lunes, 18 de octubre de 2021

Peña Ten

Entre los Mampodres, Ponga y Sajambre se alza Peña Ten, una atractiva montaña, mirador de auténtico lujo y rodeada de múltiples lugares de interés.

Camino de los Picos de Europa u otros destinos en la cordillera cantábrica o las montañas de León, ha quedado esperando turno muchas veces. 

En esta ocasión iba a ser el primer recorrido de unas vacaciones en las que pararíamos primero en Valdeón y después en Cangas de Onís.

Accedemos desde las proximidades del pueblo de La Uña (no pongáis "Uña" en el navegador, que os lleva a Cuenca). 

Desde el primer momento nos vemos rodeados de bosques y praderas que se mantienen verdes a pesar de que estamos en octubre. Seguimos en sentido ascendente el joven Esla. Su cauce muestra un carácter de alta montaña, con algunas marmitas de gigante y pequeños saltos. 



Nos separamos del camino para ver un árbol singular, el "Hayona de Valdorria". En esta ocasión, resultó ser un buen lugar para escuchar berrear a los ciervos.

Ascendemos entre las zonas de pasto de las majadas superando varios robles de gran tamaño, los extensos hayedos y un espeso acebal. La alta montaña va ganando presencia a cada paso. 

Las vistas durante el ascenso (y las rampas) nos obligan a parar constantemente para contemplar los meandros del río, las praderías o las cercanas montañas de Mampodre.



El terreno por el que transcurre la senda es fácil, pero con desnivel, hasta llegar a la arista cimera de la montaña, un magnífico arco que forma un recuenco glaciar enorme. 



La cumbre es soberbia. El día ha sido un regalo total, con una nitidez en el ambiente que nos permite ver el Curavacas, el Espigüete, Peña Ubiña y los Fontanes o el Tiatordos, aparte del horizonte de montañas que se extiende por todas partes, con la imponente presencia que todo lo domina: los Picos de Europa con Peña Santa de Castilla en primer término.




Disfrutamos sin prisas del espectáculo antes de seguir la ladera junto a la cresta. La senda, casi perdida, atraviesa un terreno con fuerte inclinación que requiere ir concentrado. Llegamos a una zona que nos permite girar hacia el interior del gran circo; allí la dificultad está en lo inestable del terreno y la pendiente de bajada. No es un lugar para quien no camine habitualmente por montaña.



Camino de la Uña, se suceden paisajes pastoriles, ondulaciones, zonas húmedas donde los sedimentos han taponado las dolinas y, más abajo, pequeñas manchas de bosque.


La excursión es perfecta para un primer o último día si vamos a lugares más alejados. Debo decir que ha sobrepasado con mucho las expectativas que tenía, tanto como para ponerla en un lugar de honor junto a sus vecinos los Mampodres o incluso el Tiatordos.

En este lugar puedes acceder al track del recorrido circular. 

Aquí puedes acceder a una colección de fotos más completa de la jornada.

 



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