martes, 27 de junio de 2017

Braña de los Tejos y Peña Ventosa 06-2017

La Braña de los Tejos es un precioso tejedal situado en la sierra de la Cuerres, al Este del desfiladero de la Hermida. Está a unos 1.400 metros de altitud y no hay caminos cortos para llegar. Al parecer la vista desde allí es de las que se recuerdan. Nosotros tuvimos niebla, así que de vistas, poco, pero de magia y belleza, un montón.


Además, para llegar hay que pasar por otros lugares espléndidos. Bosques, valles encajonados y la enorme presencia de los Picos de Europa como telón de fondo.

Uno de los lugares próximos es Peña Ventosa, un llamativo pico que destaca sobre los demás por sus enormes paredes que caen sobre el desfiladero. El objetivo de este día era cerrar una jornada para la futura salida con el grupo la Facendera que organizan Manolo y Eloy para mediados de septiembre.

Íbamos siete personas; cuatro subieron desde Salarzón y los otros tres, tras dejar el segundo coche en Lebeña, lo hicimos desde San Pedro de Bedoya.

El camino pasa por una zona de gruesos castaños antes de adentrarse en territorio de robles y más tarde de hayas. En el collado, continuación de la Peña hay un refugio de piedra para ganaderos. Más adelante hay otro muy bien cuidado, con la parte inferior para ganado y la superior para personas, forrado de madera. Ambos tienen chimeneas. Dos buenos lugares, especialmente el segundo, para cobijarse en caso de emergencia.


Desechamos la idea de subir a la Peña, dado el mal tiempo y seguimos hasta la Braña de los Tejos. Allí, tras disfrutar del lugar y recorrer cada metro, iniciamos el descenso hacia Lebeña, por un camino para disfrutar, con fuerte desnivel, pero bien trazado y entretenido.

El domingo nos dividimos, unos fueron a Fuente De, subieron en el teleférico e hicieron la travesía hacia el pico de la Padierna, un maravilloso mirador sobre la Vega de Liordes, para descender luego por el camino de los Tornos.

Manolo y yo nos dirigimos hacia Peña Ventosa, subiendo esta vez desde Salarzón. En esta ocasión la climatología fue benigna y nos permitió completar la subida sin incidencias. Peña Ventosa es un maravilloso mirador. Se asciende tras completar un pequeño cresteo y un par de trepadas, que no son difíciles pero tienen su peligro, sobre todo si hubiera humedad, dado que hay un cierto "patio".


Tras bajar de la Peña, fuimos hacia Fuente De, donde hicimos un recorrido circular por la pista que comunica Fuente De con Pandetrave y regresando por las campas de Bustantivo y el relajante bosque bajo la Peña Remoña.


Pincha aquí para ver algunas fotos de estas salidas.

sábado, 17 de junio de 2017

Madeira. Ciudades y costas

En nuestra visita a Madeira estuvimos alojados en dos apartamentos, el primero próximo a Funchal y el segundo en San Vicente. Hay varios atractivos que deben conocerse cuando se visita la isla.

Curral das Freiras es un pueblo situado en el interior de una antigua caldera volcánica, cuyo acceso original sólo podía hacerse atravesando un puerto de montaña, lo que salvaba a las monjas que fueron a vivir allí de las incursiones de los piratas. Lo mejor es subir directamente al mirador de Eira do Serrado, desde donde se tienen unas vistas espectaculares.


También son espectaculares las vistas desde el cabo Girâo, el segundo más alto del mundo.


Las ciudades costeras del norte, aparte de su paisaje brutal provocado por el ascenso radical de las montañas desde el mar, tienen rincones muy interesantes. Las piscinas naturales de Seixal y Porto Móniz son una gozada.

