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domingo, 4 de diciembre de 2022

Aldeadávila "Secretos del Duero". Motos por zonas protegidas de las Arribes. 2022-12.

No tenía muchas intenciones de publicar este post, pues sigue uno de los conocidos recorridos del trail "Secretos del Duero" en Aldeadávila de la Ribera. El motivo fundamental es el relacionado con la presencia de motos en la zona protegida del Parque Natural de las Arribes del Duero.


Salimos de Aldeadávila y seguimos la pista y los caminos tradicionales hacia la Playa del Rostro. Pasada ésta hacia el Oeste nos cruzamos en dos ocasiones con un grupo de cinco motos de trial que iban por los senderos. Es una zona donde hay dos caminos, uno que sube y otro que va junto al embalse. Hay que decir que fueron educados: detuvieron las motos y nos pidieron disculpas cuando pasaban. No obstante, esto no repara el daño que producen los vehículos circulando por una zona donde no deberían. Ni tampoco el efecto llamada que puede tener el que se pase la voz a otros que quieran conducir sus vehículos a motor por zonas donde está prohibido.

Las motos de trial no son tan agresivas como las de motocross, pero es imposible evitar el impacto del ruido y el olor a gasolina. En las zonas más sencillas sólo quedaron las huellas de los neumáticos, pero en algunos zigzag o en subidas resbaladizas los caminos tradicionales quedaron marcados o rotos por completo. 

En otros senderos por delante y por detrás de este lugar también vimos marcas de neumáticos, lo que demuestra que están yendo por ellos de forma habitual. 

Estamos en el interior de un espacio natural protegido con la figura de Parque Natural. El Plan de Ordenación de los Recursos Naturales del Parque (BOCYL 114 de 13 junio 2001) recoge en su Artículo 38.8 la prohibición del uso de motos salvo en los lugares destinados al efecto.

Si se permite o se hace la vista gorda al uso de motos en los cañones de las Arribes se permitirá la degradación progresiva de los caminos, la expulsión de la fauna, el aumento de los accidentes para motoristas y senderistas, el deterioro de especies vegetales y las molestias por ruidos y contaminación.

Esperemos que las autoridades -en estricto cumplimiento de la ley- vigilen la vigente prohibición de acceso de vehículos no autorizados a las zonas protegidas y sancionen los incumplimientos a esta normativa. Para que no haya la disculpa del desconocimiento, siempre que encontremos una situación como esta debemos comunicárselo a la Fundación "Patrimonio Natural", que es quien gestiona el Parque Natural de Arribes del Duero. En la web está su dirección, o bien, copiar esta: https://patrimonionatural.org/contacto

La ruta es uno de los trazados de un trail que corren cientos de personas una vez al año y que sin duda también genera un impacto medioambiental fuerte, pero al menos (eso espero) se trata de una actividad autorizada que se celebra una sola vez al año.


En lo relativo a la ruta de senderismo, es exigente, difícil en algunos tramos y de gran belleza. Utiliza pistas, caminos tradicionales de acceso a los antiguos bancales de olivos, senderos que comunicaban chozos de pastores y en parte, tramos inventados que atraviesan canales inclinadas o pasillos que atraviesan laderas o paredes donde se han instalado tramos con cadenas para aumentar la seguridad.




Alguno de los tramos de subida-bajada al Duero pueden evitarse. Concretamente, pasado el embarcadero de la Playa del Rostro se llega a un cruce de caminos donde está señalizado por debajo una senda a Rupurupay que evitar subir al camino tradicional (en estos tramos es donde nos cruzamos con las motos). No obstante, todo el camino -subidas y bajadas incluidas- merece la pena por la vegetación, las vistas sobre el río embalsado, los restos de antiguas construcciones, la hermosa cascada del Remolín en la parte final y el propio camino.




También hay partes donde los senderos tradicionales dejan de existir y se han llevado por donde se ha podido. Tienen -como todo el recorrido- gran belleza, pero son duros y con cierto peligro especialmente en las canales donde el terreno es muy inclinado; en caso de estar mojado, pueden ser peligrosos y en mi opinión, deben evitarse. No es un camino para todo el mundo: objetivamente tiene zonas peligrosas.



