miércoles, 4 de junio de 2014

¿Monarquía o república?

Estamos viviendo un momento histórico. El rey Juan Carlos cumplió con su obligación y lideró un cambio formidable desde la dictadura a la democracia en España. No todo el mundo quería ese cambio, pero se consiguió. La Constitución alcanzó un gran pacto y el paso del tiempo limó la mayoría de obstáculos que quedaban. Sentíamos ilusión por poder elegir a nuestros representantes, por los nuevos sindicatos, las instituciones… cogimos el gusto a la libertad.

Han pasado 36 años desde la Constitución, con un balance positivo, pero el paso del tiempo ha hecho mella, la ilusión ha desaparecido arrastrada por hordas de políticos y líderes corruptos de todo tipo, por derrochadores, por arbitrariedades e injusticias, por instituciones ineficaces, duplicadas o directamente inútiles.

En mi opinión este es un magnífico momento para tratar de conseguir una renovación que nos lleve de nuevo a alcanzar aquella ilusión, para reflexionar acerca de errores pasados y refundar un estado más social, solidario, justo y humano.

Muchos nos planteamos la necesidad de mantener instituciones vitalicias y hereditarias, aunque debo admitir que para mí no es un gran problema mantener la monarquía con la condición de que sólo tenga tareas representativas, que no pretenda suplantar el poder de la democracia y que sea respetada por la mayoría de los españoles. Lo mismo podría decir de un presidente republicano. La diferencia fundamental entre uno y otro, es que una república elige a una persona y la renueva periódicamente. Ningún problema si el rey también es refrendado periódicamente.

En mi opinión es imprescindible que en este momento se celebre un referéndum que nos de la opción de elegir entre república y monarquía. Si los asesores del nuevo rey saben lo que hacen, plantearán dicho referéndum. Servirá para refrendarle y saber el grado de aceptación que tiene. Además este referéndum debería repetirse periódicamente, no necesariamente cada cuatro años, pero sí cada 10 o 15 años.


Prácticamente todo necesita renovación y pacto, no sólo la monarquía: los partidos, la organización territorial, los sindicatos, la Justicia... Iñaki Galibondo lo expresa con claridad meridiana en su video blog.

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