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jueves, 3 de junio de 2021

Caña el Gallo y la Garbanza. 2021-06

Algunos lugares de gran belleza nos pasan desapercibidos; estamos tan deslumbrados por las cumbres y recorridos de Gredos, que pasan décadas antes de que nos fijemos en ellos. Es el caso de Majanillos, Caña El Gallo o el patrimonio singular como el existente en Aldeanueva de Santa Cruz, Villafranca de la Sierra o los puentes que salvan gargantas por todas partes.

Las lagunas que se forman en la sierra de Villafranca, casi todas estacionales, ofrecen un espectáculo formidable durante la primavera. En la laguna de Caña El Gallo, una alfombra verde tachonada del amarillo de las flores es el escenario que enmarca el circo aún nevado. 


Llegar a la laguna de Caña el Gallo es un corto paseo, especialmente desde San Martín de la Vega del Alberche por el nacimiento del río del que el pueblo toma su nombre. Una fuente cristalina ha tenido el honor de ser considerada como la partida de nacimiento del Alberche, que vierte al Tajo, y por tanto al Atlántico. Unos metros más allá, las aguas se deslizan hacia el Tormes, y por tanto al Mediterráneo.

La meseta donde su ubican San Martín de la Vega del Alberche, Navadijos, Garganta del Villar o Cepeda la Mora, tiene una personalidad propia. Es una planicie elevada sobre el valle del Tormes y la depresión del valle Amblés. La inesperada llanura se extiende suave, sin grandes accidentes geográficos, limitada por las cumbres redondeadas de La Serrota y Peña Negra. El ganado es omnipresente.


Cuando no había gran diferencia entre el firme de las carreteras, a veces acortábamos el camino desde Ávila yendo desde el puerto de Menga por Cepeda y Navadijos hasta Barajas en lugar de rodear por la Venta Rasquilla. Desde el Norte, el puerto de Chía es el acceso más directo, el que obliga (afortunadamente) a ir más despacio y en mi opinión, el más bonito por su autenticidad. 

La carretera hacia el puerto de Chía pasa por Villafranca de la Sierra y Navacepedilla de Corneja. Villafranca tiene un patrimonio espectacular. La plaza Mayor tiene soportales, antiguas casas construidas en cantería, algunas con blasones y escudos y una magnífica fuente del s. XVIII. El entorno invita a parar y pasear por el pueblo. Es normal que el pintor Benjamín Palencia eligiera el lugar para residir ocasionalmente.

Camino del puerto destaca el molino del tío Alberto, rehabilitado en parte. La carretera gana altura sobre un valle precioso, en esta época del año, con las laderas amarillas por las escobas y pletórico de vegetación.


Tras visitar la laguna de Caña el Gallo, seguimos la carretera hacia la Herguijuela. Cerca del pueblo, llaman la atención un antiguo puente en desuso y una fuente de piedra. 


Antes de llegar a Navacepeda, paramos para acercarnos al puente de la Garbanza. Una vez más, seguiremos un cordel ganadero, muy embarrado a causa de las lluvias de días pasados. El puente tiene un ojo de gran tamaño que salva la garganta de su mismo nombre. Su tamaño y poderosa construcción dan idea de la cantidad de agua que puede llegar desde la sierra de Peña Negra. Conserva perfectamente su enlosado y carece de protecciones laterales. 


Seguimos un camino circular por callejas junto al río hacia el puente de Navalperal de Tormes. Pasamos por varios molinos, uno de los cuales fue usado hasta mediados del siglo pasado. Junto al puente de Navalperal, vemos los restos abandonados de una piscifactoría que posiblemente funcionó hasta hace algunas décadas. Seguimos ahora río arriba por la pista que lleva hacia el conocido y fantástico Pozo de las Paredes. Completamos la ruta pasando por el último puente del día, el de Navacepeda. 



En este enlace puedes acceder a una colección de fotos más completa.


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