En la madrugada del pasado jueves ocurrió un accidente catastrófico en una fábrica de fertilizantes en Waco, Texas (USA), con resultados devastadores. Ni siquiera saben todavía el número de muertos que ha habido, pero de momento hay 14 confirmados y 160 personas heridas.
La fábrica había sido denunciada en varias ocasiones por ciudadanos que habían notado molestias por olores y posibles fugas de productos químicos. En 2006 fue investigada y multada por la Agencia de Protección Ambiental (EPA) por falta de mantenimiento y capacitación de algunos trabajadores. En 2011 sus deficiencias estaban teóricamente corregidas. En su plan de emergencia preveía como una posible crisis la fuga de amoniaco, tóxico por inhalación pero no altamente inflamable en condiciones normales. En 2012 almacenaba 270 toneladas de nitrato de amonio (uno de los fertilizantes más usados en el mundo debido a su alto contenido en nitrógeno), al parecer, el producto que provocó esta enorme explosión. A pesar de que pueda parecer mucha cantidad, no era una fábrica muy grande para lo que es usual; más bien al contrario.
El nitrato de amonio (aquí su Ficha Internacional de Segurida Química) se produce normalmente a partir de amoniaco y ácido nítrico. Es además un producto secundario de la fabricación de fertilizantes combinados de nitrógeno, fósforo y potasio (NPK). Si bien no es combustible en condiciones normales, es comburente (es un fuerte oxidante que facilita la combustión de otras sustancias) y en caso de calentamiento intenso se descompone y puede provocar explosiones que generan humos tóxicos e irritantes. Aquí puedes acceder a todas las caracterísiticas (Ficha de la base de datos RISCTOX, de ISTAS-CCOO).
Todo parecer indicar que el accidente se produjo debido a un incendio previo que calentó una masa de nitrato amónico hasta que esta explotó con los resultados conocidos.
La fabricación de fertilizantes presenta riesgos laborales, medioambientales y potencialmente catastróficos, por lo que está sujeta a una rigurosa legislación (al menos en España). Se utilizan en su proceso industrial productos químicos que pueden derramarse, emitir partículas y gases y ser vertidos como residuos sin control suficiente.
En Salamanca existe una de las 14 plantas fabricantes de fertilizantes que hay en España: Mirat, que como probablemente sabes está en la Avda. de la Aldehuela. Se trata de una fábrica que lleva allí desde 1812. Actualmente produce una marca de fertilizantes muy conocida llamada "Vitaterra". De la propia web de Mirat se saca que producen fertilizantes combinados NPK. Nada hace sospechar que puede tener defectos que pudieran provocar un accidente similar; tienen las certificaciones de calidad de gestión integrada ISO 9001 y 14001.
No obstante, provoca inquietud el hecho de que esté situada dentro de la ciudad, con sus chimeneas expulsando humo justo al lado del único parque (que merece tal nombre) de Salamanca, los Jesuítas. En su proximidad hay una zona muy poblada donde periódicamente se perciben olores a productos químicos. Aunque cumplan los controles de calidad, es evidente que está habiendo emisiones. Los poderes públicos estatales y municipales nunca han destacado por su control y tenemos experiencia ajena sobrada de ver cómo los expertos internos nunca encuentran tóxicos que los expertos externos califican como tóxicos.
Hace algún tiempo estuvo a punto de ser vendida para construir viviendas. Teóricamente la fábrica sería trasladada a Babilafuente, San Morales u otra zona alejada de la ciudad. Al final se frustró el negocio por la crisis.
Las naves donde está construida tienen en su interior los restos de un convento que fue saqueado por los franceses en la guerra de la independencia pero que aún conserva elementos de valor, como el arco que se muestra en la foto, que al parecer es obra de Juan de Álava.
Creo que es un momento oportuno para exigir que las instalaciones industriales con los riesgos potenciales que se han descrito en este blog salgan de la ciudad. Para ello sería necesario el apoyo de las instituciones. No hay por qué ver esto como una forma de liquidar una empresa que da trabajo a salmantinos. En todo caso sí es momento para que la empresa haga una declaración que tranquilice a todos acerca de su control de riesgos (incluido el riesgo de toxicidad en todos sus procesos y obviamente la previsión de riesgos catastróficos).