Pero ¿cómo es posible que se haya llegado a algo tan ridículo en el Reino Unido (UK)? Un político, Cameron, por un estúpido juego de poder dentro de su partido, ha puesto patas arriba la convivencia y ha avivado –sin quererlo- la llama de la xenofobia y el racismo.
A mí me parecería más lógico que decisiones con tanta trascendencia y complejidad se tomaran por los gobiernos y no mediante un referéndum, a menos que la parte favorable a la Unión Europea (UE) tuviera los medios y las ganas de querer hacer comprender a los ciudadanos las ventajas de mantener un espacio común económico y político.
Cuando la ultraderecha está tan contenta (véase el payaso impresentable de Trump, Le Pen, Farage en UK o el de Holanda) es que hay que preocuparse. Allí y todas partes el ultranacionalismo pretende su superioridad por razones de… ¿de qué? ¿de raza? ¿de lengua? ¿son “el pueblo elegido”? Me parece patético y me da vergüenza que haya nadie que se alegre por esto.
Es un golpe a la cultura, que es universal, admite y desea mestizaje, respeta e impulsa costumbres, lenguas y tradiciones; a la economía, pues el brexit tendrá consecuencias negativas para todos: 500 millones de personas siempre tendrán más peso que una nación por separado; a la convivencia, pues se ha producido una brecha entre la mayoría de jóvenes, que querían quedarse en la UE (70%). Incluso a su independencia, pues han abierto la puerta a la salida, al menos, de Escocia o Irlanda del Norte, como no lo remedien van a ser el estado menguante.
La UE no es el colmo de lo bueno, tiene defectos y en estos años ha habido errores en inmigración y en políticas económicas que han producido recortes de derechos (más en unos estados que en otros, como bien sabemos), no obstante, es lo mejor que le ha pasado a Europa en el último siglo.
Las acuerdos entre los estados de la UE pueden ser complejos, tediosos, difíciles de conseguir, pero son una garantía de que se cumplen estándares iguales en toda Europa, que nos asegura por ejemplo el intercambio comercial, los controles preventivos en materia de prevención de riesgos laborales, el apoyo a las regiones más pobres y con ello el fomento de la igualdad en el bienestar común, la facilidad en las comunicaciones (por cierto, en 2017 desaparecerá el roaming), el intercambio cultural y educativo, la seguridad, la sanidad, las condiciones de trabajo, los derechos sociales, la protección del medio ambiente, etc, etc.
Consecuencias en el Reino Unido: Lo primero, es que tendrán que aplicar un plan, y dudo que lo tengan. Se crearán trabas a la supervivencia de las personas necesitadas de otras nacionalidades, lo que llevará al aumento del odio interracial, basado en la ignorancia. Es más que probable que sea difícil mantener permisos de residencia y trabajo para muchas personas de la UE. El flujo libre de trabajadores hacia UK dejará de existir. Disminuirá el turismo. Disminuirán los intercambios económicos con la UE.
Para la UE: Peligro de colapso o desaparición. Queda la puerta abierta para que otros miembros hagan lo mismo y lo más probable es que sean los que más aportan al presupuesto. El sueño de Europa puede caer destrozado. Los presidente francés y alemana ha hecho una declaración que les honra a favor el europeísmo, pero los populistas de ultraderecha no van a dejar para la ocasión, teniendo como tienen ya la experiencia ajena de cómo se convence a la gente con el miedo, las mentiras y la mercadotecnia, que es quien vence los referéndums. A los turistas británicos les saldrá más caro viajar, así que las consecuencias en España serán notables.
Para todos: Disminución del bienestar, problemas financieros, hundimiento de los mercados (la caída de la bolsa hoy en España ha sido la mayor de su historia), legales y políticos.
A nadie le interesa romper todo tipo de lazos con UK; debe haber alguna forma de mantener los más importantes; la negociación siempre es mejor que la confrontación, pero en este momento, a mi lo que me pide el cuerpo es que al menos la UE no se deje tomar el pelo y no admita negociar unas cosas sí y otras no.
Siempre nos queda la esperanza de que como toda crisis, esta sea un motivo para la superación y consigamos una renovada Unión Europea que ponga el foco en sus orígenes: la justicia, la paz, la solidaridad entre los pueblos. Que nos entusiasme y nos enamore. Que nos haga olvidar las fronteras y las banderas. Ojalá sea así.
A mí me parecería más lógico que decisiones con tanta trascendencia y complejidad se tomaran por los gobiernos y no mediante un referéndum, a menos que la parte favorable a la Unión Europea (UE) tuviera los medios y las ganas de querer hacer comprender a los ciudadanos las ventajas de mantener un espacio común económico y político.
