Páginas

sábado, 19 de noviembre de 2016

Ruta del Emperador, recuerdo a Aurelio Delgado y Alberto Muñoz

La ruta del Emperador rememora el paso de Carlos V entre Tornavacas y Jarandilla, camino de su retiro definitivo en el monasterio de Yuste en 1556. Como el palacio de Yuste aún no estaba terminado, estuvo alojado un tiempo en el castillo de Jarandilla. El emperador se retiraba tras 38 años siendo César. El Sacro Imperio pasaría a su hermano Fernando y la corona española, a Felipe II. Su descanso duró poco, porque en 1558 fue picado por un mosquito que le transmitió el paludismo provocándole la muerte.

Al parecer, el tramo entre Tornavacas y Jarandilla lo hizo llevado en una silla que cargaban porteadores. El camino que siguió, probablemente no difería en mucho del que ahora está señalizado. Se trata de un recorrido que atraviesa robledales, sube collados, pasa junto a barrancos y desciende bruscamente hacia el Sur. Precioso, especialmente en esta época del año, que por cierto coincide con las fechas en que fue cargado entre los valles del Jerte y la Vera.

Algo que no mucha gente conoce, pero que es de justicia recordar es que este camino fue investigado, redescubierto y popularizado tras los trabajos que llevaron a cabo dos montañeros ilustres de Ávila, Aurelio Delgado y Alberto Muñoz. No estaría de más una mención al comienzo o final de un camino que se ha convertido en un clásico.

En este enlace puedes acceder a una colección de fotografías de la salida que hicimos hace unos días para recorrer la ruta.



miércoles, 2 de noviembre de 2016

13 de noviembre, salida "Otoño en la Sierra de Barco"

El día 13 de noviembre, Manolo García y yo organizamos la salida "Otoño en la Sierra de Barco", con el grupo de senderismo de Salamanca "La Facendera". Saldremos del pueblo de Cabezas Bajas y llegaremos a Navalguijo, pasando por Cabezas Altas y la Nava de Barco.

En este enlace puedes acceder a la HOJA INFORMATIVA, donde se indican las características de la ruta y en este otro enlace puedes acceder al BOLETÍN

Hoy jueves 10, aún quedan algunas plazas libres.

Aquí puedes ver unas fotos de hace exactamente un año. Espero que esté así el domingo.


 



lunes, 31 de octubre de 2016

Sierra del Zapatero, octubre 2016

La Sierra del Zapatero forma parte de las imágenes que tengo grabadas en la cabeza desde niño. El paseo del rastro está situado bajo el lienzo Sur de la muralla de Ávila y es un fantástico balcón. Desde El Grande, el primer punto de interés era, lógicamente, desafiar lo prohibido, así que nos subíamos sobre la barandilla para intentar ver a las monjas de clausura ocultas tras los muros del convento de Gracia. Luego venía el reto de pasar por lo más alto de las piedras sobre las que surge la muralla. Cuando llegábamos a los jardines, mirábamos "la sierra". Los grandes campos de cereales llegaban desde el río Chico hasta las elevaciones de las Parameras. La silueta familiar del Zapatero era el telón de fondo donde paraba la vista.

Con el tiempo, la llamada de la montaña nos llevó a patearla por todos lados: la escalada en las placas de Ulaca o Peña Negrilla, la subida a los riscos e incluso las ascensiones invernales al Zapatero y Peña Cabrera.



Ya hacía tiempo que no venía, así que este domingo planeamos un paseo desde Navaldrinal, con los colores del otoño empezando a apoderarse del paisaje. Además del lugar, la salida tenía el aliciente de juntarme con algunos de mis amigos abulenses.

El cálido tiempo de estos días finales de octubre nos acompañó, uniéndose a una visibilidad fuera de lo común, así que pudimos disfrutar del paisaje con una claridad poco acostumbrada.

Ascendimos el Zapatero, Peña Negrilla y Peña Cabrera, entramos por "la cueva" del Zapatero, nos las vimos con algunas vacas que confundían nuestra comida con la sal y terminamos bajando junto a la espectacular formación del Cuchillo.

Aquí puedes acceder a una colección de fotos de la salida.




Ulaca y Aunqueospese, octubre de 2016

Los últimos días de este mes de octubre están siendo especialmente cálidos. Este fin de semana ha sido verdaderamente primaveral, al menos en las cercanías de Ávila. El sábado tocó una vez más visitar el castro de Ulaca y el castillo de Aunqueospese.

Son lugares fascinantes; el castro presenta varias construcciones monumentales que llevan en pie desde el siglo III a.C. Murallas soberbias rodean una ciudad enorme, con un perímetro superior al de la muralla románica de la ciudad de Ávila. Además, su desocupación brusca, seguramente violenta y el hecho de que el cerro no se volviera a ocupar han dado lugar a que las bases de las viviendas, canteras y edificaciones sean fácilmente identificables. Aunque sea triste decirlo, creo que no es acertado que se permita que la gente suba sobre el altar o la sauna ritual. En mi opinión deberían de estar rodeados por una cuerda sujeta sobre maderas junto con carteles que informasen del perjuicio que se puede provocar si se sube a los monumentos y pidieran que no se pisotearan. El problema no es que suba una persona o un grupo pequeño, sino que suban miles de personas o grupos.