Las carreteras antiguas en si mismas son ya un espectáculo: se retuercen, suben pendientes inverosímiles o van por huecos tallados en paredes; algunas tienen tanto valor como las levadas. Una nueva red de carreteras atraviesa la isla perforándola en multitud de túneles, lo que permite una comunicación fácil, pero, ojo con las carreteras que quedan, con sus abismos y sus peligrosa y constante caída de piedras (mejor llevar el seguro a todo riesgo con el coche de alquiler si vais a circular por ellas). Y hablando de infraestructuras, el aeropuerto también tiene lo suyo. Se hizo una ampliación que está sostenido por grandes columnas y realmente impresiona cuando se va llegando desde el aire.

En Funchal, para mi lo más reseñable son los numerosos jardines y parques, repletos de flores y especies vegetales. En el antiguo barrio de pescadores, junto al precioso mercado de los Lavradores, han pintado las puertas de las viviendas, algo parecido al Barrio del Oeste de Salamanca. CR7 tiene su hotel, su museo y su estatua, aparte de dar el nombre al aeropuerto.


Reseñable también la comida, magnífica, como suele ser habitual en Portugal. Es obligado probar la espetada de carne de vaca, ensartada en una vara de laurel y asada a la brasa. El pescado más habitual en los restaurante es lo que llaman "espada", que es el "sable negro". Delicioso y bien de precio en general.

Como curiosidad, en una ladera cercana Funchal está Monte, con un cuidado jardín y que es el lugar desde donde se lanzan los "Carreiros", unos cestos fabricados con madera y mimbre que se deslizan a modo de trineos biplaza por las calles para bajar hasta la ciudad. Desde comienzos del siglo XIX la burguesía acomodada subía a tomar el fresco a Monte y bajaba en estos cestos, guiados por dos "carreiros".

Otra curiosidad: las lagartijas, presentes en todas partes.

Pincha en este enlace para acceder a una colección de fotos.

Madeira. Cabo de Sâo Lourenço

El cabo de San Lorenzo es otro de los lugares clásicos para caminar de Madeira. Existe un sendero protegido, con escalones en algunos puntos y barandillas, por el que se hace un recorrido de unos 7 km con un desnivel acumulado de 500 m.


Se recorren acantilados espectaculares, no sólo por su tamaño sino por su composición, de origen volcánico, con columnas basálticas bien formadas. Por las paredes cortadas se pueden apreciar fallas, diques y estratos con diferentes materiales que le aportan gran belleza. Una delicia estética y un reto para los geólogos.

Como en el caso del pico Areeiro, se trata de un sendero muy popular, así que quien vaya, debe saber que se encontrará con mucha gente. Sin embargo, sigue mereciendo la pena pasearlo.

Pincha aquí o en la foto para acceder a una presentación de fotos del Cabo de Sâo Lourenço.

viernes, 16 de junio de 2017

Madeira. Levadas y Barrancos

Madeira tiene dos zonas climáticas bien diferenciadas. El Norte, donde los bosques de laurisilva (patrimonio de la humanidad) atrapan la humedad y el sur, seco y más caluroso. Las levadas son canales que llevan el agua desde los cursos superiores de los ríos y torrentes a los puntos de consumo. Muchas de ellas, efectúan grandes recorridos desde la parte norte hasta el sur. En una isla con tantos accidentes geográficos, deben atravesar montañas a través de túneles, pasar por paredes verticales, cruzar por puentes y atravesar bosques. Este sistema de recogida de agua  alcanza casi todos los lugares de Madeira. Al parecer, las primeras comenzaron a construirse en el s. XVI y todas ellas sorprenden por su atrevimiento. Sin duda son obras de ingeniería dignas de admiración.


Los miles de kilómetros de levadas (dicen que hay 2.500 km) se pueden recorrer en gran parte, no sin dificultad en algunos casos, por los senderos adyacentes o por la misma construcción. Atraviesan por lugares sonde mejor no tener vértigo y en todas ellas se pueden admirar flores y vegetación exuberante, como corresponde al bosque del norte.

Sólo caminar por las levadas, ya supone una gozada. Además, en muchos casos, son las vías de acceso y salida de barrancos.


