A pesar de su nombre que parece evocar una pequeña industria, este es un lugar donde la naturaleza y el ingenio humano se han juntado para mostrarnos imágenes de gran belleza. Un antiguo canal atraviesa túneles, barrancos y bosques para recoger agua en nacederos situados en el corazón de la montaña.
Es una ruta muy conocida, situada al noreste de la isla de la Palma en el municipio de San Andrés y Sauces. El recorrido tradicional comunica en travesía el área de los Tilos y La Casa del Monte pero, hace un año, un derrumbe cortó la carretera a los Tilos quedando un único acceso posible. En el pueblo de Las Lomadas se puede coger un taxi para subir por pista de tierra hasta "La Casa del Monte" salvando la mayor parte del desnivel. Allí finaliza el recorrido más horizontal del canal.
Hay otra opción, que consiste en subir con el coche hasta el Aula de Naturaleza de La Cancela, por una estrecha carretera que ya es en si misma un espectáculo. Desde allí subimos por un empinado sendero bajo la cobertura vegetal del bosque de laurisilva.
En la Casa del Monte seguimos el sendero que acompaña el canal. Caminamos atravesando la capa verde que tapiza las paredes, junto a pinos canarios de gran porte, laureles, fayales, helechos gigantes y multitud de plantas autóctonas. La humedad lo impregna todo. Estamos caminando por el lado externo de la Caldera de Taburiente. Es difícil de encontrar un contraste más acusado.
El sendero se adapta a los barrancos, atraviesa hasta 13 túneles donde hay que tener cuidado para no golpearse en la cabeza y donde se hace imprescindible llevar una buena linterna. En los túneles largos hay algunas ventanas intermedias que ofrecen vistas aéreas sobre los bosques. Hasta llegar al primer "naciente", el desnivel es el que marca el transcurrir el agua a nuestro lado.
En la proximidad del primer "naciente", el agua del que se nutre el canal se precipita junto a nosotros. No hay dificultad, pero si que es fácil salir mojado.
Tras las primeras caídas de agua, el sendero se empina por unas escaleras talladas bastante desgastadas, nos muestra nuevas perspectivas y finaliza bruscamente en el punto en el que comenzaría la bajada hacia Los Tilos. Desde allí, es regresar por terreno conocido, alucinando de nuevo con los paisajes.
No puedo menos que recomendar unas piscinas naturales situadas muy cerca de allí, que disfrutamos al final de la ruta: El Charco Azul y el de las Ninfas. Están a salvo del oleaje, en un lugar precioso, bajo otro mar verde de platanera que cubre la ladera.
Aquí puedes acceder a la ruta en Wikiloc (el desnivel es erróneo, provocado por la pérdida de señal del GPS. No llega a los 1-000 m acumulados).
Y aquí puedes acceder a una colección de fotos más completa de la ruta.
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