Uno de los motivos para volver a Ulaca era acompañar a las personas que están preparando otra marcha para la Facendera, que será el 4 de diciembre. En este enlace puedes acceder al boletín que elaboramos en aquella ocasión y un documento con información adicional.

Nos encontramos con Antonio, que fue vigilante de la zona arqueológica hace algunos años. Entonces nos facilitó el acceso al castro del Cabezo de Navasalgil y nos acompañó en la preparación de una salida que hicimos para la Facendera. Aunque ya no es guía, es un enamorado del lugar, conoce cada piedra y sube muy a menudo sólo por estar allí. Fue un auténtico placer volver a coincidir con él. ¡Qué lastima que no pueda seguir siendo vigilante cuando demuestra un interés y conocimiento tan altos! ¡Qué beneficio tan grande para la conservación de Ulaca sería poder volver a contar con él!

En cuanto al castillo de Aunqueospese, en Sotalvo, es de una belleza agreste. Situado en una posición prominente controlando los valles de Riofrío y Amblés, parece estar saliendo de la roca, que lo abraza fusionando la construcción con la naturaleza.

Una vez más, no me queda otro remedio que lamentar el abandono en el que se encuentra, muestra de lo cual son las pintadas que algunos descerebrados han seguido haciendo. La Junta de Castilla y León o los organismos que procedan deben adoptar medidas urgentes para proteger el magnífico monumento, otra auténtica joya de nuestro patrimonio cultural que se está perdiendo.

En este enlace puedes acceder a otro post donde van unos vídeos, que grabamos junto al molino inferior del río Picuezo, en Sotalvo, el año pasado, explicando la leyenda del castillo de Aunqueospese.




jueves, 20 de octubre de 2016

Luces de Berlín. Octubre 2016






Berlín es una ciudad plagada de atractivos. Es misión imposible describirlos todos, así que prefiero exponer unas simples trazas y pistas con mis impresiones. Tiene museos –especialmente los situados en la llamada “Isla de los Museos”- de fama y reconocimiento internacional (el conjunto es patrimonio de la humanidad). La arquitectura de sus renovados edificios sorprende en cada calle. Hay multitud de zonas verdes e inmensos parques, respetados por ciudadanos y gestores políticos. A pesar de su tamaño (3,5 millones de habitantes) es fácil de recorrer con el sistema público de transporte, fiable y eficiente. Se come bien, incluso muy bien, y a precios razonables.

Además, se celebran festivales, espectáculos y actividades de todo tipo. Carmen y yo hemos tenido la suerte de coincidir con la estrella del mes de octubre: la doceava edición del “Festival de las Luces”. Decenas de edificios emblemáticos se iluminan durante diez noches mediante proyectores. Artistas de todo el mundo exponen sus trabajos sobre los volúmenes de los inmumerables monumentos de la ciudad. En ciertos lugares, como la Puerta de Brandenburgo o la torre de la Televisión (365 m de altura), las proyecciones compiten para conseguir premios. La gente se echa a la calle, cámara en ristre.

El espectáculo nocturno se completa con la iluminación de otros lugares. En mi opinión, destaca el Sony Center en Postdamer Platz, una magnífica, y sorprendente obra de ingeniería.

El conjunto de los cinco museos de “Museumsinsel” justificaría por sí mismo una visita. Particularmente el “Museo de Pergamo” es increíble. En estos momentos está siendo reformado y el famoso altar de Pérgamo, una de las obras maestras de la escultura greco-romana, no se podrá ver hasta el año 2019. No obstante, sus fondos son tan espectaculares que en modo alguno es posible sentirse frustrado.

Se puede disfrutar de una de las espectaculares entradas de la muralla de Babilonia, del s. VI AC. Sus figuras de animales mitológicos sobre cerámica azul vidriada nos deja con la boca abierta, como la gran puerta del mercado de Mileto o los restos asirios.

Los otros museos complementan al de Pérgamo, particularmente el Neue, conocido por exponer el busto de Nefertiti.

A pesar de su antigüedad, podría decirse que Berlín es una ciudad nueva. El horror del régimen nazi llevó la guerra a la ciudad. Los bombardeos redujeron a escombros gran parte de su patrimonio, pero tras la destrucción, ambos bloques políticos se empeñaron en volver a darle el brillo que tuvo. Emociona visitar el centro expositivo “Topografía de los Horrores”, situado sobre solares utilizados por el regimen nazi. Los berlineses no ocultan su pasado; al contrario, lo afrontan y documentan con cifras y material gráfico. Recomiendo visitarlo.

La ciudad tiene otros lugares que recuerdan la crueldad y homenajean a las víctimas, como el gran monumento del holocausto.


