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miércoles, 11 de septiembre de 2019

Curavacas, cresta de la Curruquilla. 2019-09

El lunes 9, fiesta en Salamanca, lo celebramos con otra salida memorable. Teníamos en mente hacer algo diferente, que requería el uso de un taxi para llevarnos al comienzo, pero no hubo posibilidad de contratarlo, así que optamos por otro valor seguro: la subida por la normal desde Vidrieros al Curavacas para seguir por la arista cimera, el Portillo junto al pico Medio y la cumbre Oeste y el alucinante pasillo hasta el collado de la Curruquilla, alto de la Pedrizona y descenso por la cresta de la Curruquilla hacia el Postil de Soña.

Hace ya tres años, en una salida épica, habíamos recorrido por primera vez la aérea cresta. Entonces entramos desde Cardaño de Arriba por el Collado de Ves y el Pozo Curavacas, disfrutamos con la colgada senda del Notario y tras la cumbre pasamos por primera vez por la cresta de la Curruquilla. El regreso a Cardaño lo hicimos por las lagunas de los pozos del Ves (aquí va un enlace con la descripción).

En octubre del 2018 hicimos otro recorrido parecido, en aquel momento ampliando el circuito por los picos Huelgas y Hospital (aquí dejo un enlace al recorrido).


Nos gusta compartir las sensaciones que transmite el paso por estos recovecos donde reina la verticalidad, así lo sentimos Manolo y yo entonces y ahora también Carmen, que quedó tan maravillada como nosotros cuando lo recorrió por primera vez.

Sentimos la fascinante soledad en un decorado vertical casi onírico, superamos fácilmente pasajes donde la adrenalina se dispara, nos sumergimos en un ambiente de alta montaña, pasamos por pasillos inverosímiles, descubrimos a cada paso vistas de pájaro sobre abismos a nuestros pies, con montañas por todas partes y verdes valles que se extienden cientos de metros por debajo.




El Espigüete nos muestra la larga cresta que hicimos ayer, que también asombra especialmente cuando se ve desde la distancia.

Salimos temprano desde Vidrieros y encaramos la dura pedrera de la normal. Tuvimos la suerte de que la temperatura acompañó, con un frío que nos obligaba a poner y quitar ropa pero que nos ayudó a superar el fuerte desnivel.

La llegada a la arista cimera nos ofreció la imagen de un mar de nubes rodeando a los Picos de Europa.


Descansamos en la cumbre del Curavacas y allí tuvimos el regalo de poder disfrutar de la vista más cercana que nunca hemos tenido de un águila real volando junto a la cumbre. Fue una lástima que los córvidos que lo acosaban lo expulsaran antes de lo que nos hubiera gustado.


Salimos de la cumbre con nubes crecientes. El paso por esta ruta debe evitarse con lluvia; es una sucesión de pasos sencillos en seco, pero que puede ser muy peligrosa en mojado.




Llegados a la ladera de la Curruquilla descendemos bruscamente hacia el Postil de Soña. Esta vez, contando con la experiencia anterior, conseguimos evitar la enorme masa de escobas que casi nos cerró el paso hace un año, aunque tenemos que lidiar con un tramo breve de ellas que se han comido el camino antes de llegar al colladín de la Lebrera y el valle de Valdenievas, desde donde llegamos a Vidrieros contemplando un pinar maduro que la última vez no habíamos visto (se nos hizo de noche bajando).


Aquí puedes acceder al track de Wikiloc.

y aquí, el mapa del recorrido:


Los valores MIDE son similares a los que puse en el post de la salida de hace un año, si bien el desnivel acumulado se reduce a 1.274 m y la distancia a 14,72 km.

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