Las levadas que recorrimos en parte fueron la de Furado, repleta de flores, como el jardín más hermoso de Madeira, la de 25 Fontes, con un túnel de 800 m de longitud y que termina en una cascada y lago paradisíacos, la de Risco, también con vistas a una estética cascada y la que da acceso a Caldeirado Verde y Caldeirao do Inferno, dos lugares impresionantes (la foto de arriba es de Caldeirao Verde) y verdaderamente recomendables.


Con respecto a los barrancos, durante el mes de junio se celebró una reunión internacional de barranquismo, que fue la disculpa principal que tuvimos un grupo de amigos para visitar la isla. Juanjo, Juan, Macri, Jose, Mari Ángeles, Escubi y yo hicimos varios de los barrancos previstos a los que tuvimos acceso con los permisos que gestionó la organización. Los barrancos estaban perfectamente equipados y nos facilitaron el acceso a las cabeceras, algunas situadas a más de una hora de distancia en coche.

Hicimos los barrancos de Pedra Branca, Ribeira Funda, Hortela Superior, Seixal Superior, Passo inferior y Paul do Inferno.

Como decía en un post anterior, descender estos barrancos, algunos con cascadas imponentes, es entrar en un mundo mágico de verdor, agua y verticalidad. Hacerlo además con mis amigos que me dan la seguridad total que se precisa para embarcarse en una actividad como esta, es un privilegio.

¡Volveremos!

jueves, 15 de junio de 2017

Madeira. Picos Areeiro y Ruivo

He tenido la suerte de poder disfrutar de unos días en Madeira. El objetivo fundamental era participar en una reunión de descenso de cañones. Estas formaciones alcanzan en Madeira una categoría que les da fama mundial. Las condiciones orográficas crean saltos vertiginosos, encajonamientos enormes y de gran belleza en un entorno natural siempre verde. No por casualidad, la mayoría de los cañones están situados en la parte más húmeda, donde crecen los bosques de laurisilva. La sensación cuando se rapela una cascada vertical, con las paredes tapizadas de todos los tonos de verde es difícil de entender. Se diría que estamos en un gigantesco decorado en el que somos minúsculos puntos. El ruido del agua, el vacío bajo los pies y la armonía de los paisajes hace que me sienta como en un mundo diferente. Sólo la tensión que obliga a mantener los cinco sentidos en las maniobras de cuerda me une al mundo real.


Pero los atractivos de la isla no se reducen a esto. La vegetación, las costas, los senderos y paisajes merecen una visita sosegada. Mención especial merecen las formidables levadas, canales que atraviesan la isla con pequeños desniveles y que permiten caminar por lugares que de no existir serían imposibles de conocer.

Han sido tantas las actividades reseñables, que voy a preparar varias colecciones de fotos: Una con el macizo central, otra con las levadas y otra con los entornos de San Lorenzo, Seixal, los cañones y Funchal.

En este post, mostraré el sendero que une los picos Areeiro y Ruivo, en el centro de la isla. Se trata de un camino exigente si se hace de ida y vuelta. Podría hacerse con dos coches, pero es complicado dado que los puntos de acceso están muy distantes. Si ve lleva una furgoneta con conductor, sería perfectamente factible.

Todo el camino es un mirador. Atraviesa por lugares inverosímiles, por túneles y escaleras, salvando precipicios a ambos lados de la divisoria. Si se hace de ida y vuelta hay que salvar un desnivel acumulado de unos 1000 m y una distancia de 15 km. El camino está acondicionado con escalones tallados, escalas metálicas y casi siempre dispone de barandilla con cable metálico, si bien los desprendimientos la van deteriorando. Es un camino muy popular, pero aunque haya gente, merece la pena hacerlo; viene a ser como el Cares de Madeira.

