viernes, 19 de diciembre de 2025

Patagonia. Cerro Calafate. 2025-12

El cerro Calafate se alza sobre la ciudad. Es un balcón extraordinario sobre el lago Argentino y el comienzo de un recorrido por la meseta desértica, la imagen más auténtica de la Patagonia fuera de las montañas. 

 
El día anterior habíamos llegado tarde desde el Chaltén. Bien fuera porque estábamos cansados y ya era tarde, porque no nos apetecía hacer más kilómetros de coche o por la experiencia del día del Perito Moreno en la que no pudimos tomar el catamarán, el caso es que nadie dio el paso de contratar el barco para visitar otros glaciares diferentes, aunque lo teníamos como uno de los objetivos.

Finalmente, algunos alquilaron bicicletas e hicieron una ruta junto al lago, otros descansaron y otros subimos al Cerro Calafate para bajar por la cascada del Desierto y el Cañadón.

La primera sorpresa viene nada más salir del pueblo. El track que seguimos pasa por una finca privada donde se prohíbe el paso. Bajamos al Cañadón, atravesamos el río con cierto peligro de resbalarnos y seguimos su curso para evitar las alambradas.

Subimos por una de las inclinadas canales que nos dejará en la meseta. A medida que ganamos altura ampliamos la visión sobre el lago. Las aguas azul turquesa son un espectáculo inolvidable. A la izquierda distinguimos con claridad el Cerro Aleta de Tiburón situado sobre el Perito Moreno y los témpanos desprendidos de los glaciares.

 
El día está frío y luminoso, con nubes en las montañas, pero hace un viento que nos obliga a ponernos toda la ropa que llevamos e incluso a echar de menos algún otro abrigo.

La sensación sobre la meseta arenosa es de autenticidad. Es un lugar inhóspito pero de una gran belleza. Estamos solos a pesar del mucho turismo que hay en el Calafate. Vemos formaciones rocosas provocadas por la erosión sobre todo eólica, plantas que se pegan al suelo y redondean para sobrevivir, multitud de flores primaverales, escarabajos y aves. La meseta parece extenderse sin fin por un lado y por el otro se precipita sobre el lago y el río Santa Cruz.

De regreso no nos queda más remedio que saltar vallas. Parece que en Patagonia todo el territorio está vallado. Los enormes latifundios o "estancias" son enormes. Aquí el pasto es pobre, por lo que el ganado (ovejas sobre todo y vacas) tiene que moverse para comer.

Es el final de nuestro viaje. Al día siguiente regresamos. Son cinco horas de vuelo desde Calafate a Buenos Aires (con una escala intermedia) y trece horas entre Buenos Aires y Madrid. A esto hay que sumarle el traslado entre aeropuertos y las colas interminables especialmente en el control de pasaportes. Sospechamos que nos tocó una huelga de celo, porque si no no se explica. Conviene tenerlo en cuenta cuando se planifique otro viaje. En cualquier caso merece la pena y mucho. Patagonia es uno de los lugares que todos los que amamos la naturaleza y la montaña deberíamos visitar.

En este enlace puedes acceder a más fotos de la ruta.

En este enlace puedes acceder al track de este recorrido (grabado por Joaquín). Ten en cuenta que pasa por fincas privadas por lo que lo suyo sería pedir permiso.

Este es el cuarto artículo sobre nuestra excursión a la Patagonia, aquí puedes acceder a los otros:

- Torres del Paine

- Perito Moreno

- Fitz Roy y Cerro Torre




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