lunes, 22 de febrero de 2016

Sierra de Béjar, febrero de 2016


A pesar de la poca nieve que tienen "nuestras montañas", la ventisca de la semana pasada nos ha permitido disfrutar de imágenes tan bellas como las que se muestran en esta presentación. La Sierra de Béjar, y muy particularmente la Ceja, se mostraban como si fueran los Alpes. No llegaba a ser la acumulación que vimos hace un par de años, pero estaba realmente espectacular.

Por otra parte, la climatología fue favorable, con frío y una niebla baja que a nosotros no nos impidió disfrutar de un sol espléndido.

La carretera hasta la segunda plataforma sigue cortada oficialmente y bloqueada con barreras, aunque no haya ninguna razón para ello. Parece ser que sigue la política de disuadir a la gente de que venga por Candelario, seguramente para dirigirla hacia la Covatilla. El dinero corre a espuertas para allá, pero aquí no pueden ni venir a verla o pasar un quitanieves cuando haga falta. No creo que sea nada raro pedir que se permita el acceso a quien voluntariamente quiera subir cuando está en perfecto estado, lo que ocurría ayer y ocurre la mayoría de los días del invierno. Además, los montañeros pagamos impuestos como cualquier otro. ¿Por qué motivo no podría pasar un quitanieves cuando fuera preciso? (e insisto que la mayor parte del invierno ni siquiera eso hace falta, tan solo deberían asegurarse de que no hay neveros). ¿Por qué se desprecia el valor de la sierra y se pretende fíar el supuesto progreso al esquí? ¿no hay suficientes pruebas ya de que cada día hay menos nieve?

En cualquier caso, no es que yo lo recomiende, pero hay quien ha apartado ligeramente una de las barreras y, bueno, algunos coches pasan. Sólo lo digo porque se sepa.

sábado, 20 de febrero de 2016

Nuestro Patrimonio perdido

El patrimonio es entre otras cosas, el conjunto de bienes que recibimos por herencia. Cuando hablamos de patrimonio monumental, debemos entender el de todas las épocas, desde los restos arqueológicos más antiguos hasta los edificios industriales cuya función social o cuya estética ha marcado la historia. Pero la ignorancia de algunos políticos ha dado lugar a pérdidas irreparables.

En todas partes se han cometido atropellos contra el patrimonio, pero hoy quiero recordar dos hitos de la destrucción ocurridos en la ciudad de Ávila: La fábrica de harinas del puente Adaja y el cementerio musulmán. Ambos casos han sido analizados y recordados en sendos documentales de gran calidad dirigidos por Jose Ramón Rebollada, el primero en 2014 y el del cementerio musulmán, de ahora mismo, febrero de 2016.

La Maqbara de la ciudad de Ávila probablemente fue el mayor y mejor conservado de cuantos cementerios musulmanes se han descubierto en España. El hallazgo se produjo en 1.999 cuando se comenzó a urbanizar la zona. Numerosas estelas, muchas de ellas reutilizadas en la construcción de un horno de época posterior, se pueden contemplar en el almacén visitable del museo de Ávila en Santo Tomé el Viejo. A pesar de su importancia, la necrópolis fue destruida, borrando así la memoria de la comunidad mudéjar que durante al menos 200 años fue la mayor del reino de Castilla. El Ayuntamiento y la Junta de CyL, decidieron excavar el yacimiento y tras esto, desoyendo a los expertos, arrasarlo para construir encima.

¿Fue sólo una consecuencia de la burbuja inmobiliaria o también el deseo de edulcorar la historia y esconder todo aquello que no sea del agrado de historia oficial?

En el documental Maqbara, a cuyo trailer puedes acceder aquí (o en la imagen que sigue), se explica con detalle la gestión del hallazgo y los hechos que dieron lugar a su destrucción. El estreno de la película será en el palacio de congresos "Lienzo Norte" de Ávila, el día 26 de febrero a las 20'45 h. También se proyectará a la misma hora el día 27 de febrero.

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La antigua fábrica de harinas fue levantada sobre la Real Fábrica de Algodón, mandada construir por Carlos III, y esta a su vez se alzó sobre un importante molino del S. XIV. Fue un proyecto muy importante en su momento, a nivel nacional, dando trabajo a unas 800 personas (en una ciudad de 6.000 habitantes). Fue un auténtico hito y foco de riqueza para la ciudad durante muchos años. Aparte de su importancia histórica, también tenía un valor arquitectónico, considerándose el mejor ejemplo de la ilustración que existía en la ciudad.

La fábrica, que se ve no casaba con lo que los políticos y "fuerzas vivas" de la ciudad consideraban como patrimonio, fue incendiada de forma nunca aclarada el mismo día que se pedía su declaración como Monumento Nacional. Los sabotajes, presiones, intereses ocultos y decisiones a la espalda de la razón y de la legalidad, dieron lugar a su demolición.

