Navalosa, en la provincia de Ávila, es una localidad que ofrece algunos atractivos culturales y patrimoniales de un alto valor. Entre otras cosas, cuenta con la mayor concentración de “corrales” con techo vegetal que existe en Castilla.
Los propietarios de las cabanas de teito en Somiedo y de las pallozas en Los Ancares reciben subvenciones de la Comunidad Autónoma. En la Braña de La Pornacal, un panel informa textualmente ”restaurada con ayuda de fondos del programa europeo LIFE”.
Los corrales son edificaciones de piedra con planta cuadrada u ovalada, con tejado soportado por vigas de madera y techo de piornos. Fueron usados durante siglos para recoger al ganado. En la planta superior cuentan con un acceso independiente para meter el heno y los materiales necesarios para los pequeños cultivos o para la atención del ganado. Tienen mucho que ver con las pallozas o las cabanas de teito que creíamos únicas de pequeños reductos del norte de España. Junto a ellos suele haber un chozo techado con lajas de piedra para refugio de pastores, además de otras construcciones.
Están en el mismo pueblo y sus alrededores, pero especialmente se concentran en el despoblado de Navalvao, al otro lado del Alberche.
Algunas puertas conservan todavía las sorprendentes cerraduras de madera, con tranca y llavín, ya desaparecidas prácticamente de los pueblos serranos.
Están en el mismo pueblo y sus alrededores, pero especialmente se concentran en el despoblado de Navalvao, al otro lado del Alberche.
Algunas puertas conservan todavía las sorprendentes cerraduras de madera, con tranca y llavín, ya desaparecidas prácticamente de los pueblos serranos.
Hace más de doce años, Carmen y yo tuvimos la enorme suerte de conocer a dos personas que utilizaban una de estas cabañas. Nos lo enseñaron, nos abrieron las cerraduras de madera y nos hablaron de su modo de vida. Ahora, creemos imposible volver a disfrutar de una experiencia como aquella.
Desafortunadamente, el estado de conservación de los corrales es muy malo. El abandono de las tareas ganaderas y lo antieconómico de su mantenimiento (pues debe renovarse cada año una parte del techado vegetal de piornos) ha hecho que muchos se hayan perdido y otros estén al borde la ruina. Aún se conservan algunos en uso, pero se van deteriorando de modo irreversible. Otros -donde el paso del tiempo aún es clemente- nos permite contemplar su estructura, los pesebres, las vigas e incluso restos de utensilios que nos hablan de su pasada actividad.
Es sorprendente que joyas culturales tan impresionantes como son los corrales de Navalosa se estén perdiendo sin remedio.
Desafortunadamente, el estado de conservación de los corrales es muy malo. El abandono de las tareas ganaderas y lo antieconómico de su mantenimiento (pues debe renovarse cada año una parte del techado vegetal de piornos) ha hecho que muchos se hayan perdido y otros estén al borde la ruina. Aún se conservan algunos en uso, pero se van deteriorando de modo irreversible. Otros -donde el paso del tiempo aún es clemente- nos permite contemplar su estructura, los pesebres, las vigas e incluso restos de utensilios que nos hablan de su pasada actividad.
Es sorprendente que joyas culturales tan impresionantes como son los corrales de Navalosa se estén perdiendo sin remedio.
Los propietarios de las cabanas de teito en Somiedo y de las pallozas en Los Ancares reciben subvenciones de la Comunidad Autónoma. En la Braña de La Pornacal, un panel informa textualmente ”restaurada con ayuda de fondos del programa europeo LIFE”.
Hace algunos años la Diputación de Ávila ayudó a restaurar dos corrales en Navalvao; son casi los únicos en pie, pero no se usan, con lo que ya están sufriendo el paso del tiempo. Los que mejor se conservan son los que tienen uso, aunque algunos están divididos y, mientras una parte está razonablemente bien, la otra se cae sin remedio.
Se que es difícil pero ¿no habrá ninguna institución que pueda y quiera comprometerse a salvar este patrimonio? o... ¿será ya demasiado tarde? Navalosa ya tiene el precedente de una recuperación con éxito: la tradición de "los Cucurrumachos" en el carnaval.
Otro de los atractivos de Navalosa son sus magníficas eras, que también se van ocupando por edificaciones y desapareciendo poco a poco.
La premisa principal para que se conserve este patrimonio, sean las cerraduras de madera, los corrales, las eras, los potros de herrar o los almeales, es que todos nosotros, pero muy especialmente los habitantes de los pueblos, seamos conscientes de su importancia y valor. La preservación de estos bienes tiene un negro futuro mientras los propietarios y la Administración lo consideren algo antiguo, feo o que haya que ocultar, en lugar de algo que se debe recuperar y mostrar con orgullo a las próximas generaciones y a los visitantes que -cada día más- van a desear conocer la historia real, la vida tal y como fue, lejos de la uniformidad actual. La existencia de estos bienes culturales en Navalosa y su promoción turística es además una fuente de ingresos que no debería ser despreciada.
Pincha aquí para ver una colección de fotos desde el año 2005 hasta mayo de 2017.
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Interesante
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