lunes, 14 de julio de 2014

Acoso al buscar trabajo

He sido involuntario testigo directo de una agresión. Lo que sigue es un hecho real, no hay nada inventado.

Todo comienza con un anuncio publicado en la prensa de Salamanca. Ofrecen un trabajo “fijo” (todo lo fijo que puede ser un trabajo en estos momentos en España) para una licenciada en la Universidad de Salamanca, con buen expediente académico, conocimientos demostrables de fotografía, vídeo, varios programas de edición y experiencia en redes sociales.

Seguramente varias candidatas optan al puesto de trabajo. Una de ellas es una persona muy cercana a mí. Está ilusionada, pues ha enviado su currículum y le han contestado con entusiasmo, han intercambiado varios correos y la han citado para una entrevista ¡cómo no estar ilusionada, ante tales perspectivas!

Tiene que hacer un viaje muy largo para la entrevista, pero, nada importa cuando se trata de conseguir un buen trabajo. Un viaje desde Bruselas, donde está, como tantos otros jóvenes intentando conseguir experiencia e idiomas, a León. Muchas de las personas más valiosas, cuando concluyen sus estudios en España no dudan en buscar fuera lo que no hay dentro. Cada dificultad que encuentran es para ellos un reto y una oportunidad para aprender.

El día anterior a la entrevista la llaman para hacerla entorno a una comida en el Hostal San Marcos, el restaurante del Parador, uno de los más caros de León. Parece raro, pero, en fin, paga el empresario, así que allí va.

Quien ofrece el trabajo parece que es muy conocido en la ciudad, un señor mayor que le presenta a varias personas que se va encontrando como "su nueva colaboradora". Al comienzo todo parece normal, salvo una familiaridad y acercamiento más allá de lo necesario para valorar si alguien es o no apropiado para un trabajo. Concluida la comida, insiste en llevarla a ver la empresa, pero más tarde conduce el coche a sus propiedades en varios pueblos. En ningún caso aclara si van a ver alguna instalación, almacén o qué. Las insinuaciones, comentarios, roces, besitos en la cara a la menor ocasión e intentos de coger las manos aumentan hasta lo insoportable.

Los comentarios no tienen nada que ver con el trabajo y giran a cuestiones personales, como su vida sentimental, lo que hace y deja de hacer con sus empleadas (y deja claro que se acuesta ocasionalmente con una de ellas) sus andanzas y hazañas. Todo ello junto con elogios sin sentido para alguien a quien no se conoce, como ¡que iba a ser la mano derecha de su empresa! o que las otras trabajadoras ya la tenían envidia porque “iba a mandar sobre ellas” (¿?).

En uno de los pueblos por donde pasa, para el coche y se empeña en enseñarle una de sus casas: su piscina cubierta, su salón, su vajilla,… su dormitorio… hasta ese momento la chica ya le había dicho varias veces, cada una de ellas más seriamente que la anterior, que no comprendía cual es la relación entre lo que estaban viendo y el trabajo, pero aquí, se planta y le exige que la lleve de nuevo a León. El famoso empresario, con sus muchos millones, o no es capaz de distinguir la diferencia entre lo personal y lo profesional o la conoce muy bien, pero está acostumbrado a comprarlo todo y a que nadie le diga que no a nada. Parece que Berlusconi o Jesús Gil son sus modelos vitales, modelos que en lo relativo a la gestión han demostrado su fracaso. Es una mezcla entre un gallo y ... una antigüedad.

En la imagen, "el gallo de León", una verdadera antigüedad.

El caso es que regresan por fin a León, tras varias horas en la que la chica se ha sentido acosada, con una presión que –no me cabe ninguna duda- no todas las mujeres hubieran aguantado. Ha demostrado tener dignidad. Seguirá formándose y encontrará un trabajo real, donde se valore la capacidad, el conocimiento y el entusiasmo y no el género o la capacidad de hacer como que se deja seducir por un baboso.

Ignoramos lo que está ocurriendo, pero esto es una parte de la realidad. Hay muchos personajes sin escrúpulos que intentan conseguir con el poder que da el dinero lo que no pueden obtener en su vida privada. Este en concreto juega a ofrecer tal vez lo más deseado, un puesto de trabajo.

Estad atentos ante los acosadores psicológicos y morales que intentan el mobbing, el chantaje sexual y la humillación incluso antes de comenzar el trabajo. Todos tenemos familiares y amigos que necesitan trabajar, prevenidles, ahora el acoso a veces comienza ... al pedir trabajo.

Insisto, esto no es inventado, es un caso real ocurrido el día 12 de julio de 2014.

1 comentario:

  1. ¡Vergonzoso!. Ojalá la protagonista de esta terrible experiencia no haya sido la persona cercana a ti que suponemos. Javier y Montse.

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