceite caliente (obviamente de oliva virgen español, de la Sierra de Gata para más señas). Las dejo muy poco tiempo, vuelta y vuelta, para que se doren por fuera, y las pongo sobre un papel de cocina para que suelten el exceso de aceite. Estaban deliciosas.

El día siguiente preparé unas patatas con parasoles.

Sofreí cebolla con pimiento rojo y ajo, luego puse las patatas para que tomaran el gusto, les añadí pimentón (un poco picante, no mucho), cubrí con vino blanco y cuando ya llevaban un rato cociendo les puse un machado de ajo, perejil, azafrán en rama y sal gorda. Cuando el líquido se iba evaporando añadí agua y cuando cocía, puse las setas. Las dejé cocer "lo que me pedía" y ... listo.  Mmmmmm. Rico.

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Conejo escabechado
Me pide mi amigo Firas esta receta, que preparé la última vez que nos vimos. La pongo tal y como la aprendí de mi madre. Se puede hacer con cebolla, zanahoria, etc, pero la mía, es esta. Vamos allá, estoy seguro de que la latitud no influirá en el resultado.

Yo prefiero cortar el conejo en casa, porque en las carnicerías tienen la tendencia a darle una paliza que deja los huesos triturados. En casa siempre se tiene más cuidado en cortar las piezas por las coyunturas. Pongo a los trozos un poco de sal, los enharino y frío en la sartén con el aceite calentito, para que se doren por fuera pero que no se hagan en exceso y los reservo en una olla. Con el aceite que queda en la sartén, no muy caliente (si es mucho retiro un poco) echo un par de hojas de laurel y seis o siete granos de pimienta negra, los dejo que se tuesten un poco y lo añado todo al conejo.

Hay una parte muy importante: asar unos dientes de ajo. Yo lo hago en la placa vitrocerámica. Los aplasto con la mano sin quitarles la piel, les doy calor (no en exceso para que no se quemen) y cuando veo que ya está la piel empezando a quemarse, los retiro, espero a que se enfríen, les quito la piel y los echo a la olla sobre el conejo.

Añado aproximadamente un vaso pequeño de buen vinagre de vino (también lo he hecho con el de manzana) y un poco de agua. La cantidad de líquido depende de dónde lo vayas a cocer. Si es una olla rápida, ten en cuenta que hay que poner menos y si es una cazuela normal, más. Hay tenerlo cociendo el tiempo suficiente para que esté tierno. Es difícil decir cuánto, porque depende de los recipientes que usemos. A mi me gusta que quede blandito, pero no deshecho. Se queda el sabor del escabeche y desaparece el sabor montuno que a veces tienen los conejos.

¡Que aproveche!

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Una variación: conejo guisado y pisto
Es lo que tiene esto de no ser un profesional. Como no me acuerdo de las recetas, voy probando. Había comprado Carmen un conejo muy bueno (supongo que les ponen antibióticos igual que a los pollos, pero tardan más en engordar, así que supongo que la carne será un poco más sana). El caso es que le quise dar un poco de gracia a la salsa, así que hice una variación del escabechado. En el aceite de freir los trozos de conejo sofreí una zanahoria cortada en trocitos pequeños, u cuando iba tomando color le añadí una cebolla cortada finita. Dejé que se hiciera despacio para que quedara blandito y lo añadí al conejo, junto con un poco de vino blanco bueno que me quedaba. Todo lo demás, incluido el ajo asado, lo hice igual que para el escabechado. Lo dejé cociendo hasta que estaba tierno y listo. El resultado fue exquisito.

Ya que estaba metido en la cocina lo complementé con un pisto de cebolla, calabacín y tomate. Usé para el sofrito el aceite que me había sobrado de freir el conejo y le eché unos trozos de paleta de jamón, que la pobre ya ha fenecido. En la foto se ven las dos cosas.

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Berza con salsa de carrilleras
¡Qué mezcla! entre sofisticada y pueblerina ¿no? Pues me ha quedado de maravilla. Carmen había preparado una carrilleras guisadas, pero le habían quedado bastante caldosas. Como tengo metido en el cuerpo la costumbre del aprovechamiento máximo, utilicé la salsa.

