Quisimos poner la guinda del pastel a la travesía pirenaica que habíamos hecho - aquí puedes acceder a los resúmenes de los días primero (Posets), segundo (Perdiguero), tercero (Aneto) y cuarto (Cap de Llauset); el mismo día de regreso hacia Ávila, Joaquín, Jose y yo nos acercamos a la vía ferrata de Sacs.
El acceso está muy cerca de Benasque, junto al cruce con la carretera hacia Cerler y la aproximación no lleva más de diez minutos. Jose y yo la repetíamos, pues el año pasado estuvimos haciendo unos barrancos y dos ferratas, esta y la del Castellaso, en Sesué.
Es una vía larga, con un desnivel importante. Tras una primera parte sencilla, llega a dos resaltes muy verticales, con una parte en travesía e incluso con algunas zonas extraplomadas.
El ambiente es espectacular. Las vías ferratas son recorridos equipados con peldaños, presas artificiales y cables de seguridad que se instalan en paredes donde sólo se podría acceder mediante técnicas de escalada. Son objetivamente fáciles siempre y cuando se disponga del material suficiente y adecuado, se sepa cómo utilizarlo (especialmente en situaciones difíciles como zonas desplomadas) y se controle el vértigo, pues algunos pasajes son expuestos y un error puede ser fatal. Si no se dispone de todo lo anterior, lo mejor es no hacerlas, o bien hacerlas supervisados por una persona responsable que asegure. Hay montones de empresas y guías que las ofrecen.
En Sacs, el disfrute de la subida se complementa con el del descenso por un precioso sendero que recorre el bosque hasta el punto de salida.
En este enlace puedes a una colección de fotos más completa de la actividad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario