Brechas: Circular al Tiatordos desde Pendones. Redes. Asturias. 2024-11

La ascensión al Tiatordos desde Pendones es una de las rutas más conocidas del Parque Natural de Redes. Es una ruta dura, de una gran belleza. Como todas las de Redes, sobresale muy especialmente en otoño.

Dejamos el coche en el aparcamiento del pueblo. Conviene madrugar, no solo por aparcar bien sino porque el recorrido es exigente y las horas de luz natural en esta época del año, escasas.

Por pista y sendero vamos ascendiendo junto al arroyo de Palombar. Las vistas sobre praderías, hayedos y montañas son para enmarcar.

Llegamos al Sen de la Vara, buen lugar para descansar unos minutos antes de entrar en la foz del Palombar. Poco más adelante el sendero se inclina y se pierde en ocasiones. Las lluvias de días anteriores han dejado el paso embarrado. Hay que ir despacio.

Las hayas iluminadas por el sol destacan poderosamente sobre la foz. A cada paso el paisaje se agranda hasta alcanzar la gran panorámica bajo los prados de la majada del Tiatordos.

Tras un pequeño descanso, afrontamos la subida final. La llegada a la cresta y cumbre del Tiatordos son como romper una barrera y encontrarse de repente con un mundo vertical. La subida de adrenalina y la euforia que se siente al ver este paisaje compensan con mucho todo el esfuerzo de la subida.

Nos cuesta trabajo dejar este balcón. Cuando lo hacemos, nos dirigimos por la collada de los Fitos. A la derecha dejamos la salida de la foz de la Escalada, que sube desde Taranes. Inevitablemente recordamos la vuelta al Tiatordos que hicimos desde allí hace unos años. Otra precioso, duro y muy recomendable recorrido.

Continuamos hacia la majada de Piedrafita. Está situada en un promontorio, bucólica terraza sobre el Maciédome y el Tiatordos. Otras majadas más adelante nos darán la misma impresión. Los helechos y hayas tiñen la tarde de dorado y marrón.

Seguimos el camino, a veces embarrado, pero precioso, que rodea a media ladera la montaña sobre los regueros de Llábana y Rinavea. Se suceden las vistas sobre cordales y bosques que nos dejarán de nuevo en Pendones.