Otro asunto que nos hace reflexionar y cuya historia conviene conocer, son los trazos del muro, que muchos de nosotros vimos caer en directo por la televisión hace tan sólo venticinco años. Buscamos los restos de la arquitectura oficialista del Este, pero por suerte hoy Berlín es una ciudad homogénea en su arquitectura, multicultural, reconciliada, moderna, con carácter y hermosa. Sólo las simpáticas figuras de los semáforos permanecen de la época de la separación.

Solo un pero… ¡hace un frío que pela!


Pincha aquí si quieres ver una colección de fotos de nuestra visita a Berlín.

Pirineo Navarro. Octubre 2016

El arranque de los Pirineos del Oeste, en Navarra, nos ofrece imponentes valles, grandes bosques, ondulaciones suaves y también paisajes espectaculares de alta montaña.


En esta ocasión visitamos la zona con una excursión organizada por el Grupo Universitario de Montaña. El pueblo de Urzainki, en pleno valle del Roncal nos serviría de base. Nos quedamos dos noches en el albergue "Armaia", bonito, razonablemente cómodo y con unas comidas ciertamente destacables.

El primer día ascendemos la Peña Ezkaurre, partiendo del puerto que une con Huesca y descendiendo por el lado contrario hasta Isaba, cerca del albergue. El bosque deja paso a un paisaje calcáreo. Una senda empinada nos va descubriendo poco a poco el amplio panorama. La cumbre, con un lado cortado a pico, es un balcón magnífico que nos tienta con un montón de posibilidades para conocer en el futuro.


El segundo día subimos al pico Ori, un clásico, el primer dos mil de los Pirineos comenzando por el Cantábrico. Tras un descenso por el hayedo-pinar de Irati, encontramos las nubes lamiendo las laderas. Ya contábamos con ver un mar de nubes, pero lo que nos esperaba en la cumbre dejaba atrás todas las expectativas. Un cúmulo de montañas, la mayoría del Pirineo de Huesca, sobresalían sobre las nubes dejándonos ver un paisaje realmente memorable.


Como no todo puede ser perfecto, lo malo del viaje fue el autocar-sauna, sin aire acondicionado y probablemente amortizado hace ya tiempo. Por lo demás, lo que tengo que decir es que... sin duda, volveremos.

Pincha aquí si quieres ver una colección de fotos del fin de semana.

lunes, 3 de octubre de 2016

Navamediana - Meapoco- Bohoyo

Seguimos con nuestra racha de excursiones duras. En esta ocasión ha sido la excursión lineal Navamediana - Meapoco - Bohoyo.



La velocidad con la que se deshilachaban las nubes sobre la sierra ya nos anunciaban lo que nos esperaba arriba. La garganta de Navamediana se sube bien, a pesar de sus mil metros de desnivel. La vista donde termina la tapia de piedra que viene de la cuerda de los Copetes (o lo que es lo mismo, en lo alto del Callejón de los Lobos) es increíble. De repente pasas de ver un paisaje amplio y redondeado a un caos de rocas, paredes, riscos, abismos y lagunas. Es uno de esos lugares que te suben la adrenalina, que te levantan el ánimo, como si se levantara de pronto un telón y nos ofreciera un paisaje dramático. Nada que envidiar a otros paisajes de Picos o Pirineos. La Galana, el Gütre, el mogote del Cervunal, la Hoya de las Berzas, la garganta del Pinar...



Si desde allí ya es una pasada, ¡qué decir cuando llegas al Meapoco! Cuatro de las Cinco Lagunas son visibles y el panorama se completa con la vista del Almanzor, las Canales Oscuras o la Sierra Llana.

La garganta de Bohoyo es bonita y variada, con sus circos glaciares laterales colgados, sus lanchas de piedra y abajo sus robledales, pero ... es larga como un día sin pan. Hace falta contar con cuatro horas para completar el descenso. El total de la salida han sido 28 km de longitud y 1400 m de desnivel acumulado.

Aquí puedes acceder a una presentación de fotos.

Azagaya, Covacha y Juraco. Sierra de Barco. 09-201


Una nueva travesía de altura. El Circo de Barco. Subimos desde Tornavacas y ascendemos Castilfrío, la Azagaya, la Covacha y el Juraco. De allí bajamos por la laguna Negra (o Cuadrada) y la de Barco para bajar hacia Puerto Castilla, donde habíamos dejado un coche. Larga y exigente, pero magnífica. Manolo nos reservaba la sorpresa de portear un par de botellas de cava para celebrar su cumpleaños. ¡Un auténtico lujo brindar en la Azagaya!

Aquí puedes acceder a una presentación de fotos de la salida.

Y aquí, el track.


martes, 20 de septiembre de 2016

Perro que Fuma, Riscos del Francés y Casquerazo. Septiembre 2016

El domingo 18 de septiembre hicimos una salida a Gredos verdaderamente original. Nuestro amigo Jose había venido desde Ávila sólo para acompañarnos hasta el Morezón y la portilla de las Hoyuelas. Un detallazo teniendo en cuenta que el sábado había estado de barrancos por el Sur de la sierra.

En el Cuchillar de Cerraíllos hicimos la primera actividad especial: la subida sobre la Ventana. Lola, Manolo y yo habíamos estado allí la última vez que hicimos la integral del Circo, pero Carmen no lo conocía tan de cerca. El balcón que forman las piedras encajadas es espectacular.

