domingo, 28 de mayo de 2017

Pinar de Hoyocasero, mayo 2017

El Pinar de Hoyocasero, muy especialmente al final de la primavera, es un espectáculo digno de ser admirado. Esta joya botánica está situada entre las sierras del Zapatero y el macizo oriental de Gredos, próximo al río Alberche. Allí, unas 500 especies botánicas se juntan en el reducido espacio de un pinar escondido.


El roble melojo trata de recuperar su espacio natural, pero los pinos silvestres, algunos de gran tamaño, continúan resistiendo, gracias a su explotación comercial, tal y como viene haciéndose desde el s. XV. El provecho económico de su rica madera es en este caso garantía de conservación.

En la primavera y el verano van apareciendo diferentes flores que adornan este espacio único, rara isla vegetal donde abunda una sorprendente vegetación atlántica.

Las laderas orientadas al norte se tapizan del las joyas del pinar, las extraordinarias flores del viento (Pulsatilla alpina): Estas plantas aparecen, como dentro de un cofre, en esta isla vegetal alejada de su entorno bioclimático óptimo.


Pero además de la flor del viento, en este momento también también abundan otras flores espectaculares como las dos especies de peonías, la hierba centella (Caltna palustris), la aguileña (Aquilegia vulgaris), el sello de Salomón (Poligonatum odoratum), la centaurea (Centaurea montana) o varias especies de orquídeas. También están en plena floración las Senecio Coincyi, reintroducidas hace algunos años tras su extinción del pinar y que prosperan nuevamente con éxito.



En las fotos anteriores aparecen la peonía, la for del viento y el sello de Salomón. Debajo algunas otras como
Senecio Coincyi

Aguileña           

Centaurea         

Hierba centella 

...y otras muchas. 

La visita al pinar es recomendable durante la primavera y el verano, pues las flores van apareciendo según el momento. 












miércoles, 17 de mayo de 2017

El flysch entre Zumaia y Deba

La costa entre Zumaya y Deva, en el oeste de la provincia de Guipúzcoa, alberga formaciones rocosas que han ayudado a comprender la historia geológica de la tierra. Como un libro con miles de hojas, los estratos muestran a los expertos los movimientos de las placas, los periodos de glaciación y calentamiento, los animales marinos e incluso marcan con claridad la extinción masiva provocada por la caída de un meteorito hace 66 millones de años. 

Pero además de su enorme importancia científica, reconocida a nivel mundial, la costa es de una belleza y singularidad extraordinaria. 
La formación de estratos que podemos apreciar en esos pocos kilómetros de costa, reciben la denominación de “flysch”. Su origen es sedimentario, provocado por materiales arrastrados hacia el fondo del océano por corrientes, movimientos sísmicos u otros fenómenos. Las capas más duras resisten mejor la erosión, originando formaciones espectaculares.


La fuerza del mar provoca la existencia de una “rasa mareal”: el flysch aparece frente a los acantilados con la marea baja y desaparece de nuestra vista con la marea alta.


Con independencia de su valor informativo, el flysch del geoparque guipuzcoano me provoca admiración y entusiasmo. Teníamos su referencia a través de amigos, que lo visitaron hace unas pocas semanas y habíamos visto fotos, pero, como tantas otras veces ocurre, sólo cuando lo ves en persona llegas a comprender cómo es este lugar.

Nos informamos de las mareas, pues el recorrido junto al mar, sobre la rasa, sólo se puede hacer con marea baja. Comenzamos en Zumaia e hicimos el recorrido hasta Deva. No todo el tiempo se puede ir junto al mar; hay que salir a los senderos interiores, que van asomándose sobre los acantilados en magníficos miradores.

Los primeros acantilados en Zumaya nos muestran un paisaje que parece pintado, más que real: el fuerte verde de los prados que acaba bruscamente sobre las placas blancas, las distintas rugosidades y marcas, los derrumbes que crean figuras y cuevas, las líneas paralelas que se ven bajo el agua, los dientes de sierra por todas partes donde se rompen las capas. Todo contribuye a reforzar un conjunto magnífico.



Sakoneta, la gran cala rocosa en mitad del recorrido, es como una catedral protegida por campos de piedras hincadas. Descubrirlo tras un cabo, caminando junto al mar, es algo que recomiendo vivamente.

También me parece importante que cuando vayáis, hayáis leído previamente al menos parte de la abundante información que existe en internet o en publicaciones, para comprender mejor el recorrido.

