El 28 de enero se conmemora otro de esos días internacionales que suelen pasar desapercibidos para la mayoría de la población, en este caso, el día mundial de la reducción de emisiones de CO2.
El CO2 proviene fundamentalmente de la quema de combustibles fósiles, lo que implica emitir a la atmósfera el CO2 que estaba atrapado en el interior de la tierra. Somos conscientes de la importancia de evitar el calentamiento global provocado por los gases de efecto invernadero, y en especial por el CO2. La industria es la principal contaminadora, pero todos y cada uno de nosotros también podemos hacer algo, actuar directamente para limitar nuestra huella de carbono.
Hay una iniciativa que está tomando fuerza, especialmente en el Reino Unido y que sería muy sano que se extendiera y es poner en las etiquetas de los productos, especialmente los alimentarios su huella de carbono, es decir, la cantidad de gases de efecto invernadero que se ha liberado, desde su producción a su reciclaje o eliminación.
El CO2 proviene fundamentalmente de la quema de combustibles fósiles, lo que implica emitir a la atmósfera el CO2 que estaba atrapado en el interior de la tierra. Somos conscientes de la importancia de evitar el calentamiento global provocado por los gases de efecto invernadero, y en especial por el CO2. La industria es la principal contaminadora, pero todos y cada uno de nosotros también podemos hacer algo, actuar directamente para limitar nuestra huella de carbono.
Hay una iniciativa que está tomando fuerza, especialmente en el Reino Unido y que sería muy sano que se extendiera y es poner en las etiquetas de los productos, especialmente los alimentarios su huella de carbono, es decir, la cantidad de gases de efecto invernadero que se ha liberado, desde su producción a su reciclaje o eliminación.
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