Poco más adelante, llegó la segunda actividad: el paso por la grieta bajo los Hermanitos, un lugar muy poco conocido, incluso entre la gente habitual de la zona y los escaladores. Una pequeña trepada nos deja a los pies de la cara Noreste del segundo Hermanito, para ver de cerca sus rotundos techos y desplomes.

Tras descender la placa, giramos hacia el Sur, llegamos a la portilla de los Hermanitos y remontamos bajo la pared del Perro Que Fuma. Dejamos pasar un buen rato viendo cómo una cordada escala la vía normal del Segundo Hermanito. Por cierto, en lugar de hacerlo en dos largos -como toda la vida se ha hecho- están subiendo en uno sólo. La consecuencia lógica es que la cuerda le roza un montón al primero, al tener que pasar por el desplome, y no le queda más remedio que montar la reunión antes de llegar a los seguros de la cumbre (bueno, supongo que seguirán estando). Me quedé con ganas de ver cómo salían del rápel superior; tengo un recuerdo especial de la última vez que estuve allí y es una salida aérea y que requiere confianza como pocas.

Después de comer, acometemos otra de las actividades "especiales" del día. Trepamos por la cara Sur hacia el Perro. Llevábamos una cuerda de 30 m para salir de apuros y algo de material, y lo utilizamos para colocarnos con seguridad suficiente en la base del diedro-chimenea en el que se apoyan las piedras de la cumbre. Obviamente no pasamos de allí: son palabras mayores para esta ocasión. También ahora recuerdo el rápel que hicimos Jose y yo tras escalarlo hace... tropecientos años.

Nos entretenemos más de la cuenta, con la magnífica disculpa de hacer las cosas razonablemente seguras, así que Carmen ya nos está aguardando ya en la base, donde comienzan los primeros pasos complicados.

Seguimos caminando por el lado Sur para alcanzar la portilla de Cobos y de allí, los riscos del Francés, precioso mirador sobre la enorme planicie del Sur, la Peña de Chilla, los Hermanitos (por su cara menos vista), los enormes contrafuertes del Casquerazo y el Cuchillar. Seguimos camino de la Portilla de los Machos y nos desviamos hacia la cumbre del Casquerazo. Se trata de pico "imprescindible", con una de las vistas más espectaculares sobre el conjunto del Circo. Es realmente recomendable.

El duro descenso hacia la laguna y la subida de los Barrerones nos deja en el Canto del Rayo cuando ya es de noche. El cielo está espectacular, despejado y limpio. Las estrellas forman un decorado que nos incita a parar, apagar la linterna y contemplarlo unos momentos. En el descenso, la salida de la luna llena pone el broche de oro a la jornada. Estamos cansados, pero satisfechos; ha sido un día extraordinario. Nuestros amigos de Salamanca que ya han regresado de su jornada por la Galana y el Almanzor (¡bravo por ellos!) se preocupan al ver que nuestro coche sigue en la Plataforma. Por suerte, pueden contactar con nosotros antes de emprender el regreso a casa.

Pincha en este enlace para ver una colección de fotos de la salida.

lunes, 12 de septiembre de 2016

Curavacas por la Senda del Notario y pico Murcia

La senda del Notario, en la montaña palentina, es uno de esos recorridos difíciles de imaginar que trepa por la pared norte del Curavacas. Aunque es posible el acceso por pista a través del valle de Pineda, la subida con verdadero ambiente montañero parte de Cardaño de Arriba; desde allí una senda nos deja en el Collado del Ves, balcón sobre el nacimiento del río Carrión.


Es necesario bajar hasta la preciosa laguna del pozo del Curavacas para enfilar después hacia el imponente muro. Los Huertos Grande y Chico nos dejan en la base de una gran diagonal (otra, hace una semana fue la del Balaitús).

La subida es entretenida, con alguna pequeña complicación y varios pasos peligrosos, especialmente en los estrechos pasillos herbosos. El patio hace que nos agarremos hasta con los dientes si hiciera falta. Afortunadamente la piedra es conglomerado de calidad y sobran la presas.

La subida va poniendo al descubierto los Picos de Europa, pero la llegada a la cresta de la cumbre es de las que suben la adrenalina por su belleza.


Continuamos el cresteo hacia el Oeste por un sendero apenas marcado por hitos en ocasiones y de una espectacularidad fuera de lo común. Pasos por llambrías y estrechos pasillos, más seguros de lo que parece interpretarse de las fotos, nos dejan de camino hacia los pozos del Ves y de allí, de regreso por el collado hacia Cardaño.

Una excursión magnífica, dura, con algunas complicaciones técnicas y de una belleza sobrecogedora, de las que emocionan y dejan poso.

El fin de semana lo completamos con la ascensión el sábado al pico Murcia, una cumbre con un extraordinario mirador sobre los tres macizos de los Picos de Europa. El descenso lo hicimos rodeando hasta la cascada de Mazobre, con la presencia permanente del gigante Espigüete, cuyo cresteo integral nos espera ¿verdad Manolo?



martes, 6 de septiembre de 2016

Pirineos. Valle de Tena. Gran Facha y Balaitús.

