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lunes, 31 de octubre de 2016

Sierra del Zapatero, octubre 2016

La Sierra del Zapatero forma parte de las imágenes que tengo grabadas en la cabeza desde niño. El paseo del rastro está situado bajo el lienzo Sur de la muralla de Ávila y es un fantástico balcón. Desde El Grande, el primer punto de interés era, lógicamente, desafiar lo prohibido, así que nos subíamos sobre la barandilla para intentar ver a las monjas de clausura ocultas tras los muros del convento de Gracia. Luego venía el reto de pasar por lo más alto de las piedras sobre las que surge la muralla. Cuando llegábamos a los jardines, mirábamos "la sierra". Los grandes campos de cereales llegaban desde el río Chico hasta las elevaciones de las Parameras. La silueta familiar del Zapatero era el telón de fondo donde paraba la vista.

Con el tiempo, la llamada de la montaña nos llevó a patearla por todos lados: la escalada en las placas de Ulaca o Peña Negrilla, la subida a los riscos e incluso las ascensiones invernales al Zapatero y Peña Cabrera.



Ya hacía tiempo que no venía, así que este domingo planeamos un paseo desde Navaldrinal, con los colores del otoño empezando a apoderarse del paisaje. Además del lugar, la salida tenía el aliciente de juntarme con algunos de mis amigos abulenses.

El cálido tiempo de estos días finales de octubre nos acompañó, uniéndose a una visibilidad fuera de lo común, así que pudimos disfrutar del paisaje con una claridad poco acostumbrada.

Ascendimos el Zapatero, Peña Negrilla y Peña Cabrera, entramos por "la cueva" del Zapatero, nos las vimos con algunas vacas que confundían nuestra comida con la sal y terminamos bajando junto a la espectacular formación del Cuchillo.

Aquí puedes acceder a una colección de fotos de la salida.




Ulaca y Aunqueospese, octubre de 2016

Los últimos días de este mes de octubre están siendo especialmente cálidos. Este fin de semana ha sido verdaderamente primaveral, al menos en las cercanías de Ávila. El sábado tocó una vez más visitar el castro de Ulaca y el castillo de Aunqueospese.

Son lugares fascinantes; el castro presenta varias construcciones monumentales que llevan en pie desde el siglo III a.C. Murallas soberbias rodean una ciudad enorme, con un perímetro superior al de la muralla románica de la ciudad de Ávila. Además, su desocupación brusca, seguramente violenta y el hecho de que el cerro no se volviera a ocupar han dado lugar a que las bases de las viviendas, canteras y edificaciones sean fácilmente identificables. Aunque sea triste decirlo, creo que no es acertado que se permita que la gente suba sobre el altar o la sauna ritual. En mi opinión deberían de estar rodeados por una cuerda sujeta sobre maderas junto con carteles que informasen del perjuicio que se puede provocar si se sube a los monumentos y pidieran que no se pisotearan. El problema no es que suba una persona o un grupo pequeño, sino que suban miles de personas o grupos.

Uno de los motivos para volver a Ulaca era acompañar a las personas que están preparando otra marcha para la Facendera, que será el 4 de diciembre. En este enlace puedes acceder al boletín que elaboramos en aquella ocasión y un documento con información adicional.

Nos encontramos con Antonio, que fue vigilante de la zona arqueológica hace algunos años. Entonces nos facilitó el acceso al castro del Cabezo de Navasalgil y nos acompañó en la preparación de una salida que hicimos para la Facendera. Aunque ya no es guía, es un enamorado del lugar, conoce cada piedra y sube muy a menudo sólo por estar allí. Fue un auténtico placer volver a coincidir con él. ¡Qué lastima que no pueda seguir siendo vigilante cuando demuestra un interés y conocimiento tan altos! ¡Qué beneficio tan grande para la conservación de Ulaca sería poder volver a contar con él!

En cuanto al castillo de Aunqueospese, en Sotalvo, es de una belleza agreste. Situado en una posición prominente controlando los valles de Riofrío y Amblés, parece estar saliendo de la roca, que lo abraza fusionando la construcción con la naturaleza.