En este enlace puedes acceder al track del recorrido en Wikiloc, donde se incluye una colección de fotos más completa del magnífico recorrido.



jueves, 17 de noviembre de 2022

Cueva Coventosa y hayedo de Busturejo. Asón, Cantabria.

Teníamos curiosidad por conocer la entrada a la cueva Coventosa, así que comenzamos la jornada visitando su vestíbulo de entrada. Se llega tras un corto y agradable paseo por un sendero que sale de Val de Asón.

La entrada es espectacular, por el tamaño y por las formaciones que se ven en paredes y techos. Notamos la corriente de aire que sale de la profundidad y que al parecer son las que le dan su nombre. No nos lo habíamos planteado, pero a mi me gustaría volver para visitarla, por supuesto, guiado. 



Desde allí vamos al aparcamiento de los Collados del Asón. Aunque la previsión meteorológica anunciaba lluvia, decidimos hacer el recorrido que teníamos pensado en el Hayedo de Busturejo. Una niebla no muy espesa nos acompañará de principio a fin, pero la lluvia no pasa de ser más que una amenaza. 


Los hayedos con niebla se hacen misteriosos. Caminamos entre troncos blancos de abedules, hayas poderosas de todos los tamaños, helechos y musgos que surgen entre los afloramientos continuos de caliza. Parece que detrás de cada piedra o de los huecos de los árboles vaya a aparecerse una anjana, la misma que deja caer su cabello plateado para crear la cascada del Asón.


Las hayas han perdido gran parte de sus hojas debido a los temporales de viento de días anteriores; paseamos sobre alfombras doradas, algunas de gran espesor. Hay que tantear con los bastones cuando nos salimos del sendero para evitar caer en alguna trampa. Ya sabemos que las anjanas son hadas buenas y generosas, pero hay otros seres con los que mejor no encontrarse como los ojácanos. Aquí puedes saber más sobre los seres mitológicos cántabros que viven en los bosques



El camino lleva hasta el circo glaciar del Hondojón, pero por hoy nos vale con disfrutar del recorrido por el bosque. 

No hemos agotado ni de lejos las posibilidades del Parque Natural de los Collados de Asón, así que... tendremos que volver.

Aquí puedes acceder a una colección de fotos más completa de la jornada.

Y aquí al track en Wikiloc.


Cascada del río Asón, Cantabria.

Uno de los lugares más visitados del Parque Natural de los Collados del Asón, en Cantabria es la cascada que se considera como el origen del río que da nombre a la zona, el Asón. 

La caída de agua tiene dos partes, una de unos 20 m y otra, la más visible, que supera los 50 m de altura. Su caudal es muy modesto, salvo en momentos posteriores a grandes lluvias. El emplazamiento es de una gran belleza, pues surge de la base de la pared izquierda (orográfica) de un enorme cañón y se puede contemplar a placer desde los miradores de la carretera.

En mi opinión, lo más interesante del lugar es el recorrido para llegar caminando a la cascada. Atravesamos un bosque de galería donde se alternan hayas, robles, avellanos y castaños de gran porte con encinas en las partes más soleadas. Los musgos colonizan las rocas, las raíces superficiales de las hayas dibujan formas en el suelo y los árboles compiten por alcanzar el sol, lo que en un lugar encañonado como este origina troncos de una enorme altura.



Mención aparte merecen los hongos y los árboles que crecen abriéndose paso por lugares inverosímiles, como demostrando que pocas cosas hay imposibles.




La base de la cascada permite ver la caída de agua separada de la pared. Es bonito, pero en este otoño, no tiene nada que ver con las cascadas de las Arribes en Salamanca, Zamora y Portugal. La belleza de las enormes hayas se ve reducida por la agresión de decenas de ignorantes que se han querido identificar como tales grabando sus nombres en los troncos. Cuando nos separamos de la cascada y del camino más transitado, me llaman la atención los diseños de las cortezas naturales, sin heridas.


