Cerro del Berrueco: Un Paseo por 12.000 Años de Historia

El próximo día 17 de abril organizamos con La Facendera una marcha entre las localidades de El Tejado y Puente del Congosto, pasando por el Centro de interpretación del área arqueológica del Cerro del Berrueco (CICBeM), en Medinilla.

Previamente, el VIERNES 8 DE ABRIL tendremos el privilegio de acudir a la charla que impartirá el Dr. Óscar López Jiménez, arqueólogo, director científico del CICBeM y una de las personas que mejor conoce el territorio que visitaremos el día 17.

Este es el cartel de la charla con todos los datos:

En palabras de Óscar López: 

"El Cerro del Berrueco, en el límite de las provincias de Ávila y Salamanca, es un conjunto único de evidencias arqueológicas. Se encuentra enclavado en un paraje natural de gran belleza en el Alto Tormes y reúne evidencias arqueológicas de la habitación humana de los últimos 12.000 años. Escondidas entre sus roquedos y dehesas, en los altos picos de sus cerros, se encuentran desde pequeñas estaciones de caza prehistóricas a auténticas ciudades perdidas hace miles de años. En la presentación veremos algunos de los secretos arqueológicos, geológicos y naturales que la Zona Arqueológica guarda."

                                                  ¡No te lo pierdas! y si puedes, difunde.


Para que sepamos algo más de la persona que impartirá la charla, este es un resumen de algunas de sus actividades:

En la excursión del día 17, que -como la charla- organizamos Carmen Castaño y yo, también nos acompañará Óscar López.

Aquí, en el boletín, tienes información amplia sobre el terreno, el recorrido y nuestras impresiones personales.

Aprovecho para presentar a Óscar:

Cascadas en el Jerte

Hoy nos tocaba disfrutar de las cascadas en el Valle del Jerte. Un valle que tiene mucho más que los quince días de floración de los cerezos. El animoso y siempre dispuesto grupo de "Rutas" había propuesto un recorrido por allí. ¿Qué mejor ocasión para ir una vez más? Además Jose Había sugerido un recorrido circular que entraba por las Nogaledas y pasaba por la garganta de la Luz, que no conocíamos.

Desde Navaconcejo parte un sendero sencillo y bien trazado que sube junto a los saltos de agua de la garganta de Nogaledas. Hemos visitado el lugar en varias ocasiones y siempre merece la pena. Es imposible cansarse de ver un espectáculo tan espléndido como este. Además, han ampliado el sendero en la parte superior y ahora no sólo se sube con facilidad hacia la parte alta sino que una pasarela cruza la garganta bajo un salto verdaderamente espectacular.

Si antes era un sendero muy bonito, ahora es extraordinario.

Después fuimos por la garganta de la Luz y uno de sus tributarias (¿Lobera?). Ambas están muy poco pisadas y cada paso se encuentran rincones preciosos, pozas escondidas, saltos de agua, robles de buen porte y vistas espectaculares, además de los omnipresentes cerezos. El comienzo es una pista que acompaña el curso del agua antes de empinarse considerablemente. Las cascadas que vimos en la parte más alta de la vertiente del Jerte son atrayentes y prometen más espectáculo, así que habrá que ir a verlas ¿no?

Acabamos la jornada visitando la cascada del Caozo, cerca de Valdastillas. Aquí la pasarela que plantaron en el medio no es más que un pegote infame e innecesario, un auténtico ultraje a la belleza del salto de agua. Hay que abstraerse del engendro y disfrutar de la belleza inmensa de la cascada, plena en estos momentos ¡magnífica!

Pincha en este enlace o en las fotos para acceder a una presentación de fotos de esta salida.

Cascadas del Uces

Aunque la previsión meteorológica era pesimista, disfrutamos un día precioso caminando junto a las cascadas del Uces y su entorno. Comenzamos la jornada por el Pozo de los Humos, que tenía un buen caudal gracias a las lluvias caídas durante la semana. El siguiente hito forzosamente debía de ser el Pozo Airón y echar una vista sobre las Arribes del Duero junto a la desembocadura del arroyo de los Cuernos. Aparte de los habituales buitres, pudimos ver volando a una pareja de águilas reales y a otra de cigüeñas negras.

De allí nos acercamos a ver las Cachoneras del Uces cuyos rápidos y cascadas anticipan la gran caída que vendrá después. Todo el Uces es formidable, con su color oscuro que nada tiene que ver con la contaminación y que se rompe estruendoso entre saltos a cual más sobrecogedor. ¡Qué magnífico recurso natural! Ojalá seamos capaces de mantener su belleza salvaje, de vigilar e impedir los desmanes que puedan estropear o afear estos lugares.

Ya desde Masueco nos acercamos a la cascada del Pinero (y no de la "Cola de Caballo", como erróneamente se la quiere llamar). Como casi todo el mundo sabe, una de sus particularidades es que se puede caminar sin problemas por detrás de la misma, igual que ocurre en el Pozo Airón.

En la subida hacia Masueco por el sendero que viene desde la zona más próxima al río se puede contemplar la desembocadura del Uces en el Duero, donde mejor se aprecia la diferencia de color entre ambos ríos.

Para rematar el día, el atardecer fue de los que se recuerdan, con un color amarillo intenso que teñía árboles y campos, en contraste con los nubarrones que estaban dejando lluvias más hacia el Este. Un arco iris precioso parecía el marco de una magnífica jornada.

Pincha aquí o en la foto, para acceder a una presentación de fotos de la jornada.