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lunes, 30 de julio de 2018

Brecha de Roldán. 2018-07

La Brecha de Roldán es uno de los lugares de Pirineos que atrae como una llamada. Es una puerta natural situada en la frontera y limitada por los picos Bazillac y Casco de Marboré. La excursión desde el refugio de Góriz es asequible y gratificante.


Subimos desde Nerín, aprovechando el autocar "de los montañeros" que nos deja en la meseta de la sierra de las Cutas, sobre el valle de Ordesa. Desde allí, el cómodo recorrido hasta el refugio es un balcón que asombra. Imposible no pararse para disfrutar del paisaje una y otra vez.


Este año hay mucha nieve. Las montañas están preciosas, pero las condiciones requieren llevar piolet y crampones y algunos pasos están complicadillos, como por ejemplo el camino de verano a la Brecha por el paso de los Sarrios. Por suerte, decidimos acometer el ascenso por la ruta que viene de los llanos de Millaris. Aunque la nieve primavera presenta algunas resbaladizas sorpresas que requieren estar atento, se sube sin el riesgo que ahora tiene el paso superior, donde vimos a un grupo de montañeros que nos pusieron los pelos de punta. El día anterior, tres chavales se habían resbalado por allí y tuvieron que ser rescatados, sin lesiones importantes. Luego supimos (coincidimos con ellos el día siguiente) ¡que no llevaban crampones! No llevar el material o llevarlo sin saber utilizarlo es una temeridad. Esto es alta montaña y tiene que acometerse con precaución, incluso en los pasajes que nos parecen sencillos; es el caso de la tristemente célebre "Escupidera" en Monte Perdido.





La niebla impedía ver la vertiente francesa. Una lástima porque la vista sobre Gavarrnie y su enorme cascada es una de las que nadie debería perderse.

En este enlace puedes acceder a una colección con algunas fotos de esta jornada.


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