Poner en juego valores tan importantes en una única votación es arriesgarse a lo que ha pasado: se ha votado la demagogia descarada, la opción que presentaba eslóganes más atrayentes, las frases hechas, el miedo. Han ganado las frases incendiarias, los datos falsos vertidos por los partidarios del brexit, las apelaciones al patriotismo más rancio y paleto, el egoísmo, la falta de solidaridad.
Cuando la ultraderecha está tan contenta (véase el payaso impresentable de Trump, Le Pen, Farage en UK o el de Holanda) es que hay que preocuparse. Allí y todas partes el ultranacionalismo pretende su superioridad por razones de… ¿de qué? ¿de raza? ¿de lengua? ¿son “el pueblo elegido”? Me parece patético y me da vergüenza que haya nadie que se alegre por esto.
Es un golpe a la cultura, que es universal, admite y desea mestizaje, respeta e impulsa costumbres, lenguas y tradiciones; a la economía, pues el brexit tendrá consecuencias negativas para todos: 500 millones de personas siempre tendrán más peso que una nación por separado; a la convivencia, pues se ha producido una brecha entre la mayoría de jóvenes, que querían quedarse en la UE (70%). Incluso a su independencia, pues han abierto la puerta a la salida, al menos, de Escocia o Irlanda del Norte, como no lo remedien van a ser el estado menguante.
La UE no es el colmo de lo bueno, tiene defectos y en estos años ha habido errores en inmigración y en políticas económicas que han producido recortes de derechos (más en unos estados que en otros, como bien sabemos), no obstante, es lo mejor que le ha pasado a Europa en el último siglo.
Las acuerdos entre los estados de la UE pueden ser complejos, tediosos, difíciles de conseguir, pero son una garantía de que se cumplen estándares iguales en toda Europa, que nos asegura por ejemplo el intercambio comercial, los controles preventivos en materia de prevención de riesgos laborales, el apoyo a las regiones más pobres y con ello el fomento de la igualdad en el bienestar común, la facilidad en las comunicaciones (por cierto, en 2017 desaparecerá el roaming), el intercambio cultural y educativo, la seguridad, la sanidad, las condiciones de trabajo, los derechos sociales, la protección del medio ambiente, etc, etc.
Consecuencias en el Reino Unido: Lo primero, es que tendrán que aplicar un plan, y dudo que lo tengan. Se crearán trabas a la supervivencia de las personas necesitadas de otras nacionalidades, lo que llevará al aumento del odio interracial, basado en la ignorancia. Es más que probable que sea difícil mantener permisos de residencia y trabajo para muchas personas de la UE. El flujo libre de trabajadores hacia UK dejará de existir. Disminuirá el turismo. Disminuirán los intercambios económicos con la UE.
Para la UE: Peligro de colapso o desaparición. Queda la puerta abierta para que otros miembros hagan lo mismo y lo más probable es que sean los que más aportan al presupuesto. El sueño de Europa puede caer destrozado. Los presidente francés y alemana ha hecho una declaración que les honra a favor el europeísmo, pero los populistas de ultraderecha no van a dejar para la ocasión, teniendo como tienen ya la experiencia ajena de cómo se convence a la gente con el miedo, las mentiras y la mercadotecnia, que es quien vence los referéndums. A los turistas británicos les saldrá más caro viajar, así que las consecuencias en España serán notables.
Para todos: Disminución del bienestar, problemas financieros, hundimiento de los mercados (la caída de la bolsa hoy en España ha sido la mayor de su historia), legales y políticos.
A nadie le interesa romper todo tipo de lazos con UK; debe haber alguna forma de mantener los más importantes; la negociación siempre es mejor que la confrontación, pero en este momento, a mi lo que me pide el cuerpo es que al menos la UE no se deje tomar el pelo y no admita negociar unas cosas sí y otras no.
Siempre nos queda la esperanza de que como toda crisis, esta sea un motivo para la superación y consigamos una renovada Unión Europea que ponga el foco en sus orígenes: la justicia, la paz, la solidaridad entre los pueblos. Que nos entusiasme y nos enamore. Que nos haga olvidar las fronteras y las banderas. Ojalá sea así.
¡VIVA LA UNIÓN EUROPEA!
Muy bien explicado, realmente traerá consecuencias y es algo que da mucho que pensar, hasta que punto cuando se vota, la gente sabe realmente las consecuencias,!!!???
ResponderEliminarMuy bien explicado, realmente traerá consecuencias y es algo que da mucho que pensar, hasta que punto cuando se vota, la gente sabe realmente las consecuencias,!!!???
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