El domingo pasado caminábamos por la parte superior de los Galayos, en Gredos. Antes de llegar a los Pelaos vimos un globo de color blanco en el suelo, entre unas piedras; uno de esos que se suelen inflar con helio. Lo extraño era que en su interior tenía un objeto.
Tenemos por costumbre tratar de dejar la sierra más limpia que como la encontramos, así que cogimos el globo para tirarlo cuando llegáramos abajo. Al explotarlo, sorpresa, nos encontramos con que el objeto del interior era una pequeña linterna de un LED, alimentado con dos pilas botón.
En las imágenes, los restos del globo y la linterna y un detalle de la linterna de LEDs:
Parecía claro que habían utilizado esos globos en alguna celebración. Alguien compra cientos de globos iluminados y los sueltan simultáneamente para ver el cielo lleno de lucecitas, qué bonito ¿no? Toda la gente mirando hacia arriba con la boca abierta y felicitando a quien tuvo la feliz idea.
Lo que a nadie parece importar es qué ocurre con el artilugio cuando –inevitablemente- cae a tierra. El encapsulado de la pila se pierde con los agentes atmosféricos y termina liberando su venenoso contenido.
Hay pilas botón de diferentes tipos pero todas contienen algún metal contaminante, en muchos casos cancerígeno, como mercurio, litio, cadmio, níquel, plomo y óxido de plata. Antes o después, llegarán a los cursos de agua y de ahí, a animales y seres humanos.
Se están dando pasos para transponer una Directiva Europea que que limita la utilización de sustancias fuertemente contaminantes, pero los stocks fabricados y puestos en el mercado podrán seguir vendiéndose hasta finales del 2016. Millones de pilas botón pueden acabar hasta ese momento en cualquier lugar que no sea el contenedor de pilas para reciclar.
La sociedad del “comprar y tirar” nos lleva a atentar contra nuestra propia salud. Malgastamos recursos y nos envenenamos sin remedio a nosotros mismos y a quienes vengan tras nosotros.
Reciclar las pilas es absolutamente imprescindible, aunque muchas veces es casi imposible acceder a ellas, como ocurre en relojes, juguetes y artilugios de todo tipo. Como son baratas, la gente no tiene problema en comprar y tirar.
En mi opinión debemos tratar de de consumir cuanto menos pilas de todo tipo, mejor y por supuesto no usar ningún elemento sobre el que no tendremos el control de dónde irá a parar, como ocurre con los globos que comento ene este post. En mi opinión, semejantes objetos deberían estar radicalmente prohibidos. No nos engañemos pensando que sonpequeñas cantidades. Una cantidad muy pequeña puede contiminar grandes volúmenes de agua y no se venden pocas pilas, sino millones cada año.
NO COMPRES NI UTILICES JUGUETES O DISPOSITIVOS EN LOS QUE NO SE PUEDA CONTROLAR EL DESTINO FINAL DE LAS PILAS.