Una vez más, no me queda otro remedio que lamentar el abandono en el que se encuentra, muestra de lo cual son las pintadas que algunos descerebrados han seguido haciendo. La Junta de Castilla y León o los organismos que procedan deben adoptar medidas urgentes para proteger el magnífico monumento, otra auténtica joya de nuestro patrimonio cultural que se está perdiendo.

En este enlace puedes acceder a otro post donde van unos vídeos, que grabamos junto al molino inferior del río Picuezo, en Sotalvo, el año pasado, explicando la leyenda del castillo de Aunqueospese.




jueves, 20 de octubre de 2016

Luces de Berlín. Octubre 2016






Berlín es una ciudad plagada de atractivos. Es misión imposible describirlos todos, así que prefiero exponer unas simples trazas y pistas con mis impresiones. Tiene museos –especialmente los situados en la llamada “Isla de los Museos”- de fama y reconocimiento internacional (el conjunto es patrimonio de la humanidad). La arquitectura de sus renovados edificios sorprende en cada calle. Hay multitud de zonas verdes e inmensos parques, respetados por ciudadanos y gestores políticos. A pesar de su tamaño (3,5 millones de habitantes) es fácil de recorrer con el sistema público de transporte, fiable y eficiente. Se come bien, incluso muy bien, y a precios razonables.

Además, se celebran festivales, espectáculos y actividades de todo tipo. Carmen y yo hemos tenido la suerte de coincidir con la estrella del mes de octubre: la doceava edición del “Festival de las Luces”. Decenas de edificios emblemáticos se iluminan durante diez noches mediante proyectores. Artistas de todo el mundo exponen sus trabajos sobre los volúmenes de los inmumerables monumentos de la ciudad. En ciertos lugares, como la Puerta de Brandenburgo o la torre de la Televisión (365 m de altura), las proyecciones compiten para conseguir premios. La gente se echa a la calle, cámara en ristre.

El espectáculo nocturno se completa con la iluminación de otros lugares. En mi opinión, destaca el Sony Center en Postdamer Platz, una magnífica, y sorprendente obra de ingeniería.

El conjunto de los cinco museos de “Museumsinsel” justificaría por sí mismo una visita. Particularmente el “Museo de Pergamo” es increíble. En estos momentos está siendo reformado y el famoso altar de Pérgamo, una de las obras maestras de la escultura greco-romana, no se podrá ver hasta el año 2019. No obstante, sus fondos son tan espectaculares que en modo alguno es posible sentirse frustrado.

Se puede disfrutar de una de las espectaculares entradas de la muralla de Babilonia, del s. VI AC. Sus figuras de animales mitológicos sobre cerámica azul vidriada nos deja con la boca abierta, como la gran puerta del mercado de Mileto o los restos asirios.

Los otros museos complementan al de Pérgamo, particularmente el Neue, conocido por exponer el busto de Nefertiti.

A pesar de su antigüedad, podría decirse que Berlín es una ciudad nueva. El horror del régimen nazi llevó la guerra a la ciudad. Los bombardeos redujeron a escombros gran parte de su patrimonio, pero tras la destrucción, ambos bloques políticos se empeñaron en volver a darle el brillo que tuvo. Emociona visitar el centro expositivo “Topografía de los Horrores”, situado sobre solares utilizados por el regimen nazi. Los berlineses no ocultan su pasado; al contrario, lo afrontan y documentan con cifras y material gráfico. Recomiendo visitarlo.

La ciudad tiene otros lugares que recuerdan la crueldad y homenajean a las víctimas, como el gran monumento del holocausto.


Otro asunto que nos hace reflexionar y cuya historia conviene conocer, son los trazos del muro, que muchos de nosotros vimos caer en directo por la televisión hace tan sólo venticinco años. Buscamos los restos de la arquitectura oficialista del Este, pero por suerte hoy Berlín es una ciudad homogénea en su arquitectura, multicultural, reconciliada, moderna, con carácter y hermosa. Sólo las simpáticas figuras de los semáforos permanecen de la época de la separación.

Solo un pero… ¡hace un frío que pela!


Pincha aquí si quieres ver una colección de fotos de nuestra visita a Berlín.