La pasada primavera un grupo de amigos nos juntamos para preparar un viaje “especial” para este verano; alguna de las ideas que barajábamos era hacer un recorrido de montaña en los Alpes u otra cordillera. Finalmente nos decidimos por el antológico viaje a Islandia ¡y qué maravillosa elección fue! No obstante, también nos apetecía repetir una experiencia parecida a la travesía pirenaica de “Carros de Fuego” del año anterior. Había estado trasteando en internet y me llamaba mucho la atención hacer un recorrido entrando por el Valle de Tena.


¡Dicho y hecho! Teníamos verano de sobra y los desplazamientos no eran complicados, así que lanzamos la idea y nos apuntamos diez amigos: Juanjo y Sonso, de Ávila, y de Salamanca, Lola, Manolo, Marga, Sole, Carmen, Paco, Sergio y yo (Javier). 

Planteamos una excursión de cinco días en la montaña (si bien cuatro del grupo –los más aguerridos: Marga, Manolo, Paco y Sergio- continuarían otros dos días más en Ordesa).

Es fácil olvidarse algo cuando uno viaja, que si el cepillo de dientes, las pilas para el GPS... en fin. Lo que no es normal es lo mío. Con todo el ajetreo de los preparativos se me olvidaron... ¡las botas! En fin, tuve que comprarse unas en Sallent de Gállego para beneficio de los locales y recochineo de los compañeros.

El primer día salimos del balneario de Panticosa. En las cascadas más cercanas vimos a unos haciendo el barranco. A Juanjo se le pusieron los dientes tan largos que iba arando el suelo según subía. Seguro que este fin de semana ya está a remojo con los colegas de Ávila.

Llegando a los ibones de Bachimaña nos encontramos con corredores de una ultra trail, una carrera de montaña que estaban haciendo en la zona. Iban machacaditos. No es para menos teniendo en cuenta las longitudes y desniveles que hacen. "Están locos estos romanos".

En el puerto de Marcadau, frontera con Francia, nos deleitamos con unas vistas soberbias de ibones, crestas y picos, incluidos los primeros tresmiles, Vignemale, los Picos de Infierno y el Garmo Negro. Un enorme valle glaciar nos deja en el refugio Wallon. 


El precioso amanecer del segundo día nos anima a ganar altura hasta la base del pico de la Gran Facha. Es un auténtico espectáculo ver los numerosos lagos, riscos, neveros y cresteríos, cada vez más según ganamos altura por las descompuestas laderas del pico. En la cumbre disfrutamos de una vista espléndida: Midi du Ossau, Balaitus, Picos del Infierno... El descenso hay que hacerlo con precaución hasta el collado: nos alegramos de haber traído el casco. Desde allí, un entretenido valle encajonado nos deja en el refugio de Respomuso. 


El tercer día no hay buena previsión meteorológica, no obstante, subimos hasta el collado de San Martín con el cielo casi despejado. El descenso por el valle de Remoulis lo haremos bajo niebla húmeda que nos obliga a usar chubasquero. El camino está magníficamente trazado y la temperatura es muy agradable. Casi en la parte baja, la niebla se disipa y nos ofrece una impresionante, fantasmal visión de picos, laderas y bosques. Antes de llegar al desvío de la Cabane de Doumblas ya habíamos dado cuenta de un montón de arándanos y algunas frambuesas silvestres. La humedad y el frescor sobre los frutos los hacía especialmente deliciosos. Remontamos el valle y llegamos al magnífico refugio de Larribet.

El cuarto día nos espera un objetivo de gran nivel, el pico Balaitús. Había estado lloviendo por la noche y salimos de madrugada entre la niebla, un poco con la mosca detrás de la oreja ¿podremos subir? yo había insistido en que si llovía lo dejaríamos para otra ocasión. Tras los lagos de Batcrabère, como si se tratara de la dramática apertura de un telón, la niebla bajó, formando un mar de nubes a nuestros pies y mostrándonos súbitamente la enorme barrera rocosa. Lola y yo, nos quedamos boquiabiertos cuando empezamos a ver en las alturas una especie de nube amarillenta y cuarteada que iba apareciendo poco a poco. Hasta pasados unos instantes no nos dimos cuenta de que era una de las paredes que caía sobre los lagos de Micoulau. Tras la euforia inicial (y el chorro de fotos) continuamos para remontar un collado que nos deja junto a la pedrera de entrada de la vía “Gran Diagonal” al Balaitús.

La subida no es complicada técnicamente, pero tiene pasos expuestos y delicados. Es asombroso el paisaje que se va descubriendo poco a poco hasta llegar a la explosión de belleza que es la cumbre. En el descenso pasamos por el ibón Helado y los lagos de Arriel, remontamos luego por un duro sendero hasta el collado de Pallas y de allí bajamos al refugio de Arremoulit. Como nos hemos retrasado un poco, Manolo y yo hacemos una bajada rápida para que sepan que vamos a llegar antes de la hora de la cena (las siete de la tarde). Llegamos todos sin problema y aún nos da tiempo de darnos un baño en el lago para sorpresa del resto del personal, al que sólo les faltó aplaudirnos (yo creo que era envidia cochina).





