miércoles, 22 de junio de 2016

Mallos de Riglos, junio 2016


Los Mallos de Riglos son unas formaciones de conglomerado que se alzan en el límite de las provincias de Huesca y Zaragoza. Son el resultado de la sedimentación de cantos rodados que se cementaron con grava y arena durante el Mioceno (hace entre 23 y 5 millones de años). Posteriormente la erosión fluvial arrastró las partes más blandas y dejó en pie las enormes torres.

Es un paraíso para los aficionados a la escalada, que vienen de todo el mundo a subir a los míticos Pisón, Firé, Cuchillo, Puro, Visera, Colorado...

El pueblo de Riglos está acurrucado junto a los mallos, en un emplazamiento que aparenta ser incluso demasiado próximo a las paredes, con la torre de su iglesia que parece apuntar a la cumbre del Pisón.

Existen varios recorrido que permiten disfrutar de su estética y apreciar sus enormes dimensiones; en esta ocasión nosotros fuimos por el llamado "Camino del Cielo", que unimos ya en la parte alta con el "Camino del Solano". Como el calor ya apretaba, el grueso de los escaladores estaba concentrado en las caras Norte y allí, el idioma que más se oía era el inglés (americano).

No son las únicas formaciones de este tipo que existen por la zona. A pocos kilómetros podemos visitar los de Agüero, otro pueblo con emplazamiento privilegiado delante de un telón dramático. En Agüero además hay dos joyas del románico, la iglesia del Salvador y especialmente, la ambiciosa e inacabada de Santiago.

Pincha aquí para acceder a una presentación de fotos.

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