La Hoz de Beteta es un espectacular desfiladero situado en la serranía de Cuenca, al norte de la provincia. El río Guadiela ha excavado un profundo cañón con interés geológico y natural. Es un lugar protegido como Monumento Natural con el nombre de “Hoz de Beteta y sumidero de Mata Asnos”
Hacemos un recorrido de ida y vuelta desde el área recreativa “Casa de la Pradera”. El primer tramo está señalizado como “sendero botánico”. Caminamos por la umbría de la ribera entre arboles como pinos laricios, avellanos, olmos de montaña, arces de Montpelier, acebos, sabinas, algunos tejos y tilos de gran tamaño.
Los huecos entre la vegetación permiten ver los cortados verticales que limitan la hoz, compuestos por calizas, dolomía y margas.
Varios paneles a lo largo del recorrido van ofreciendo información sobre geomorfología, botánica y fauna. También sobre fenómenos kársticos como los que crearon la “Cueva de la Ramera”, colgada en un escarpe y con acceso restringido (dan permiso para visitarla de forma guiada -diez personas al día- en el ayuntamiento de Beteta). Aparte de sus formaciones geológicas (espeleotemas), tiene interés por la colonia de murciélagos que tienen allí su hábitat y fue ocupada por humanos desde el neolítico. Nos la apuntamos para la próxima vez.
Llama la atención un tejo de buen tamaño que crece en una grieta de la pared vertical, a unos 30 m sobre el suelo.
Caminamos junto a restos de un canal antiguo y otro moderno. Bajo un puente de madera el agua cae en forma de cortina cuando no se aprovecha toda en la central eléctrica de Tilos situada más abajo. Más adelante, una gruesa tubería aparece desde la pared y se precipita vertical. Podríamos abstraernos de su anacronismo con el paisaje natural y verla como una instalación artística.
Seguimos desde la central de hidráulica hacia la cueva y mirador del Armentero. La cueva es una oquedad natural con varias salas que ha sido utilizada como refugio de ganado y pastores. De camino, aparte de las extensas vistas sobre los pinares circundantes se observa un anticlinal que muestra estéticamente sus estratos.
Desde el mirador superior se puede acceder a parte de la cornisa sobre la hoz donde se obtiene una imagen casi completa del terreno tallado por el Guadiela.
Tras regresar, vamos a Beteta. Aún queda luz natural, así que subimos al castillo de Rochafrida, de origen musulmán, que se alza en un alto cerro sobre el pueblo.
Desde lo alto, contemplamos el desfiladero que flanquea el pueblo y un precioso valle teñido de color rojizo. La serranía de Cuenca y esta zona en particular, producen más del 80% del mimbre español, que se vende para artesanía. Fue una auténtica sorpresa ver el tapiz de color formado por los cultivos y haces ya recolectados.
Aquí puedes acceder al track del recorrido (sólo la ida; el regreso es por el mismo sitio).
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