Las Arribes del Douro/Duero son un destino formidable especialmente cuando no hace calor. Hoy visitamos la parte portuguesa entre Miranda do Douro y Aldeia Nova.
Ya he dejado comentado en otras ocasiones que las Arribes son un lugar de una importancia natural, geológica y paisajística del máximo nivel. Su agreste belleza y sus valores naturales y humanos hacen que sea un recurso económico de enorme valor presente y futuro.
Hoy hacemos una ruta lineal que se asoma a varios miradores, unos con nombre (Castrilhouço, Cruz do Ratâo, São João das Arribas, Penha Laila) y otros naturales. Todos los miradores son imponentes, pero en especial los de la ermita de Sâo Joâo das Arribas ofrecen un panorama brutal sobre el cauce embalsado del Duero.
Los dos castros están situados en lugares estratégicos de muy fácil defensa y ambos conservan restos de poderosas murallas.
La ruta transcurre por pistas, pero también por senderos y en ocasiones fuera de caminos. Se puede hacer circular regresando por el interior desde Aldeia Nova. Nosotros la hicimos lineal, pues comenzamos más tarde de lo previsto al tener que sustituir mi coche por avería. A cambio de hacerla más corta, nos entretuvimos en cada balcón sobre el abismo del Duero.
Los miradores son plataformas naturales o piedras sobre el precipicio del Duero. Deben visitarse con precaución, evitando los lugares expuestos si no se tiene la absoluta seguridad de controlar el riesgo, si las condiciones meteorológicas no son óptimas o se tienen problemas de vértigo. No son en absoluto lugares donde dejar a los niños sin un control permanente.
Durante la jornada, aparte de las vistas soberbias sobre el río, vimos un águila real posado, una culebra bastarda, un bando de perdices y una rapaz, seguramente un águila perdicera, intentando llevarse una gallina en Aldeia Nova.
En este enlace puedes acceder a la ruta en Wikiloc.
y en este otro enlace a una colección más completa de fotos.