Desde aquel momento "se ve mejor la muralla". Si, pero se ha falseado la verdadera historia de la ciudad, que no es sólo la muralla ni las iglesias, sino cada una de las culturas, momentos históricos o movimientos sociales.

Aquí puedes acceder al documental completo "Poder Contra Verdad", donde se explica de forma exhaustiva lo sucedido en este caso.

lunes, 8 de febrero de 2016

Sicilia, arte y volcanes

Finales del mes de enero podrían parecer unas fechas inadecuadas para viajar a Sicilia. En mi opinión, nada más lejos de la realidad; merece la pena arriesgar un poco con tal de evitar los agobios del turismo masivo. Es una gozada conocer restos arqueológicos, monumentos y espacios de todo tipo estando prácticamente solos, sin prisas, sin ruido ni interferencias que distraen y a veces enfadan; sin duda no tiene nada que ver el pasear tranquilamente por callejones o mercados cuando los ocupantes mayoritarios son los propios vecinos; elegir tranquilamente los restaurantes que nos han recomendado o las curiosidades locales.

Además en esta ocasión la climatología ha sido benigna, óptima diría yo, para caminar.

En Palermo nos hemos perdido voluntariamente por sus calles y bulliciosos mercados. Es una ciudad que seguramente no gusta a todo el mundo, pues tiene una mezcla entre decadente y señorial, pero que está plagada de edificios históricos a cual más sorprendente. Cualquier buena guía cita sus oratorios, palacios, abigarradas iglesias y museos. A mí, que iba con cierto reparo, me ha parecido una ciudad viva, auténtica, y absolutamente recomendable. No dejéis de ver la capilla Palatina, la iglesia de la Martorana y Monreale, ésta última en las afueras, con mosaicos bizantinos de la mayor calidad y extensión que puedan ser contemplados. 


Los restos griegos son uno de los puntos fuertes de la isla. Dicen que en alguna de sus antiguas ciudades-estado se conservan los templos griegos bastante mejor que en Grecia. Selinunte nos emocionó por su grandeza, su extensión y porque caminamos completamente solos entre muchas de las zonas excavadas. Tanto es así que no queriendo dejar de ver nada, incluso se nos pasó la hora de cierre y tuvimos que regresar corriendo pensando que nos habían dejado encerrados en el recinto. 

En Segesta sólo hay un templo (además de un teatro), pero su estado de conservación y su emplazamiento son de una gran belleza.

En el valle de los templos de Agrigento también apuramos todo el día, paseando y viendo su museo. Qué fantástico emplazamiento, qué poder y qué capacidad creativa tuvieron hace ¡veintisiete siglos! Hasta la luna llena salió a contemplar los templos con nosotros. El templo de Zeus Olímpico era tan grande como un estadio de fútbol moderno; unas proporciones difíciles de entender si no se ve sobre el terreno: 56 m de ancho por 112 de largo ¡con una altura de 30 m!  (como un edificio de 10 plantas). En sus fachadas había 38 figuras de colosos de 8 m de altura (una de ellas íntegra en el museo y varias fragmentadas). Aunque las invasiones, los terremotos, el saqueo y su uso como cantera lo han desfigurado, continúa siendo imponente, como el resto del conjunto.


El teatro griego de Siracusa también impresiona por su tamaño. Es imprescindible ver el museo y mejor si se va a primera hora para poder entrar en la sección de numismática,  la más alucinante que se pueda sospechar. Aquí tuvimos el privilegio de que Rosalba, la persona responsable de esta sección del museo estuviera con nosotros durante una hora y media explicándonos los detalles más significativos, con una dedicación que sólo se explica por su entusiasmo con lo que hace. Impagable.

El Teatro greco-romano de Taormina también es digno de visitar con su increíble vista sobre el Etna. La propia ciudad y su vecina Castelmola tienen unos emplazamientos sobre las laderas que parecen desafiar la lógica y el paso del tiempo.

La zona de las ciudades Barrocas del Sureste es magnífica. No son sólo Noto y Ragusa. Hay otros lugares muy interesantes, como la misma isla Ortigia de Siracusa (con su catedral que aprovecha la estructura y columnas de un templo griego) o Palazzolo Acreide, donde están los restos de la evocadora ciudad griega de Akrai, que conserva un teatro pequeño pero precioso, una vía de entrada magníficamente conservada y otras construcciones y zonas de enterramientos paleocristianos. 

Pantalica también merece ser conocida. Es una meseta rodeada por dos gargantas profundas donde se excavaron hasta cinco mil huecos en las paredes, algunos para vivienda y otros como necrópolis. 



En el centro de la isla visitamos la villa romana del Casale en Piazza Armerina. Se trata de un opulento palacio de campo de un mandatario, con preciosos y bien conservados mosaicos (hay otra villa cerca de Noto, la del Tesaro, que por lo visto también tiene muy buenos mosaicos, pero no pudimos ir). 