Pincha aquí o en la foto para ver una presentación de fotos del recorrido.

jueves, 1 de junio de 2017

Los corrales de Navalosa

Navalosa, en la provincia de Ávila, es una localidad que ofrece algunos atractivos culturales y patrimoniales de un alto valor. Entre otras cosas, cuenta con la mayor concentración de “corrales” con techo vegetal que existe en Castilla.

Los corrales son edificaciones de piedra con planta cuadrada u ovalada, con tejado soportado por vigas de madera y techo de piornos. Fueron usados durante siglos para recoger al ganado. En la planta superior cuentan con un acceso independiente para meter el heno y los materiales necesarios para los pequeños cultivos o para la atención del ganado. Tienen mucho que ver con las pallozas o las cabanas de teito que creíamos únicas de pequeños reductos del norte de España. Junto a ellos suele haber un chozo techado con lajas de piedra para refugio de pastores, además de otras construcciones.
Están en el mismo pueblo y sus alrededores, pero especialmente se concentran en el despoblado de Navalvao, al otro lado del Alberche.


Algunas puertas conservan todavía las sorprendentes cerraduras de madera, con tranca y llavín, ya desaparecidas prácticamente de los pueblos serranos.

Hace más de doce años, Carmen y yo tuvimos la enorme suerte de conocer a dos personas que utilizaban una de estas cabañas. Nos lo enseñaron, nos abrieron las cerraduras de madera y nos hablaron de su modo de vida. Ahora, creemos imposible volver a disfrutar de una experiencia como aquella.


Desafortunadamente, el estado de conservación de los corrales es muy malo. El abandono de las tareas ganaderas y lo antieconómico de su mantenimiento (pues debe renovarse cada año una parte del techado vegetal de piornos) ha hecho que muchos se hayan perdido y otros estén al borde la ruina. Aún se conservan algunos en uso, pero se van deteriorando de modo irreversible. Otros -donde el paso del tiempo aún es clemente- nos permite contemplar su estructura, los pesebres, las vigas e incluso restos de utensilios que nos hablan de su pasada actividad.

Es sorprendente que joyas culturales tan impresionantes como son los corrales de Navalosa se estén perdiendo sin remedio.

Los propietarios de las cabanas de teito en Somiedo y de las pallozas en Los Ancares reciben subvenciones de la Comunidad Autónoma. En la Braña de La Pornacal, un panel informa textualmente ”restaurada con ayuda de fondos del programa europeo LIFE”. 

Hace algunos años la Diputación de Ávila ayudó a restaurar dos corrales en Navalvao; son casi los únicos en pie, pero no se usan, con lo que ya están sufriendo el paso del tiempo. Los que mejor se conservan son los que tienen uso, aunque algunos están divididos y, mientras una parte está razonablemente bien, la otra se cae sin remedio. 

Se que es difícil pero ¿no habrá ninguna institución que pueda y quiera comprometerse a salvar este patrimonio? o... ¿será ya demasiado tarde? Navalosa ya tiene el precedente de una recuperación con éxito: la tradición de "los Cucurrumachos" en el carnaval.

Otro de los atractivos de Navalosa son sus magníficas eras, que también se van ocupando por edificaciones y desapareciendo poco a poco.

La premisa principal para que se conserve este patrimonio, sean las cerraduras de madera, los corrales, las eras, los potros de herrar o los almeales, es que todos nosotros, pero muy especialmente los habitantes de los pueblos, seamos conscientes de su importancia y valor. La preservación de estos bienes tiene un negro futuro mientras los propietarios y la Administración lo consideren algo antiguo, feo o que haya que ocultar, en lugar de algo que se debe recuperar y mostrar con orgullo a las próximas generaciones y a los visitantes que -cada día más- van a desear conocer la historia real, la vida tal y como fue, lejos de la uniformidad actual. La existencia de estos bienes culturales en Navalosa y su promoción turística es además una fuente de ingresos que no debería ser despreciada.

Pincha aquí para ver una colección de fotos desde el año 2005 hasta mayo de 2017.