El quinto día regresamos por el Cuello de Arremoulit hacia los lagos de Arriel y desde allí, siguiendo el camino junto al barranco de Aguas Limpias, llegamos al embalse de la Sarra, en Sallent de Gállego, donde hemos dejado uno de los coches. Por el camino nos ponemos ciegos de frambuesas silvestres y arándanos.

Han sido unos días extraordinarios por un recorrido duro pero precioso, con caminos bien marcados y etapas razonables, pues aunque tenían desnivel, no eran demasiado largas. Como digo en otras ocasiones, debemos estar satisfechos del buen ambiente que tuvimos, lo que es mérito de todos y cada uno de los diez que fuimos. En vista del éxito de los dos años consecutivos, me parece a mí que el año que viene habrá que irse buscando otro recorrido…


PINCHA AQUÍ PARA VER UNA PRESENTACIÓN DE FOTOS DE LA SALIDA


(mejor si se ve en modo "Presentación de diapositivas"; para ello, al abrirse la página de Google Fotos con el álbum, pinchar en los tres puntos verticales que aparecen arriba del todo y que abre el menú "más opciones").







Algunos datos prácticos:

- La organización de recorridos en esta zona es muy sencilla gracias a la web “entrepyr.eu”. Allí se pueden ver las características de los refugios, los recorridos, las ascensiones alternativas desde cada recorrido, se pueden bajar tracks, etc. Para tener en cuenta, comentar que en uno de los refugios (Arremoulit) no había posibilidad de reservar diez plazas, pues en la web sólo ofrecía hasta ocho. Al final lo resolvimos enviando un correo electrónico que nos contestaron confirmando que podíamos ir todos. En algunos refugios hay teléfono directo.

- Los refugios son variados. Wallón es viejo, descuidado, sucio y la comida, al menos la noche que fuimos nosotros era sólo regular. No tiene duchas, aunque tiene el río delante y es una gozada bañarse en él cuando hace buen tiempo, como fue nuestro caso. Respomuso es bastante nuevo, pero en el asunto de servicios está muy mal dotado. Sólo hay un servicio general, en el que está el retrete, la ducha y el lavabo. Hay algún otro dentro de algunas habitaciones, pero la gente se reparte y al final hay que hacer colas quieras o no. La solución –desafortunadamente- consiste en ir a plantar pinos alrededor del edificio. Una pena. Larribet es precioso, forrado por dentro de madera, con un montón de habitaciones de cinco o seis personas, lavabos en lugares separados de los retretes, como debe ser y ducha (eso sí, si la quieres caliente, son tres euros). Arremoulit es pequeño, no tiene ducha, pero tiene el lago a la puerta, así que cuando hace bueno, se puede uno dar un bañito. El único servicio es una caseta separada (con una entrada de sexto grado). Las cenas, ha coincidido así, cada día hemos comido lentejas o sopa (de lentejas) y arroz con carne. Bueno, en Arremoulit unas butifarras muy ricas. En general mejorable. En mi opinión, los mejores en ese sentido, Larribet y Arremoulit. Los desayunos, sólo aprobado raspado.

- Los picnic son en general caros y escasos. Si se va durante pocos días en mi opinión es preferible cargar un poco más la mochila. En Respomuso uno de los guardas se puso bastante borde para que nos lleváramos la basura del picnic, razón de más para no contratársela (si pago hasta 11,50 € para no tener que llevar peso durante varios días seguidos, me parece lógico que se hagan cargo ellos de la pequeña molestia de la gestión de los residuos, en caso contrario están fomentando que la gente los abandone en cualquier sitio o bien que decida no comprarlos). Es muy distinto que les pidan que recogan residuos en excursiones de un día o de fin de semana. Además, es desagradable tener que discutir con el enanito gruñón de turno y su aire de superioridad, tratando a la gente como si no hubieran subido nunca a la montaña. Cero patatero para él, por muy gloria escaladora del pasado que haya sido.

- Nosotros salimos del Balneario de Panticosa y regresamos a Sallent. La comunicación con dos coches es sencilla; hay aproximadamente 20 km entre ambos puntos. Hay otros puntos de acceso que se ven con facilidad en los mapas de la web o en otros.

- Esto es un resumen de los recorridos que hicimos (no coinciden exactamente con los entrepyr, no obstante hay un montón de tracks en wikiloc para contrastar y de blogs con descripciones detalladas, pues como veréis, en este doy impresiones personales más que descripciones). Tomad los datos que siguen sólo como referencia:

     o 1ª etapa Baños de Panticosa - Refugio Wallon Longitud L 13,2 km Desnivel en ascenso A: 993m Desnivel en descenso D:761m.

     o 2ª etapa: Refugio Wallon – La Gran Facha – Ref Respomuso L 14,5 km A:1312m, D 950m.

     o 3ª Etapa Respomuso – Larribet. L 14,2 km, A 749m D 940m.

     o 4ª Etapa Larribet.-Balaitús, Cuello de Palas-Arremoulit L 14,4 km, A 1505 m D 1298 m.

     o 5ª Etapa Arremoulit- Embalse de la Sarra. L 8 km A 210 m D 1050 m.



sábado, 6 de agosto de 2016

Gran Galayo - La Mira

Estamos sacando buen provecho de este verano. El domingo 31 de julio subimos al Gran Galayo, al que accedimos por la trocha Palomo. Tras un recorrido por el Galayar para ver el Torreón desde varios ángulos, regresamos por la Mira y la Covacha.















