Se trata de una idea que ya se está aplicando en algunos lugares. Igual que en una biblioteca nos prestan libros que leemos y devolvemos en buen estado, lo mismo podría hacerse con otras cosas que no llegan casi a utilizarse y que terminan llenando armarios o trasteros hasta que nos hartamos y regalamos o -en el peor de los casos- tiramos a la basura.
Acabo de leer un artículo del blog "Alterconsumismo" donde nos explican la iniciativa. En primer lugar hay que hacerse socio y pagar una pequeña cuota anual. A lo largo del año se pueden alquilar hasta cuatro juegos a la semana, para tener durante un tiempo máximo de dos semanas. El precio del alquiler es unas veinte veces menos que el valor del juguete. El juguete debe ser devuelto en perfecto estado, en cuyo caso dan un punto. Con cinco puntos se tiene derecho a un alquiler gratuito. Si se devuelve el juguete dañado o con retraso, te multan. No sólo hay juegos para niños, también los hay para adultos.
En definitiva, se pueden usar, por ejemplo, veinte juguetes en un año, por el precio de uno, además de promover el buen uso y otras ventajas que se detallan en el artículo.
En cualquier caso, debemos evitar tirar a la basura todo aquello que pueda tener una "segunda vida". Si tiramos a la basura un mueble, una bici, ropa, calzado o juguetes, estaremos privando de su uso a personas que lo van a utilizar y probablemente incluso sacarán más provecho del que nosotros mismos sacamos.
Desde el punto de vista de consumo, no hay nada mejor que aprovechar las cosas y reutilizarlas ¿Qué motivos puede haber para no hacerlo? Podemos hacerlo por principios (del mismo modo que debemos ser donantes de órganos cuando ya no los necesitemos).
Sacar todo el provecho a lo ya usado es lo que vienen haciendo desde hace ya años un grupo de voluntarios de la Parroquia de Puente Ladrillo, en el proyecto del Ropero. Allí, no sólo facilitan que personas sin recursos obtengan medios para vivir, sino que se las apañan para enviar contenedores, sobre todo de ropa y libros a un barrio de Paragüay, Capiata. Os animo a que continuéis colaborando con ellos.
Acabo de leer un artículo del blog "Alterconsumismo" donde nos explican la iniciativa. En primer lugar hay que hacerse socio y pagar una pequeña cuota anual. A lo largo del año se pueden alquilar hasta cuatro juegos a la semana, para tener durante un tiempo máximo de dos semanas. El precio del alquiler es unas veinte veces menos que el valor del juguete. El juguete debe ser devuelto en perfecto estado, en cuyo caso dan un punto. Con cinco puntos se tiene derecho a un alquiler gratuito. Si se devuelve el juguete dañado o con retraso, te multan. No sólo hay juegos para niños, también los hay para adultos.
En definitiva, se pueden usar, por ejemplo, veinte juguetes en un año, por el precio de uno, además de promover el buen uso y otras ventajas que se detallan en el artículo.
En cualquier caso, debemos evitar tirar a la basura todo aquello que pueda tener una "segunda vida". Si tiramos a la basura un mueble, una bici, ropa, calzado o juguetes, estaremos privando de su uso a personas que lo van a utilizar y probablemente incluso sacarán más provecho del que nosotros mismos sacamos.
Desde el punto de vista de consumo, no hay nada mejor que aprovechar las cosas y reutilizarlas ¿Qué motivos puede haber para no hacerlo? Podemos hacerlo por principios (del mismo modo que debemos ser donantes de órganos cuando ya no los necesitemos).
Sacar todo el provecho a lo ya usado es lo que vienen haciendo desde hace ya años un grupo de voluntarios de la Parroquia de Puente Ladrillo, en el proyecto del Ropero. Allí, no sólo facilitan que personas sin recursos obtengan medios para vivir, sino que se las apañan para enviar contenedores, sobre todo de ropa y libros a un barrio de Paragüay, Capiata. Os animo a que continuéis colaborando con ellos.