lunes, 3 de noviembre de 2014

¿Juntos Podemos?

A esto les llevan (entre otras cosas):

Las privatizaciones y los recortes en sanidad, educación, investigación...

La corrupción, el robo permanente, el cohecho, el estar en política "para forrarse" mientras hay casi 5,5 millones de personas en el paro.

La mentira, los coches de lujo que aparecen en el garaje sin que se den cuenta, la prepotencia, los premios de lotería que misteriosamente les tocan a algunos cada año, su forma de aferrarse a cargos incluso cuando les pillan y van a la cárcel, sus "que se jodan" dirigidos a los parados.

Los abusos permitidos en la banca y en grandes empresas, las tarjetas negras, los sueldos e indemnizaciones escandalosos mientras desahucian a quienes no pueden pagar su hipoteca.

Las puertas giratorias para los políticos "profesionales", que tras salir de su cargo se enganchan como asesores de grandes empresas para forrarse ellos y sus amigos.

La gestión de la naturaleza como un cortijo, con la contrarreforma de la Ley de Costas, la amenaza de la caza en los parques nacionales o su desprecio de amenazas como el cambio climático.

La financiación ilegal de los partidos a base de comisiones millonarias, con el consiguiente pellizco, igualmente millonario de los conseguidores.

El trato inhumano a emigrantes y desfavorecidos sociales.

Sus amenazas de cambiar las leyes electorales para perpetuarse en el poder, como pretendían con las municipales, mientras mantienen organismos duplicados con mangantes ociosos que cobran sólo por estar allí.

Su reforma fiscal, tachada de injusta entre otros muchos por Intermón Oxfam.

Sus obras faraónicas, absurdos monumentos al derroche como aeropuertos sin aviones o "ciudades del medio ambiente" ilegales.

Y... etc etc etc.

Con independencia de ideologías, muchos de nosotros estamos dispuestos a tomar el riesgo de confiar en la capacidad de gestión que nos podemos dar a nosotros mismos sin la necesidad de políticos profesionales, que viven durante décadas sentados en un sillón y cuyo mayor desgaste es pulsar un botón cuando se lo mandan, reir las gracias a los suyos e insultar (a veces a los ciudadanos, como ocurrió con la auxiliar de enfermería contagiada de ébola).