Puse a cocer primero una buena zanahoria junto con unos trozos de jamón (tenemos una paleta a la que castigamos poco a poco, pero hay partes duras que no valen más que para caldo). Cuando me pareció que ya estaban medio cocidas, puse la berza, que ya va estando buena en esta época del año y le añadí la salsa del guiso de carrilleras. Hala, ya está. Riquísimo. (la foto no le hace justicia, pero ¡qué le vamos a hacer!)
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Nueces y manzanas.
Es el momento de acercarnos a la Nava de Barco, o a cualquier otro pueblo de los alrededores, como Navatejares, La Carrera, Los Llanos o Tormellas, para comprar unas manzanas reinetas. El 18 de noviembre al fin las compramos en la Nava, con la sorpresa de que probamos las golden y también son deliciosas. Todavía estás a tiempo de pasarte por allí. No hay más que preguntar a cualquiera para que te digan quien tiene. Nosotros el año pasado tuvimos dos suministradores. Este año repetimos con uno que tiene el almacén (antiguo establo) frente a la iglesia, por el lado de la carretera.

Otro tanto digo de las nueces de Navalacruz, también en Ávila, entre la sierra del Zapatero - puerto de Menga y el valle de Hoyocasero y Navalosa. Con motivo de una marcha que hicimos hace unos días para preparar una salida de La Facendera compramos unas cuantas. Como todos sabéis, no tienen nada que ver con las nueces de California. Para estas, la vista y el tamaño, para las de la sierra, el sabor.

Estoy encantado de poder comprar productos originarios de los pueblos que visito. Creo que es una oportunidad extraordinaria para nosotros y que tenemos la obligación de colaborar para que en la medida de lo posible ellos puedan aumentar sus recursos y contribuir a que se fije población; hay muchas huerta abandonadas y es una lástima, una desgracia diría yo, que se pierdan.

No dejemos pasar la oportunidad de comprar en los pueblos por los que pasamos.
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Membrillos.
Concha nos ha regalado unos membrillos. Es otro de los frutos que nos anticipan el invierno.
 y casi una tradición preparar el dulce de membrillo.

Yo cuezo los membrillos enteros, después de lavarlos, hasta que estén blanditos. Depende del tamaño. Hoy los he hecho en la olla rápida, así que los dejé cinco minutos y luego esperé a que se enfriara dentro de la olla cerrada.

Saqué los membrillos y los puse a escurrir. Los pelé y quité las simientes y los dejé en un plato para pesarlos. A veces tiene su gracia eso de poner el azúcar a ojo, pero hoy los he pesado. Pongo un poco menos del peso de azúcar que de membrillo en una olla grande, le doy calor y lo muevo hasta que me aburro (mucho, para que pierda la humedad y evitar que salte con el calor).

Cuando veo que al mover la masa le va costando trabajo volver a ocupar el fondo de la olla, lo doy por acabado y vierto en un recipiente donde quede extendido. Y ya está. Creo que me ha quedado rico rico.
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Jalea de membrillo.
Otra modalidad de uso del membrillo. Guardé los corazones de los membrillos cocidos que no había usado, junto con el líquido que escurrió cuando saqué los frutos de la olla y un poco del agua que quedó de cocerlos. Añadí el zumo de medio limón (era poca cantidad) y azúcar ...lo que me pareció bien. Lo puse a cocer despacio dándole vueltas hasta que espesó. Lo colé para retirar las pepitas, piel y tal y seguí cociendo un poco más y cuando veía que se quedaba pegado en la cuchara de madera, lo dí por finalizado. Queda una crema con consistencia de mermelada estupenda para desayunar, poniéndolo sobre unos trozos de pan tostado. Si hubiera guardado las pieles también las podría haber usado para la jalea. La próxima vez lo haré.  Ummmmmm.
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Castañas.
¿Quién no tiene asociado el olor de las castañas asadas con el comienzo del invierno? Hace unos días estuvimos en la Honfría, en Linares y estaba a rebosar. Había montones de personas cogiendo castañas.  Bueno, a mi me gustan más las de Béjar, pero, si son para asarlas, estas también valen. ¡Que buena disculpa para salir a pasear al campo! Y si se asan en el campo, el disfrute es mucho mayor. Tengo presente el recuerdo de algunas calvotadas en el merendero de La Dehesa de Candelario y en el El Cerro (los calvotes, como sabréis es el nombre que se da a las castañas asadas en Béjar y alrededores). Habría que repetirlas.
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Asado de verduras.

Sencillo, sano y rápido. Todo al horno con sal y aceite.

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Arroz con codornices




Rico, pero trabajoso.





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Una invitación para sentarnos en una mesa más grande, en este enlace.

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