Y por supuesto la montaña. Por el Sur se puede coger un telecabina de la estación de esquí cerca del llamado "Refugio Sapienza". En la parte alta hay transporte hasta la base de los conos principales. Cuando hay nieve (en nuestro caso) el transporte lo hacen con máquinas de nieve habilitadas y en verano con autocares todo terreno, no obstante, es una subida suave, de unos 400 o 500 m de desnivel muy agradable e interesante para subir caminando, pues se va descubriendo el volcán y los gases que emite cada vez más cerca. Arriba se puede caminar por el borde de varios conos apagados y llegar hasta la zona protegida que no se puede sobrepasar. En el descenso merece la pena subir a otro cono que queda a la izquierda antes de llegar al teleférico. 


Por el lado Norte hay varias rutas que posibles. Nosotros hicimos una por el "Monte Sartorius" que son una serie de varios cráteres encadenados a los que se llega tras un paseo por un bosque de abedules y pinos.

Los acantilados de creta de la "Scala dei Turchi", con su cegadora blancura, son también un lugar para no perderse. En otro nivel inferior, al menos en esta época del año, la garganta de Alcántara.

En resumen, un viaje totalmente recomendable. 

Si quieres ver una presentación de fotos del viaje, pincha aquí o en cualquiera de las fotos anteriores.


Algunos datos adicionales:

- Vuelo Madrid-Catania (Ryanair) - 50 € i/v cada uno. La hora de salida desde Madrid es a las 6,45h, con lo cual hay que madrugar pero aprovechas el día. El día de regreso también se aprovecha porque el avión sale a las 16,45h.
- Autocar Catania-Palermo (empresa SAIS) 12 € c.u.
- Hotel en Palermo B&B Serpotta 53 €/día Muy buena habitación, situación y desayuno.
- Hotel en Agrigento Guess House Artemide 45 €/día Buena situación, desayuno sólo pasable, habitación aceptable sin más.
- Hotel en Giardini-Naxos (cerca de Taormina) B&B Triskèles 50 €/día Muy buena habitación, situación y desayuno. Quedarse en Taormina sube mucho el precio, mientras que aquí es mucho más barato y es fácil llegar con el coche para hacer excursiones al Etna o a Taormina por ejemplo. Cuando se va a Taormina o a Castelmola hay que contar con pagar por aparcar. No tienen sitio para hacerlo de otra manera.
- Hotel en Siracusa B&B Nostos. Lo reservamos por 58 €/día, pero una vez allí nos quedamos en una que nos costó 63. Está en un antiguo palacio, muy bien situado, con facilidad para aparcar y un desayuno extraordinario.
- Restaurantes: Se come genial en lineas generales. En casi todas partes hacen unos fantásticos platos de pasta y pizzas, pero nos gustaría recomendar especialmente uno de Agrigento, el "Naif" (ensalada de pulpo, raviolis rellenos de setas, chuletas de cordero...). En Siracusa el Arrusti, frecuentado por gente local, con asados (verduras, carne o pescado aunque especializado en carne), buena calidad y muy buen precio (no dejéis de pedir los antipasti para disfrutar de unos garbanzos con patatas exquisitos, entre otras cosas); el único inconveniente es que se sale del local oliendo a humo. Si queréis concederos un capricho, el Dioniso, con pescados frescos espectaculares, aunque es más bien carillo, es los que no importa pagar de vez en cuando.
- Otra recomendación de comida: los arancini, bolas como croquetas grandes con arroz y distintos rellenos. Se compran en las "Tavola Calda" y se suelen comer en la calle. En la plaza mayor de Palazzolo Acreide compramos unos increiblemente ricos, sobre todo uno que llevaba espinacas, bechamel y jamón cocido.
- En otro orden de cosas, la conducción en Sicilia requiere ir concienciado. La prioridad en los cruces a veces parece ser la de "el que llegue primero, pasa". A veces las señales de tráfico, especialmente las limitaciones de seguridad parece que se le han caído del camión a quien las repartía y están puestas de forma aleatoria. De cualquier manera, da igual, porque nadie las hace caso. Hay que circular con atención, especialmente cuando vemos que se acerca un coche, sea por donde sea, y adaptarse al tráfico, pero a fin de cuentas no hay problemas, al menos en esta época del año.
- Finalmente, hay que destacar la amabilidad de los sicilianos. En todas partes hemos encontrado gente atenta, afable y dispuesta a ayudar. Como anécdota, un hombre paró su coche y salió a preguntarnos si necesitábamos ayuda cuando nos vio con un plano en la mano en Ragusa.
- Aquí puedes ver el reportaje que he escrito para "El Rincón del Trotamundos" sobre este viaje.