Anochecer en el Morezón, agosto 2016

El Morezón, en Gredos, es un magnífico lugar para ver anochecer. Está cerca de la plataforma y nos muestra una vista panorámica que -por mucho que la hayamos visto- nos sigue admirando. Si a lo anterior sumas una noche de luna nueva, la visión del cielo estrellado es formidable.


Pincha aquí para acceder a una colección de fotos de esta magnífica tarde-noche.

sábado, 23 de julio de 2016

Impresiones de Islandia. Julio 2016

En esta ocasión no voy a hacer un diario de viaje al uso; me apetece más intentar describir las impresiones que he ido (hemos ido) sintiendo. Al final incluiré un resumen del recorrido.

Antes de aterrizar ya disfrutamos de la primera imagen impactante: por las ventanillas del avión veíamos la noche de la que veníamos por detrás y el amanecer creciente por delante. A las dos de la madrugada el sol crepuscular nos permitía distinguir desde el aire glaciares y volcanes.

El corto trayecto en furgoneta desde el aeropuerto hasta Grindavik nos presentó una primera imagen desolada, con menos verde del esperado y más terreno volcánico aparentemente estéril. En los siguientes días comprobaríamos que esta era sólo una de las muchas caras de esta isla-continente. Pasaríamos junto a campos y laderas rabiosamente verdes, terrenos de malpaís interminable, montañas y manifestaciones volcánicas de todo tipo, rios caudalosos, lagos, glaciares, decenas de cascadas a cual más atrayente, acantilados, fiordos y zonas desérticas.


Aunque parezca extraño, tengo que decir que me gustan las carreteras islandesas. Con excepción de las más próximas a la capital, en general son estrechas, sinuosas pero suaves, abrazan el paisaje, suben y bajan sin cortar las montañas ni horadarlas. No permiten circular deprisa ¡ni falta que hace! incluso hay muchos pasos estrechos con un solo carril, especialmente puentes. Vamos con los ojos abiertos como platos asombrándonos a cada momento.

Ya desde el coche las imágenes son imponentes y anticipan las atracciones que vendrán. No se ven casi postes ni cables que interfieran en el paisaje. Las granjas salpican los campos, coloridas sobre fondos verdes de hierba segada y ensilada en balas de varios colores que también contribuyen con su toque artificial a poner un estético contrapunto. Las ovejas, inquietas bolas de lana que casi siempre van de tres en tres (tiene una explicación que ahora no daré) así como los caballos, dispersos y libres hasta que llegue el frío, son parte inseparable de la imagen de Islandia.

Disfruto viendo como aparecen los antiguos valles glaciares, las montañas, las cascadas… Si por mi fuera me hubiera ido parando cada quince minutos.



Otro asunto son las carreteras secundarias, muchas de grava o de tierra, donde seguimos disfrutando con la visión todos… menos el conductor, porque hay baches, piedras, agua y sorpresas varias.

Todo en la naturaleza islandesa es excesivo, todo provoca admiración. Las cascadas son asombrosas. Variadas en su forma, descomunales algunas, recogidas otras, algunas que permiten acercarse (e incluso pasar por detrás en una), otras que provocan una lluvia pulverizada que cala sin remedio desde bastante distancia, con fondos basálticos como de teatro, panorámicas, abiertas, encadenadas o solitarias. No terminas de encajar de dónde sale tanta agua hasta que más tarde ves los glaciares. Te sientes pequeño. No importa que hayas visto imágenes antes. Es difícil comprender sus dimensiones hasta que no oyes su rugido atronador.





En este libro de geología abierto hemos podido ver las grietas que está provocando la separación de las placas oceánicas. La tierra se mueve, no es algo metafórico. En los trazados de la dorsal que atraviesa la isla de abren cientos de conos volcánicos que cada muy poco tiempo entran en erupción, algunas veces con consecuencias catastróficas. Las fumarolas se ven por doquier, con campos geotermales que expulsan gases, agua caliente y lodo, géiseres y aguas termales. Por cierto, que además de aprender y asombrarnos, también disfrutamos de los baños calientes que la naturaleza ofrece.




Las formaciones basálticas son alucinantes. Hay que verlas para creer que puedan existir.




Landmanalaugar es un lugar absolutamente onírico. En las Highlands, deshabitadas e inhóspitas, se alzan montañas de colores provocados por riolita, una roca ígnea. Los verdes, rojos, violeta, naranja, blanco o rosa se van mezclando con las coladas volcánicas. No puedo evitar la sensación de estar dentro de un cuadro. Es tan hermoso, tan diferente de todo lo que hayamos visto antes que abruma, provoca confusión. Voy atónito sin poder dejar de decir interjecciones. Creo que acabé con todo mi repertorio.


