El pico Turbina (o Torbina) es una cumbre modesta situada al norte de los Picos de Europa, en la sierra del Cuera. Es accesible de una forma sencilla desde las proximidades del pueblo de Arangas.
Tras un tramo de pista ganadera, el camino sube por la ladera ganando progresivamente vistas sobre los valles, algunos cubiertos por mares de nubes, y la potente presencia de los Picos de Europa frente a nosotros.
La subida se hace corta ante semejante espectáculo. Por este lado, la cara oeste del pico Urriellu destaca sobre el conjunto del macizo central. A medida que ganamos altura, la visión se hace más y más amplia. El día está espléndido.
Las rampas acaban en un escalón amesetado con un balcón que invita a pararse y disfrutar. No parece posible que vayamos a encontrar un lugar más bonito durante el día.
Seguimos hacia la majada de la Piedra del Oso, un conjunto de edificaciones pastoriles situada junto a la ladera y de frente a las montañas. Obviando la dureza de la vida de los ganaderos que las han usado desde tiempos inmemoriales, como lugar de trabajo está entre los más bonitos que se puedan desear.
El pico Turbina está a tiro de piedra desde allí. En su cumbre, lo que no parece posible se convierte en realidad: la visión de los tres macizos de Picos se complementa con las sierras adyacentes y la costa cantábrica. Llanes y los pueblos de la costa parecen estar al lado.
Tras disfrutar de una larga estancia en la cumbre, un grupo decidimos... una locura. Otra. Bajar directamente hacia Llanes por la vertiente contraria a la de subida. El resto de la gente regresará por el camino de acceso.
La bajada resulta más dura de lo esperado. Tras superar unas pequeñas dificultades en el lapiaz, pasamos por un hayedo inclinado y resbaladizo. Algunos árboles tronchados nos recuerdan la tempestad de la semana pasada. Una ladera embarrada nos deja en un precioso valle y... en otra sierra que tenemos que atravesar antes de bajar hacia Llanes. Al final, una jornada sencilla se endureció mas de lo necesario. Con todo, la actividad del sábado hay sido magnífica.
Hemos venido con el GUM de Zamora, que organizaba la excursión de fin de semana. Viajamos el viernes por la tarde y pernoctamos las dos noches en la casona de Verines, en Pendueles, una antigua casa de indiano cedida a la Universidad de Salamanca.
El domingo hicimos un tramo del camino lebaniego. La parte con mayor interés es la que nos llevó desde Cicera a Lebeña, con fantásticas vistas, casi en picado sobre el desfiladero de la Hermida y tramos de bosque de cuento, de los que no quieres que se acaben a pesar de la subida.
Las dos actividades están sobradamente documentadas en Wikiloc, así que no vale la pena ser redundante y volver a ponerlas aquí.
En este enlace puedes acceder a una colección de fotos del magnífico fin de semana.
Tras un tramo de pista ganadera, el camino sube por la ladera ganando progresivamente vistas sobre los valles, algunos cubiertos por mares de nubes, y la potente presencia de los Picos de Europa frente a nosotros.
La subida se hace corta ante semejante espectáculo. Por este lado, la cara oeste del pico Urriellu destaca sobre el conjunto del macizo central. A medida que ganamos altura, la visión se hace más y más amplia. El día está espléndido.
Las rampas acaban en un escalón amesetado con un balcón que invita a pararse y disfrutar. No parece posible que vayamos a encontrar un lugar más bonito durante el día.
Seguimos hacia la majada de la Piedra del Oso, un conjunto de edificaciones pastoriles situada junto a la ladera y de frente a las montañas. Obviando la dureza de la vida de los ganaderos que las han usado desde tiempos inmemoriales, como lugar de trabajo está entre los más bonitos que se puedan desear.
El pico Turbina está a tiro de piedra desde allí. En su cumbre, lo que no parece posible se convierte en realidad: la visión de los tres macizos de Picos se complementa con las sierras adyacentes y la costa cantábrica. Llanes y los pueblos de la costa parecen estar al lado.
Tras disfrutar de una larga estancia en la cumbre, un grupo decidimos... una locura. Otra. Bajar directamente hacia Llanes por la vertiente contraria a la de subida. El resto de la gente regresará por el camino de acceso.
La bajada resulta más dura de lo esperado. Tras superar unas pequeñas dificultades en el lapiaz, pasamos por un hayedo inclinado y resbaladizo. Algunos árboles tronchados nos recuerdan la tempestad de la semana pasada. Una ladera embarrada nos deja en un precioso valle y... en otra sierra que tenemos que atravesar antes de bajar hacia Llanes. Al final, una jornada sencilla se endureció mas de lo necesario. Con todo, la actividad del sábado hay sido magnífica.
Hemos venido con el GUM de Zamora, que organizaba la excursión de fin de semana. Viajamos el viernes por la tarde y pernoctamos las dos noches en la casona de Verines, en Pendueles, una antigua casa de indiano cedida a la Universidad de Salamanca.
El domingo hicimos un tramo del camino lebaniego. La parte con mayor interés es la que nos llevó desde Cicera a Lebeña, con fantásticas vistas, casi en picado sobre el desfiladero de la Hermida y tramos de bosque de cuento, de los que no quieres que se acaben a pesar de la subida.
Las dos actividades están sobradamente documentadas en Wikiloc, así que no vale la pena ser redundante y volver a ponerlas aquí.
En este enlace puedes acceder a una colección de fotos del magnífico fin de semana.
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