Pirineo Navarro. Octubre 2016

El arranque de los Pirineos del Oeste, en Navarra, nos ofrece imponentes valles, grandes bosques, ondulaciones suaves y también paisajes espectaculares de alta montaña.


En esta ocasión visitamos la zona con una excursión organizada por el Grupo Universitario de Montaña. El pueblo de Urzainki, en pleno valle del Roncal nos serviría de base. Nos quedamos dos noches en el albergue "Armaia", bonito, razonablemente cómodo y con unas comidas ciertamente destacables.

El primer día ascendemos la Peña Ezkaurre, partiendo del puerto que une con Huesca y descendiendo por el lado contrario hasta Isaba, cerca del albergue. El bosque deja paso a un paisaje calcáreo. Una senda empinada nos va descubriendo poco a poco el amplio panorama. La cumbre, con un lado cortado a pico, es un balcón magnífico que nos tienta con un montón de posibilidades para conocer en el futuro.


El segundo día subimos al pico Ori, un clásico, el primer dos mil de los Pirineos comenzando por el Cantábrico. Tras un descenso por el hayedo-pinar de Irati, encontramos las nubes lamiendo las laderas. Ya contábamos con ver un mar de nubes, pero lo que nos esperaba en la cumbre dejaba atrás todas las expectativas. Un cúmulo de montañas, la mayoría del Pirineo de Huesca, sobresalían sobre las nubes dejándonos ver un paisaje realmente memorable.


Como no todo puede ser perfecto, lo malo del viaje fue el autocar-sauna, sin aire acondicionado y probablemente amortizado hace ya tiempo. Por lo demás, lo que tengo que decir es que... sin duda, volveremos.

Pincha aquí si quieres ver una colección de fotos del fin de semana.

lunes, 3 de octubre de 2016

Navamediana - Meapoco- Bohoyo

Seguimos con nuestra racha de excursiones duras. En esta ocasión ha sido la excursión lineal Navamediana - Meapoco - Bohoyo.



La velocidad con la que se deshilachaban las nubes sobre la sierra ya nos anunciaban lo que nos esperaba arriba. La garganta de Navamediana se sube bien, a pesar de sus mil metros de desnivel. La vista donde termina la tapia de piedra que viene de la cuerda de los Copetes (o lo que es lo mismo, en lo alto del Callejón de los Lobos) es increíble. De repente pasas de ver un paisaje amplio y redondeado a un caos de rocas, paredes, riscos, abismos y lagunas. Es uno de esos lugares que te suben la adrenalina, que te levantan el ánimo, como si se levantara de pronto un telón y nos ofreciera un paisaje dramático. Nada que envidiar a otros paisajes de Picos o Pirineos. La Galana, el Gütre, el mogote del Cervunal, la Hoya de las Berzas, la garganta del Pinar...



Si desde allí ya es una pasada, ¡qué decir cuando llegas al Meapoco! Cuatro de las Cinco Lagunas son visibles y el panorama se completa con la vista del Almanzor, las Canales Oscuras o la Sierra Llana.

La garganta de Bohoyo es bonita y variada, con sus circos glaciares laterales colgados, sus lanchas de piedra y abajo sus robledales, pero ... es larga como un día sin pan. Hace falta contar con cuatro horas para completar el descenso. El total de la salida han sido 28 km de longitud y 1400 m de desnivel acumulado.

Aquí puedes acceder a una presentación de fotos.

Azagaya, Covacha y Juraco. Sierra de Barco. 09-201


Una nueva travesía de altura. El Circo de Barco. Subimos desde Tornavacas y ascendemos Castilfrío, la Azagaya, la Covacha y el Juraco. De allí bajamos por la laguna Negra (o Cuadrada) y la de Barco para bajar hacia Puerto Castilla, donde habíamos dejado un coche. Larga y exigente, pero magnífica. Manolo nos reservaba la sorpresa de portear un par de botellas de cava para celebrar su cumpleaños. ¡Un auténtico lujo brindar en la Azagaya!

Aquí puedes acceder a una presentación de fotos de la salida.

Y aquí, el track.