Se puede acceder hasta la surgencia donde brota el agua que se despeña unos metros más lejos. Este tramo es delicado y puede presentar peligro si el terreno está mojado. De ninguna manera debe hacerse si no es con la preparación, medios y conocimiento adecuados.


La surgencia se considera como el nacimiento oficial del Asón, sin embargo, existe otra cerca del cruce de los núcleos de Asón y Val de Asón que aporta una cantidad de agua mucho mayor, al ser uno de los desagües de la enorme zona kárstica que existe en estas montañas.

Aquí puedes acceder a una colección más completa de fotos del recorrido.

Para llegar a la cascada no es necesario track. El sendero es fácil de seguir y no hay pérdida posible, al estar entre el río y la pared.

miércoles, 16 de noviembre de 2022

Coladero de la Tortuga, Canalahonda, Castros de Horneo. Asón, Cantabria.

Desde los Collados de Asón, en Cantabria, iniciamos una ruta que concentra la belleza otoñal de este  Parque Natural.

Tomamos el sendero que lleva al antiguo circo glaciar del Hondojón. Ganamos altura rápidamente sobre el cabañal de Horneo, con sus prados dotados de sólidas construcciones para el ganado y el heno. Al fondo, el tajo del Asón, que ya hemos recorrido para visitar su conocida cascada.

De frente, el espolón de los Campanarios parece asomarse hacia los Castros de Horneo, al lado contrario del valle. Entramos en el hayedo y seguimos, unas veces por sendero y otras no en dirección a la faja que nos llevará bajo el muro, aparentemente inexpugnable. 

Suponemos que los hayedos en esta ladera están muy expuestos al viento, tanto por sus forma inclinadas como por lo adelantado del otoño. Cruzamos con precaución una pequeña zona de lapiaz que presenta riesgo de meter la pierna donde no se debe: las grietas están cubiertas por hojas. El lugar es muy bonito, pero delicado. Recuerda a un glaciar agrietado en el que las hojas hacen el papel de la nieve. Los bastones son de gran ayuda. 



El bosque se aclara antes de llegar a una canal bastante inclinada: el Coladero de la Tortuga. Ascendemos sin problema, pues el terreno está seco. Un tramo intermedio donde hay un par de oquedades rocosas muy estéticas nos muestra el origen de tan curioso nombre: sobre un pináculo se ven unas rocas que recuerdan claramente la forma de una enorme tortuga.


Seguimos la canal para alcanzar la parte superior de los Campanarios. El lugar es una muestra de erosión kárstica, con multitud de dolinas y sumideros y magníficas vistas sobre el Picón del Fraile, Peña Lusa y otras muchas cumbres. Al norte, el mar.



Tras el cresteo, un suave descenso nos deja en la Cabaña del Pozo, donde comenzaremos a recorrer el hayedo del monte Llusías. Vemos bosquetes de abedules, algunos tejos, robles, espinos, acebos e incluso encinas en su parte inferior. 


El sendero nos deja en la Canalahonda, un formidable pasillo entre muros verticales. Aquí las hayas están en su plenitud otoñal, protegidas como están de las inclemencias meteorológicas. Es un pasaje de gran belleza, uno de los puntos fuertes de la ruta. 



Sin abandonar los dorados y rojizos otoñales seguimos hacia los Castros de Horneo. La cueva de Turrutuerta o Cuchifrita es el comienzo de un caos de enormes rocas que dejan pasillos intermedios. Es una gozada investigar los pasadizos y recorrer sus recovecos, por supuesto, con toda la prudencia que requiere el lugar. Me siento como un niño descubriendo un laberinto.




La continuación de los Castros de Horneo es el Cuadralijo, que dejamos para otra ocasión, pues hemos echado el día completo. No es raro; es una ruta para disfrutarla paso a paso y un auténtico desafío para quienes nos gusta la fotografía.



Y aquí, puedes acceder al track en Wikiloc.