Los glaciares también sobrepasan todo lo esperable. El Vatnajökull es la tercera mayor masa de hielo del planeta, tras los polos. La altura de las paredes de hielo es sobrecogedora. Para mí, la excursión que hicimos al pico Kristianantindar, con las lenguas glaciares a los lados fue un recorrido completamente memorable. En esta tierra de “hielo y fuego” algunos volcanes muy poderosos están situado bajo los glaciares; cuando se activan, aparte de la expulsión de magma, cenizas y gases, funden masas de hielo brutales que provocan destructivas inundaciones. En una de las últimas ocurridas el mar no fue capaz de difundir el agua y el lodo canalizado por uno de los valles y se generó un tsunami.



En el lago Jökulsarlon los grandes bloques de hielo que caen de una de las lenguas del gigante Vatnajökull forman icebergs que se acumulan junto a la única salida hacia el mar. La imagen es preciosa. Por el desagüe del lago, aparte de la acumulación de los bloques de hielo, las mareas crecientes arrastran peces de los que las focas dan buena cuenta. Bandadas de charranes árticos y otras aves, aguardan como ejércitos sobre los hielos flotantes, esperando su turno.


En cuanto a la fauna, los pajareros han disfrutado como niños. No había manera de arrancarlos cada vez que llegábamos a un acantilado. Los cisnes se ven por toda la isla, pero en grandes bandadas en la parte sur, donde también disfrutamos a placer de la visión de los frailecillos. Alcatraz, ánsar, eider, arlequin, colimbo…la lista es muy larga para reproducirla aquí. Aparte de eso, como mamíferos grandes, vimos caribú y focas.


Reykjavik también nos reservaba sorpresas, como el concierto en directo de la banda “Lily Of The Valley”que –de pura casualidad- vimos en un bar. No estaríamos más de cien personas. Y no sólo eso, sino que además estaba organizado por una marca de cervezas y había degustación gratuita.

La comida ha sido también un punto a favor. La carne de caballo, deliciosa, el cordero muy rico, el skyr (producto lácteo con un sabor entre yogur y queso freso), el arenque, salmón ahumado y marinado…

Todo lo anterior nos lo ha facilitado en gran medida nuestro guía Hugo Domínguez, experimentado, profesional, conocedor profundo de Islandia, que nos ha facilitado la inmersión en las costumbres, historia, gastronomía, nos ha llevado sin pérdida de tiempo a los lugares previstos y nos ha guiado con seguridad por senderos y lugares inolvidables.

También nosotros tenemos que adjudicarnos una nota alta. Cada cual ha puesto su parte para que el grupo funcionara bien, lo cual es muy importante en una excursión larga.


Escribir sobre lugares que te han entusiasmado tiene el riesgo de caer en la exageración, pero me atrevo a decir que este no es el caso; en este viaje nos hemos empapado de Islandia, nos hemos visto sacudidos por su fuerza e incluso… nos hemos quedado con ganas de volver.

Pincha aquí si quieres ver la colección de fotos que puse en el anterior post.


El viaje:

3 julio: Vuelo Alicante –Keflavik . Fue la mejor combinación que encontramos, con vuelo directo. Dormimos en Grindavik.

4 julio: campo Geotermal de Geysir, cascada de Gullfoss (conocida como la cascada dorada) y valle de Thingvellir (el primitivo Parlamento).

5 julio: Landmannalaugar. Volcán Bláhnukur, campo de lava de Laugahraun y surgencia geotermal (para las cuatro más valientes).

6 julio: Akureyri. Visita a la granja-museo de Glaumbaer.

7 julio: cascada de Godafoss, la cascada de los Dioses. Lago Mivatn, reserva natural de Dimmuborgir, caldera volcánica de “Hverfjall”, Spa geotermal de “Jarobodin” y campo geotermal de Namaskerd.

8 julio: Visita P.N. Jökulsa a Fjöllum. Sectores de Asbyrgi y Versturdalur. Cascadas de Dettifoss y Selfoss. Para este día teníamos previsto el avistamiento de ballenas, pero la meteorología lo impidió.

9 julio: viaje hasta Vatnajökull, bahía glaciar de Jökullsárlón.

10 julio: cascada de Skaftafell y pico Kristinartindar.

11 julio: acantilados de Vik, reserva Ornitológica de Dyrhoaley, cascada de Seljalandfoss.

12 julio: cascada de Glufrafoss. Cascadas en el río Skoga (último tramo trekking Lanmanalaugar).

13 julio: Garganta y cascada de Glymur, ascenso al Hvalfel sobre el fiordo de la Ballena.

14 julio. Intento de ascenso al Snaefellsjökull (nos retiramos debido a la lluvia, viento y niebla)

15 julio. Reykjavik.

16 julio, Regreso a Alicante. Allí hicimos noche en Castalla para volver a Salamanca el 17 de julio, domingo.