La primera impresión al llegar a la localidad de El Paso, en la isla de La Palma, es de asombro. En medio de la ladera surge una gran elevación oscura coronada por un cráter blanquecino. Una monstruosa cantidad de lava negra cubre casi todo por debajo de la mole. De algún modo, parece el negativo de un enorme glaciar.
Diciembre es un mes tan bueno como cualquier otro (o mejor) para viajar a Canarias. La Palma era el destino deseado, tanto por los buenos recuerdos que conservamos de la isla como por ver los efectos de la erupción volcánica de 2021.
El día de llegada aprovechamos la tarde para hacer una primera visita al Tajogaite, nombre que se dio al volcán que fue portada de informativos a nivel mundial en el otoño de 2021.
La sensación de belleza brutal se oscurece cuando vamos percibiendo la magnitud de la tragedia que provocó. Aparcamos el coche donde se nos permite y vamos caminando hasta el borde la colada. Por todos lados vemos maquinaria, obras para abrir accesos y un mundo negro de lava solidificada que llega hasta el mar. Sobre las masas de rocas, unas compactas y otras quebradizas, cenizas y grava se ven formas creadas por el magma que se asemejan a fósiles imposibles.
La carreteras que se han abierto (la primera y más importante de ellas tres meses después del cese de la erupción, con las lavas calientes) permiten atravesar las coladas. El paisaje ha cambiado; los barrancos y lomos previos ahora no existen. Según hemos sabido, la lava alcanza los 60 m de altura en algunos puntos. Más de 1.800 viviendas han quedado totalmente destruidas, así como centenares de explotaciones agrícolas, especialmente plataneras.
En esta captura de pantalla se ve parte de lo sepultado por la lava, incluyendo los pueblos de El Paraiso y Todoque. Al Este, en morado, el track de la ruta guiada (el final de la línea vertical es el punto de observación más próximo posible al volcán). Al Oeste, tras "la montaña de Todoque", está el mar.
Vemos atardecer desde el lado contrario de la colada. Cuesta trabajo hablar de la belleza del espectáculo natural, pero no somos capaces de movernos de allí hasta que no se pone el sol.
Para completar nuestra visión del volcán, contratamos una ruta guiada que se acerca al cráter desde el lado Este. Es la única forma permitida de verlo. Lo hicimos con la empresa La Palma Natural. Fuimos con un grupo en total de siete personas. Diana, la guía, vivía en uno de los pueblos sepultados por el volcán, Todoque; perdió todo lo que tenía, como sus padres, familiares y vecinos. Nos transmitió información sobre vulcanismo, la economía, la sociedad, la salud de los habitantes afectados y cuanto le preguntamos, que fue mucho. También nos transmitió la emoción, el respeto y la actitud de salir adelante. Fue una ruta excepcional en todos los sentidos y que sinceramente recomiendo.
En este enlace puedes acceder a una colección más completa de fotos del volcán Tajogaite, las coladas y fajanas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario