martes, 27 de noviembre de 2012

Seguridad en la web


Ha sido muy comentada la dimisión del Director de la CIA como consecuencia de la publicación de algunos correos electrónicos personales donde, al parecer, se demostraban sus relaciones extramatrimoniales.

Por suerte en España, al menos hasta ahora, la vida privada de los personajes públicos no ha tenido una gran repercusión, a pesar de que circulan noticias, reportajes e incluso libros al respecto.

Con independencia de lo meapilas que se puede llegar a ser con respecto a algunas materias, o de la falta de coherencia que demuestran alguno de nuestros muy católicos gobernantes, creo que debemos hacer una reflexión más importante: si se pueden poner al descubierto los correos personales del director de la CIA ¿qué no podrá ocurrirnos al resto de los mortales?

Nuestros datos personales son vulnerables. Hay personas que no tienen inconveniente en publicar en redes sociales sus datos privados, allá ellos. El problema es que se conozcan los datos que no queremos por personas cuyas
intenciones no conocemos.

Vamos hacia una sociedad donde cada vez se usará más la comunicación informática. Hace poco tiempo nadie se atrevía a usar el ordenador para comprar billetes de tren, autocar, avión, reservar hoteles, viajes, consultar y manejar las cuentas bancarias, comprar entradas para conciertos, hacer matrículas de estudios, hablar con gente que está en el extranjero, ver en la pantalla a nuestros interlocutores, liquidar impuestos... Todo eso y más yo lo hago de forma habitual.

Como ya es algo habitual en nuestras vidas, puede ocurrir que no tomemos todas las medidas de protección necesarias. Podemos pensar que nuestros correos no tienen interés para nadie excepto para quien los recibe, pero atención, porque las circunstancias cambian con el tiempo y en algunas ocasiones podemos enviar datos sensibles, desde el punto de vista económico y personal, además de que puede tener repercusión para terceras personas. En cualquier caso, que todo el mundo sepa que espiar un correo electrónico es un delito, castigado en el código penal.

Para evitar disgustos, más vale que lo tengamos en cuenta y adoptemos las medidas de protección personal, la mayoría de ellas de simple sentido común.

-         No compartir contraseñas. Cambiarlas periódicamente. Que sean “fuertes”, mejor con números, mayúsculas, minúsculas, símbolos, etc.
-         Evitar tener la misma contraseña para todo.
-         Evitar respuestas obvias a las preguntas de seguridad, por ejemplo, a la pregunta ¿dónde estudiaste? Puedes responder de forma incongruente, p.e: aceituna (el problema de todo lo anterior es que no nos acordemos, con lo cual tenemos que escribirlo en algún sitio, que obviamente debemos tener custodiado).
-         Utilizar el campo CCO (con copia oculta) cuando enviemos un correo a un grupo de personas
-         Cerrar sesiones utilizando los botones de salida cuando dejemos de utilizar los programas.
-         Mantener un sistema de protección antivirus, espías, etc, en el ordenador.
-         Evitar entrar en webs de bancos u otras sensibles a través de banners, hacerlo desde el buscador o escribiendo directamente la dirección.
-         Asegurarse de que cuando damos datos personales la página sea segura (es necesario que en la barra de direcciones indique “https” y la imagen del candado).

Artículo de El País sobre el tema

3 comentarios:

  1. Qué ricas las albóndigas :) gracias, papi!!!! la próxima lentejas. O croquetas.... qué hambre me está entrando.
    Mi padre preferida, como siempre, “lo que nos pida”. jajaj
    Besitos tqm

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