Los pueblos cercanos también tienen gran interés. La portada de la iglesia de Deba, gótica y policromada en el s. XVI es magnífica. En Mutriku, aparte del propio pueblo, está ubicada la primera central generadora de energía mediante el oleaje. La localidad de Getaria también tiene un emplazamiento y carácter digna de apreciar, aparte de la singularidad de su iglesia, con el suelo inclinado y un túnel por el que circulan vehículos bajo la cabecera. 


En otro orden de cosas, también merece la pena acercarse a ver las pinturas rupestres de la reproducción de la cueva de Akain, en Zestoa, declarada patrimonio de la humanidad.

Pulsa aquí, o en las fotos,  para ver una colección de imágenes.

lunes, 8 de mayo de 2017

Barrancos en valle del Pas. 05-2017


En el valle cántabro del Pas no sólo se comen riquísimas quesadas y sobaos. Además hay unas montañas, valles y paisajes espectaculares.

Este fin de semana hemos ido a recorrer algunos de sus muchos barrancos. En esta ocasión partiendo de Pandillo, junto a Vega del Pas.

Aunque no traían mucha agua, la sucesión de escalones formada por diques en la roca caliza crea unos descensos formidables.

Pincha aquí o en las fotos, para acceder a una galería de imágenes.


viernes, 5 de mayo de 2017

¿De dónde viene el nombre "canal de los Geógrafos"?, Gredos 01/05/2017

Nos despedimos de la nieve en Gredos por este año con una salida en la que subimos a la portilla entre el Almeal de Pablo y Risco Moreno. 

El tramo final tenía hielo entre las rocas, lo que desaconsejaba su ascensión. Es un tramo sencillo, aunque inclinado y con un patio considerable, así que, si no se puede asegurar debidamente, lo mejor es posponerlo para otro día. 

El descenso lo hicimos por la canal de los Geógrafos. El origen del nombre de esta canal, obviamente no es muy antiguo. Simplemente, como muchos otros accidentes geográficos situados en lugares de difícil acceso, no tenía un nombre asignado. 


A finales de los años 70 del siglo pasado hubo una campaña llevada a cabo por geógrafos del I.G.N. Su objetivo esta cartografiar Gredos para renovar y corregir los mapas (la mayoría de ellos militares). Para poder hacer su trabajo necesitaban la ayuda de conocedores del terreno y de montañeros. La persona que más conocía Gredos era Aurelio Delgado Sánchez, con quien contaron antes de montar su campamento de verano en la base del Almeal de Pablo. Aurelio, que ya había publicado la primera edición de su mapa en 1975, les ayudó también a contratar a unos chicos que les portearan los materiales de observación, las tiendas y los víveres. Algunos de esos chicos eran el germen de lo que empezaba a ser el Grupo de rescate en montaña de la Cruz Roja de Ávila. No puedo recordar quiénes estuvieron haciendo el trabajo, pero uno de ellos era Jose Ramón San Sebastián "Isidrías" (mi hermano). Al menos estuvieron también Bubi y Carlos Delgado. Si me informan de alguno más, lo pondré en este post. 

Durante algunos días estuvieron subiendo y bajando materiales por la canal menos empinada que accede hacia el Venteadero desde la Hoya de Antón. No es la más directa, pero sí la más cómoda para cargar materiales arriba y abajo. Además, era la que les había dicho Aurelio que utilizaran. Los chavales estaban encantados; trabajaban como mulas, pero cobraban un bien dinerillo y estaban en la montaña ¿Qué más podían pedir?

Aurelio tomó buena nota y bautizó a la canal con su nombre actual, lo que los geógrafos también aceptaron. Los trabajos concluyeron y el tiempo pasó. En 1992 Aurelio sacó a la luz su segunda edición del mapa, que ya incluía una ampliación de la zona del Circo, además de otras mejoras. En ella aparece por primera vez el nombre de "Canal de los Geógrafos".


Aquí, bajando de la portilla del Almeal:


Pincha aquí o en la foto para acceder a una colección de fotos de la jornada.

La protegida ondulación entre el Almeal y el Venteadero fue un lugar en el que varias veces hicimos vivac. Fue también el lugar en el que los geógrafos estuvieron acampados cuando la canal que hoy bajamos tomó su nombre.

Es una bonita historia, poco conocida, de un lugar fascinante, un balcón magnífico, sobre el que también se asomó Unamuno muchos años atrás. A partir de ahora, cuando pases por allí, sabrás un poco más de las pequeñas historias de Gredos.